El mercado inmobiliario en España deja atrás sus días malos del período Covid y el alza de los tipos de interés y cierra un 2024 donde la compraventa de viviendas, tanto nuevas como de segunda mano, se disparó un 12%, contabilizando 715.429 operaciones, niveles que no se veían desde el 'boom' inmobiliario. 

Por tiempo de vivienda, la usada sigue siendo la más numerosas del mercado al sumar 649.943 operaciones, el 12,4% más que en 2023. Por su parte, las transacciones de vivienda nueva alcanzaron en 2024 las 65.486 unidades, un 8,6% más. Por tipo de régimen, la gran mayoría de las compraventas en 2024 (695.301) fueron vivienda libre (12,4% más) y el resto (20.128) protegida, un 1% menos. Por comunidades autónomas, el mayor número de compraventas de vivienda en 2024 se registró en Andalucía (138.372, un 10,6% más), seguida de Comunidad Valenciana (112.560, el 8% más), Cataluña (108.434, el 12,5% más) y Comunidad de Madrid (88.229, con un aumento del 16,4%), según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

Durante el año las compraventas han ido subiendo progresivamente en cada trimestre, arrancando con 160.441 operaciones en el primero, el 1,5% más que en el mismo periodo de 2023, para subir un 11,2% en el segundo, hasta las 189.760 transacciones, aumentar un 16,7% en el tercero (166.176 compraventas) y dispararse en el cuarto hasta rozar las 200.000 operaciones (18,6%).

129.437 compraventas fueron realizadas por extranjeros: 72.466 compraventas las realizaron los extranjeros residentes y 56.971 operaciones los no residentes. 

Suben las compraventas pero cabe preguntarse ¿a qué precio? No podemos olvidar el desastre del Sanchismo y de su Gobierno PSOE-Sumar. Un joven español, aunque profesionalmente le vaya bien, no puede acceder a una vivienda en propiedad. Es más: hemos pasado de una generación que no podía comprar, a otra que no puede alquilar: vamos bien, y eso que ahora la vivienda ha pasado a ser un derecho, todo un logro histórico. 

Que el precio de la vivienda se dispare es un problema, pero más grave es que el Gobierno insista en su política de topes de precios y las zonas tensionadas, cuando se ve que no funciona. 

El gran problema de la vivienda sigue ahí: hace falta suelo, el problema está en la oferta y hay que edificar. Más que obvia es la escasez de oferta de viviendase necesitan 600.000 viviendas hasta 2025 para suplir el déficit de inmuebles en el país. En este tiempo ha quedado claro el fracaso de socialistas y comunistas en materia de vivienda. La solución es sencilla, si no quieres que el precio de la vivienda se dispare y lo que buscas es que la gente tenga acceso a la vivienda y que se firmen hipotecas: libera suelo edificable. Algo que parece que sigue siendo imposible, porque continuaremos sin Ley de Suelo, y por tanto, sin que se construyan viviendas, por lo que seguirán subiendo los precios, y de eso el que tiene la culpa es el Gobierno, no el propietario.