La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha respaldado a Ouigo al reclamar al gestor ferroviario español Adif Alta Velocidad que responda a su solicitud de capacidad marco en las líneas Valladolid-Madrid y Madrid-Murcia. Sin embargo, no dice nada acerca de que el tren de alta velocidad low cost francés, propiedad del operador estatal galo SNCF, lastre la competencia en la alta velocidad española al vender a pérdidas, llevando también a números rojos a sus rivales: el español Renfe -vía AVE y su versión low cost, Avlo- y el hispanoitaliano Iryo.

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El regulador de la Competencia que preside Cani Fernández ha actuado muy bien hace unas semanas al multar a Booking con 413 millones de euros por prácticas monopolísticas. Pero, al mismo tiempo, deja que desear en su actitud en materia ferroviaria. No ha dudado en apoyar a Ouigo al requerir a Adif Alta Velocidad que responda a la citada solicitud de capacidad marco en el plazo de un mes, dado que considera injustificada la demora de más de un año en responder, y también señala que los administradores de infraestructuras deberán elaborar un procedimiento para tramitar las solicitudes de capacidad marco.

Sin embargo, la CNMC no dice nada sobre el verdadero problema que está lastrando la competencia y el negocio en la alta velocidad de nuestro país: la venta a pérdidas por parte de Ouigo. Un asunto que ha criticado mucho -y acertadamente, por una vez- el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, e incluso llegó a amenazar con llevarle ante la CNMC… pero después prefirió ir más arriba y que Renfe preparara una denuncia contra Ouigo ante la Comisión Europea. Eso sí, los galos no se rinden e insisten en seguir retando al ministro... en cuestión de retrasos e indemnizaciones. Mientras, Adif ha vuelto a desmontar la queja de Ouigo y de Iryo sobre los elevados cánones que le pagan porque están congelados desde 2021,... pero hay más pasajeros y trenes. 

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Una venta a pérdidas que tampoco le sale rentable al propio Ouigo a la luz de las cuentas de 2023 depositadas en el Registro Mercantil y a las que ha accedido Cinco Días, pero claro, no hay que olvidar que le da un poco igual… porque de las pérdidas se hace cargo su propietario, el operador estatal ferroviario francés SNCF,… y por ende, todos los franceses. Ouigo ha elevado los números rojos a 42,7 millones de euros, frente a los 36,6 millones del año anterior, pese a mejorar el resultado bruto de explotación (ebitda) a -19 millones y a los aumentos en ingresos (139 millones, un 30,8% más) y en pasajeros (4,6 millones, frente a los 3 millones de 2022), tras expandir sus destinos a Alicante y Albacete. En lo que va de 2024, Ouigo sumó la ruta de Madrid-Segovia-Valladolid, y el próximo 5 de septiembre, prevé llegar a Cuenca y operar la línea Madrid-Elche-Murcia; así como sumar los destinos de Córdoba, Sevilla y Málaga en otoño.

Al hilo de las cifras, conviene recordar que Renfe tampoco ha funcionado bajo el liderazgo del dúo formado por el ministro Puente y el presidente del operador ferroviario español, el socialista catalán, Raül Blanco. Y es que sus pérdidas se han elevado… tras bajar precios para competir con Ouigo e Iryo: el operador ha tenido unos números rojos de 123 millones en 2023, frente a los de 90 millones del año anterior; y los de la división Renfe Viajeros han pasado de 51 a 65 millones con un menor ingreso medio por viajero.

En lo que va de 2024, Ouigo ha sumado la ruta de Madrid-Segovia-Valladolid, y el próximo 5 de septiembre, prevé llegar a Cuenca y operar la línea Madrid-Elche-Murcia; y sumará los destinos de Córdoba, Sevilla y Málaga en otoño

Por su parte, el hispano-italiano Iryo tampoco ha dado alegrías a sus accionistas en 2023, que son: en un 45% Trenitalia, el principal operador ferroviario en Italia y que es propiedad del estatal Ferrovie dello Stato; en un 31% los fundadores de Air Nostrum (entre ellos, Carlos Bertomeu); y en 24% Globalvia. Y es que Iryo cerró 2023, su primer ejercicio completo operando en nuestro país, sin llegar a ser rentable, pese a ingresar más de 200 millones y transportar 6,05 millones de pasajeros.

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Ante los números rojos, el propio Blanco advirtió a sus rivales que “no se puede perder dinero eternamente”… y que si sigue la guerra de precios bajará la calidad (algo que ya están sufriendo los viajeros de todos ellos), como se puede ver en numerosos ejemplos: problemas al comprar billetes, retrasos -pero ahora solo se indemnizan en Renfe los que sean superiores a una hora-, averías, descarrilamientosturbulencias, exigencias en las medidas de la maleta y tuteo en Avlo, viajes en Iryo sin aire acondicionado, etc.). En el entretanto, desde la CNMC no sólo no se queja de la venta a pérdidas, sino que también destaca que la competencia ha disparado el número de viajeros de la alta velocidad comercial en 2023, hasta 32,4 millones, un 37% más que el año anterior. De hecho, ha detallado que el corredor Madrid-Barcelona, donde están presentes todos los operadores, tuvo 14 millones (+34,6%); seguido del Madrid-Valencia, con más de 5 millones (+ 73,5%). Eso sí, el regulador de la Competencia ha señalado que el transporte de mercancías por ferrocarril cayó alrededor de un 10% en 2023... y recientemente, ha iniciado un expediente sancionador contra Renfe Mercancías por posibles prácticas anticompetitivas.