Los fabricantes automovilísticos japoneses Toyota y Mitsubishi Motors se recuperan de la crisis Covid
El coche japonés ha acelerado a fondo entre los meses de abril y septiembre. Y es que Toyota ha duplicado el beneficio en su primer semestre fiscal, hasta los 11.574 millones de euros, y Mitsubishi Motors ha logrado decir adiós a las pérdidas y ganar 205 millones en ese mismo periodo.
Toyota, que recuperó el trono mundial de ventas en 2020 y empezó su mejora de la crisis Covid entre abril y junio, ha tenido un beneficio operativo (Ebit) en su primer semestre fiscal de 13.238 millones, casi tres veces más que el de hace un año. Por su parte, la facturación ha ascendido a 117.512 millones (+36%), ha tenido unas ventas de 5,265 millones de unidades (+20,6%) y una producción de 3,93 millones de coches (+28%), entre los que se incluyen la furgoneta Proace City que fabrica en la planta de Stellantis situada en Vigo (España). Eso sí, la producción ha bajado un 12% en su segundo trimestre (julio a septiembre): el director financiero de Toyota, Kenta Kon, ha explicado que “la escasez de semiconductores y el impacto de la pandemia en algunos países nos obligó a reducir la producción a nivel global”.
Toyota fabricó 3,93 millones de coches (+28%) en su primer semestre, entre los que está la furgoneta Proace City que produce en la planta de Stellantis de Vigo. Eso sí, en el verano, la redujo un 12% por la escasez de chips y la pandemia
Mitsubishi Motors, que tiene una alianza con Renault y Nissan, ha vuelto a ganancias y ha logrado un Ebit de 191,4 millones en su primer semestre fiscal. Los ingresos han ascendido a 6.797 millones (+55%), ha vendido 442.000 vehículos (+26%) y ha producido 467.000 (+68,5%),
De cara al cierre de su año fiscal (que llegará el próximo marzo), Toyota ha elevado sus previsiones de beneficio un 8%, hasta los 18.901 millones, pero estima unas menores entregas (-1,7%, a 8,55 millones de unidades) y un descenso de la producción (del 3%, a 9 millones) por la escasez de chips y los problemas de la cadena de suministro que hay en todo el mundo. Mitsubishi también ha elevado su previsión de beneficio y espera ganar 440 millones, y de ingresos, pero también pronostica menores ventas mundiales, situándolas en 1.059 millones de unidades.