Unicredit ya tiene el visto bueno del Banco Central Europeo para hacerse con el 29,9% de Commerzbank. Dice el italiano, en nota de prensa, que esperan entablar un diálogo “constructivo” con el nuevo Gobierno alemán, cuando esté constituido.

Unicredit avanza, así, en su toma de control de la entidad alemana, polémica, y que cuenta con el rechazo no solo de la cúpula del banco sino también del Gobierno saliente, el que encabeza Olaf Scholz.

Todo comenzó en septiembre de 2024. Unicredit aprovechó la salida parcial del Estado del Commerzbank (todavía mantiene el 12%), rescatado tras la crisis financiera de 2008, y realizó una inversión a gran escala en el segundo mayor banco privado de Alemania, con la compra del 9% de capital para convertirse en el segundo accionista del banco.

Ahora controla el 28% de las acciones: el 9,5% directamente a través de acciones y el 18,5% a través de instrumentos financieros. La entidad recuerda que se necesitan varias aprobaciones más antes de que ese 18,5% se pueda convertir en acciones físicas, incluyendo el permiso de la Oficina Federal de Cárteles de Alemania.

Todo comenzó en septiembre de 2024. Unicredit aprovechó la salida parcial del Estado del Commerzbank (todavía mantiene el 12%), rescatado tras la crisis financiera de 2008, y realizó una inversión a gran escala en el segundo mayor banco privado de Alemania, con la compra del 9%

En este sentido, añade el banco milanés, capitaneado por Andrea Orcel, que, “los procedimientos antimonopolio, las conversaciones con importantes partes interesadas y otras consideraciones están alargando aún más el calendario”, y que no será este año cuando se resuelva en qué términos se ejecuta la operación, si es que finalmente se realiza.

Commerzbank, que siempre ha calificado de "hostil" la intención de Orcel, no ha tenido reparos en señalar, por boca de sus dirigentes, que están haciendo todo lo posible para que “el camino que Orcel tiene que recorrer en la lucha con nosotros sea lo más fangoso y profundo posible".

Pero en la agenda de Andrea Orcel, que está muy apretada, no sólo figura la estrategia que ha de seguir para ser el vencedor en la operación Commerzbank, sino que está marcada en rojo la oferta que lanzó Unicredit sobre el banco italiano BPM por 10.000 millones de euros que, aunque parece que cuenta con al visto bueno de la Agencia de Supervisión italiana, tiene en contra al Consejo de Administración de BPM.

Unicredit lanzo, en noviembre de 2024, una Oferta sobre Banca Popolare di Milano, BPM, por 10.000 millones de euros

Esta última operación es un pelín enrevesada no sólo por la negativa del Consejo sino porque BPM está inmerso también en su propia operación: la Opa lanzada sobre la gestora de fondos Anima, cuyas condiciones no son del agrado de Orcel y así se lo ha hecho saber a la directiva de la Banca Popolare di Milano. 

Orcel no deja a nadie indiferente a nadie. “Es un tiburón que está al frente de Unicrédito, en este caso, para crecer no sólo estratégicamente sino personalmente”, señala Pablo García, director general de Divacons-AlphaValue

Estamos ante un perfil de hombre de negocios muy agresivo. “Inmerso en una oferta considerada hostil por el management de BPM, ha recibido el visto bueno del BCE para que aumente su participación directa en Commerzbank hasta el 29.9%. Su objetivo es alcanzar un acuerdo con el nuevo gobierno. Del que encabezba Olaf Scholz. se dijo que estaba manteniendo conversaciones con el Deutsche Bank para que ejerciera el papel de caballero blanco y evitar, así, que un banco italiano se hiciera, de nuevo, con un banco alemán”.

No olvidemos que Unicrédit, que compró Banco de Austria en 2007 y, antes, en 2005, HypoVereinsbank, tiene como uno de sus principales puntos estratégicos extenderse hacia centro Europa y también hacia la Europa del Este.

Los ingresos de Unicrédito proceden en un 46% de Italia; el 22%, de Alemania; el 12%, Europa del Este; el 11%, de Austria; y en otros mercados tiene un 9%.

Unicrédit, que compró Banco de Austria en 2007 y, antes, en 2005, HypoVereinsbank, tiene como uno de sus principales puntos estratégicos extenderse hacia centro Europa y también hacia la Europa del Este

Andrea Orcel es un viejo conocido por aquellos que siguen los culebrones financieros aquí en España, tanto si tienen final feliz como si no lo tienen.

Lo suyo con Ana Botín (que lo fichó cuando estaba en Credit Suisse para ser su consejero delegado en 2018) salió mal porque la actual presidenta del Santander descubrió que Orcel, apoyado por los fondos que en aquel momento eran accionistas del banco cántabro quería hacerse con el control de la entidad.

Botín alegó, no obstante, y además, que el Santander no podía pagar casi 11 millones de sueldo, más los 55 millones de euros en bonus que Orcel acumulaba.

El asunto acabó en los tribunales españoles que le dieron la razón al banquero y el Santander tuvo que desembolsar una indemnización de 43 millones de euros por la ruptura del contrato.

Orcel era fichado en enero de 2021 por Unicredit, y el Santander respiraba tranquilo.