Josu Jon Imaz, consejero delgado de Repsol / Foto: Pablo Moreno
Objetivo: Tener más músculo financiero para afrontar el ‘palo’ (perdonen la expresión) de la Hacienda británica y, por supuesto, seguir reordenando activos en el Reino Unido.
Es lo que busca Repsol que negocia con los noruegos del fondo Neo Energy fusionar el negocio de petróleo y gas en el mar del Norte para optimizar el proceso de producción y gestionar mejor el pago de impuestos en el Reino Unido, que va a celebrar elecciones esta semana.
Reino Unido dio luz verde a un impuesto adicional al beneficio de las empresas tras la subida de los precios de la energía en 2022.
Según los expertos consultados, Repsol estaría gravada en el país con un impuesto sobre beneficios del 40%.
Aquí en España, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un impuesto temporal para 2022 y 2023, que es posible que prorrogue. Esto le supuso a Repsol desembolsar 443 millones en el 22, y de 350 millones el pasado año.
El partido laborista asegura que va a suprimir una exención para los beneficios que se reinviertan en la producción de petróleo y gas
Volviendo al Reino Unido y a la operación que negocia Imaz, el Partido Laborista, con ventaja considerable en las encuestas, lleva en su programa aumentar los impuestos sobre el sector, que ya son de los más altos del mundo.
El partido que lidera Keir Starmer, asegura, además, que va a suprimir una exención para los beneficios que se reinviertan en la producción de petróleo y gas.
El grupo presidido por Antonio Brufau opera en Reino Unido a través de su filial Repsol Resources UK, (con sede en Escocia) que explota y produce petróleo y gas en el Mar del Norte. Tiene intereses en 48 yacimientos marinos, de los que explota 38, según su página web.
Neo Energy está controlada por HitecVision, un fondo de capital privado centrado en la industria energética offshore en Europa, con 6,700 millones de dólares bajo gestión. HitecVision, tiene su sede en Stavanger, Noruega, y oficinas en Oslo y Londres.
La operación con Neo Energy se engloba, además, “en la estrategia de la compañía de reordenar todos sus negocios de upstream, aquellos más ligados con la parte de exploración y producción de petróleo y gas” señala Gonzalo Lardies Navarro, gestor Senior de Renta Variable de Andbank Wealth Management, para añadir que, como consecuencia de las políticas de transición energética “la mayor parte de compañías petrolíferas están ahora más centradas en invertir en proyectos de energía renovable”.
Con buenos fundamentales, un PER que roza el 5 y un dividendo del 6%, la compañía que dirige Josu Jon Imaz tiene recomendación de compra para la media del consenso de Reuters
Además, explica "con la fusión se producirían sinergias al unir los negocias en ese zona geográfica concreta y se generarían una serie de economías de escala. Incluso, debido a su mayor tamaño, se convertiría en un activo más atractivo para inversores interesados”.
La cotización de Repsol sube por encima del 1% desde el inicio de la sesión de hoy lunes 1 de julio, hasta los 14,92 euros; ha cerrado semestre con una revalorización del 10,4%; sus títulos aplaudieron, allá por abril, el aumento de las tensiones en el conflicto de Oriente Medio, es decir, la guerra de Gaza y alcanzaron los 16,20 euros.
Desde entonces, han perdido fuelle, aunque su recorrido por el parqué sigue siendo positivo.
Con fundamentales muy buenos, un PER que roza el 5 y un dividendo del 6%, la compañía que dirige Josu Jon Imaz tiene recomendación de compra para la media de los analistas del consenso de Reuters: precio objeivo de 17,73 euros por acción con potencial del 21%.
La fusión produciría sinergias al unir los negocias en esa zona geográfica concreta y se generarían una serie de economías de escala. Incluso, debido a su mayor tamaño, se convertiría en un activo más atractivo para inversores interesados
Sin embargo, los expertos advierten de que el mercado sabe de la excesiva dependencia que del petróleo tienen las cuentas de resultados de Repsol y, en este sentido, las previsiones no son demasiado halagüeñas.
Los repuntes de la campaña estival, según Goldman Sachs, que pronostica un “ultimo baile del petróleo en el mercado”, no podrán parar la caída de precios.
Pero no sólo esto, sino que el tránsito hacia lo verde le va a suponer un desembolsos de miles de millones a lo que hay que sumar el enfrentamiento de Imaz con el Gobieno por el impuesto a las energéticas.
Repsol es una de las compañías más generosas en el reparto de dividendos de julio (en concreto, el día 8): 0,5 euros por acción, lo que supone un 42% más respecto a los 0,35 euros de hace un año. En total, 608 millones de euros.
Respecto a su accionariado, BlackRock es el principal accionista con el 5,47% seguido de Norges (el fondo soberano noruego) que tiene el 4,94%.