José María Fernández Sousa, presidente de Pharmamar
El Ibex 35 ha cerrado jornada en los 9.916 puntos, prácticamente en nivlees de apertura. Las acciones de Pharmamar ha caído un 0,2% hasta los 34,9 euros
Pharmamar ocupa el puesto número 10 en el ranking de los valores cotizados en el Mercado Continuo que más bajan desde el comienzo del año.
Un 15% se deja, nada más y nada menos. Cerró 2023 con un precio de 41 euros, y hoy sus títulos valen 34,8.
Su capitalización cae hasta los 640 millones desde los 754 con los que acabó el año pasado, un año en el que su trayectoria bursátil se saldó con pérdidas del 36%
La evolución de la empresa gallega que elabora fármacos a partir de compuestos marinos, es una historia de altibajos, una montaña rusa en toda regla. Despegues de la acción espectaculares en Bolsa seguidos de varapalos también sonados en función de las noticias, positivas o negativas, sobre los ensayos clínicos, por ejemplo.
Llegó a valer en Bolsa más de 1.700 millones impulsada por la crisis sanitaria del coronavirus lo que le llevó a formar parte del IBEX 35, selectivo que abandonó apenas dos años después.
El antitumoral Zepzelca se puede convertir en el revulsivo que aguardan los inversores, a la espera de la aprobación por parte de China que podría producirse en el segundo trimestre de 2024
Pharmamar acaba de concluir, además, un programa de compras de acciones propias por el que ha adquirido 419 títulos, es decir, el 2,28% del capital, por millones de euros.
Los expertos recuerdan que esta práctica es cada vez más habitual entre las cotizadas con el objetivo de controlar la caída en el precio de las acciones lo que, a corto plazo puede resultar efectivo pero, largo plazo, si los fundamentales de la empresa no son buenos, no sirve de nada.
De momento, su reflejo en la cotización de Pharmamar, no se ha notado.
Lo cierto es que la compañía que preside José María Fernández Sousa parece haber perdido interés por parte de los inversores que entran y abandonan la acción, con una facilidad pasmosa. Por ejemplo, el 13 de diciembre tras recibir la buena noticia de que su antitumoral Zepzela, destinado a pacientes adultos con cáncer de pulmón “de célula pequeña metastásico, con progresión de la enfermedad durante o después de la quimioterapia basada en platino”, sumaba una nueva aprobación: la de las autoridades sanitarias de Hong Kong.
La acción escaló hasta los 42,7 euros, una tendencia que se desinfló poco después y que no sirvió para consolidar niveles.
Zepzelca, ha sido autorizado por 15 países, aunque en Europa solo tiene el visto bueno de Suiza.
Dicen los expertos que el Zepzelca se puede convertir en el revulsivo que aguardan los inversores, a la espera de la aprobación por parte de China que podría producirse en el segundo trimestre de 2024.
Su capitalización cae hasta los 640 millones desde los 754 con los que acabó el año pasado, un año en el que su trayectoria bursátil se saldó con pérdidas del 36%
Aun así, es difícil que se repita el éxito y el aplauso que le dio el mercado por su primer gran éxito, el Yondelis, medicamento que demostró su eficacia contra el sarcoma de tejidos blandos y el cáncer de ovario, y sobre el que ha pesado de manera decisiva la llegada de los genéricos.
El caso del Aplidin, (plitidepsina) que ofrecía resultados positivos en el ensayo clínico en pacientes hospitalizados por Covid, y que proyectaba muy buenas expectativas, se topó con la Agencia Europea del Medicamento, EMA, que no le dio su aprobación.
Pharmamar recurrrió ante el Tribunal de Justicia de la UE y el caso está todavía enredado en el laberinto judicial europeo.
Pero además de buscar un revulsivo para la cotización, Fernández de Sousa busca un catalizador para las cuentas de la compañía.
Los últimos resultados presentados ratificaron la pérdida de ingresos. De enero a septiembre de 2023, facturó 117,6 millones, un 19% menos, y los beneficios cayeron un 82% hasta los 8 millones, en comparación con los 43,4 millones en el mismo período del año anterior.
Eso sí, cabe destacar, según los expertos, el crecimiento de los ingresos por royalties, que alcanzaron un total de 38,3 millones de euros, un 8% más.
De momento, (menos mal) el terremoto generado por la situación de otra farmacéutica, Grifols, no ha salpicado a Pharmamar, ni tampoco a ninguna otra compañía del sector.
De enero a septiembre de 2023, Pharmamar facturó 117,6 millones, un 19% menos, y los beneficios cayeron un 82%
Y si a la compañía le cuesta recibir el apoyo del mercado, tampoco, y durante prácticamente toda su trayectoria, ha contado con el apoyo del Gobierno de turno, tal y como ha reiterado Hispanidad en múltiples ocasiones, ni siquiera el de la Xunta de Galicia, cuando tenía al frente a Alberto Núñez Feijóo.
Diríamos que, ambos, Fejióo y Sousa, no tenían precisamente una buena relación. Pero no es esto de lo que se queja el presidente de Pharmamar sino del poco respaldo que, a sus investigaciones, y por supuesto a sus fármacos, le dan las instituciones españolas, algo fundamental, si quieres que prosperen, y que no se resienta en exceso la cuenta de resultados.