Punto y final de una semana para olvidar, si es que se puede. Los mercados de todo el mundo muestran signos de agotamiento por tanta convulsión. Y, sin embargo, en medio de este escenario, ha habido empresas que se han atrevido a moverse, a pesar de todo. Hablamos de Prada que ha cerrado la compra de Versace, su eterna rival, por 1.250 millones de euros (1.375 millones de dólares). La operación fue castigada por el mercado. Las acciones la multinacional estadounidense Capri Holdings, propietaria de Versace hasta ese momento, llegaron a caer un 10%.

Mientras que los títulos de Prada, que cotiza en Hong Kong y en la Bolsa de Milán, apenas reaccionaban tras conocerse los detalles de la compra.

Versace, que tiene su sede estratégica en Milán, estaba en manos de Capri Holdings, (antes Michael Kors), que la compró en 2018 por cerca de 1.800 millones de euros. Ahora, la firma fundada por Gianni Versace en 1978 vuelve a casa, al mismo tiempo que Prada gana músculo para competir con las todopoderosas empresas del lujo francés Kering y LVMH. “Es significativo que haya sectores que tengan perspectiva y miren más allá, a pesar de la que está cayendo, sobre todo si tenemos en cuenta que el sector del lujo será uno de los más afectados por los aranceles, ante el deterioro de las expectativas de consumo”, señalan los expertos consultados.

Sólo hay que echar un vistazo al STOXX Europe Luxury 10 index, en el que cotizan las principales marcas como Hermes, Richemont, LVMH, Kering, Burberry o Christian Dior, que se deja en lo que va de año más de un 7%. En los últimos doce meses, ha perdido un 12%.

El sector del lujo ya venía arrastrando problemas desde hace tiempo porque su principal cliente, China, había aflojado mucho en las compras, estaba deprimido, y sigue sin levantar cabeza.

El STOXX Europe Luxury 10 index, en el que cotizan las principales marcas como Hermes, Richemont, LVMH, Kering, Burberry o Christian Dior, se deja en lo que va de año más de un 7%. En los últimos doce meses, ha perdido un 12%

Puso el foco, entonces, en Europa y EEUU, pero la guerra comercial ha complicado sus planes. Todavía no se sabe con qué impacto financiero y estratégico.“Fuimos muy optimistas, en general, y cuando Richemont (compañía suiza y representante del sector por excelencia) publicó unas cifras trimestrales, muy buenas, todos pensamos que los problemas del sector, en cierta medida, se habían acabado, el consumo parecía haberse recuperado y las perspectivas eran mejores ”, explican los analistas.

Pero, no sólo no se han cumplido las expectativas, sino que el contexto mundial ha empeorado.

Bernstein Research, empresa de análisis y de gestión de activos, prevé que el sector se contraiga este año un 2% frente a sus estimaciones anteriores de crecimiento

Y, a pesar de que el sector suele asimilar mejor que otros este tipo de tasas, por el poder adquisitivo de sus clientes, la guerra arancelaría le pasará una factura considerable.

Bernstein Research, empresa de análisis y de gestión de activos, en uno de sus últimos análisis sobre el sector, rebaja sus expectativas de ventas. En concreto, prevé que se contraiga este año un 2% frente a sus estimaciones anteriores de crecimiento, superiores al 5%, para este segmento del consumo ‘premium’ que generaba dudas ya en 2024.

Explica Javier Cabrera, analista de mercados, que Bank of America desconfía del desempeño del sector, especialmente en Estados Unidos, ha recortado sus previsiones de beneficios para el primer semestre de este año entre un 3%-4% para varias de sus empresas. “Esto les obliga a replantear estrategias y apostar por las fusiones y las adquisiciones para capear mejor el temporal y…sobrevivir”.

La firma fundada por Gianni Versace en 1978 vuelve a casa, al mismo tiempo que Prada gana músculo para competir con las todopoderosas empresas del lujo francés Kering y LVMH

Por ejemplo, LVMH, el gigante del lujo mundial se está expandiendo mediante compras selectivas. Lo último ha sido la adquisición de una participación mayoritaria del fabricante francés de joyas Platinum Invest, tras la compra, en 2022, del fabricante italiano, también de joyería, Pedemonte Group.

Kering, dueña de Gucci, Balenciaga, Yves Saint Laurent y Bottega Veneta, y en su apuesta por las fragancias para ampliar su portfolio, ha comprado la empresa británica de perfumes Creed, por más de 3.500 millones de euros.Creed era propiedad de un grupo de fondos de inversión liderado por BlackRock y del español Javier Ferrán, que era su presidente.

Firmas emblemáticas como Armani, no descartan fusionarse. Su fundador, Giorgio Armani, que tiene más de 90 años y que ha abierto el proceso de sucesión, ha hablado, en varias ocasiones, de esta posibilidad, porque, asegura, “ya es hora de jubilarse”.