Isabel Rodríguez y Teresa Ribera presumen de 'éxito político' con el tope ibérico al precio del gas, pero es pan para hoy y hambre para mañana
Este viernes, en Consejo de Ministros extraordinario, se ha aprobado el tope ibérico al precio del gas que se usa para generar electricidad. Pero no lancen las campanas al vuelo, porque en rueda de prensa, se ha visto demasiada demagogia populista -de izquierdas, por supuesto- de Teresa Ribera, quien ha prometido luz barata, hoy sí, pero no mañana… porque crea un nuevo déficit de tarifa que pagaremos todos los clientes eléctricos y que encarecerá la factura de los próximos años. ¡Ole!
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha empezado su ‘gran’ intervención señalando que “por primera vez no pagan los mismos”, aludiendo a que en otras crisis se ha ayudado vía Presupuestos Generales del Estado (una herramienta que los socialistas usan mucho para ‘ayudar’ a la gente), pero en esta ocasión no se hará así. O sea, no pagarán los contribuyentes (que son la gran mayoría de los habitantes), sino los clientes eléctricos. Y ya saben que todos los clientes son contribuyentes, así que sí que pagarán los mismos o, al menos, gran parte de los mismos.
Subrayado que “por primera vez se reducen los beneficios extra de las empresas energéticas para que haya beneficios netos para todos los consumidores”. Es decir, ha tenido un gesto con los podemitas, que tanto cargan contra los llamados beneficios caídos del cielo...
Por si esto no bastara, Ribera ha subrayado que “por primera vez se reducen los beneficios extra de las empresas energéticas para que haya beneficios netos para todos los consumidores”. Es decir, ha tenido un gesto con los podemitas, que tanto cargan contra los llamados windfall profits (beneficios caídos del cielo). Claro que más adelante ha subrayado que “las energéticas van seguir teniendo beneficios, no van a entrar en pérdidas”, y se ha atrevido a decir que al Gobierno le hubiera gustado que hubieran hecho más esfuerzo al lanzar sus ofertas y nuevas tarifas, ¿en serio? Debería recordar que Naturgy se adelantó ofreciendo una tarifa a un precio fijo de pool de 60 euros por megavatio hora (MWh) durante 24 meses, que después pasó a 65 euros extendiéndo su duración a tres años, y que acaba de anunciar otra tarifa para clientes industriales a 55 euros/MWh hasta 2025... a costa de reducir beneficios; y también Endesa e Iberdrola han sacado tarifas a precio fijo.
Es cierto que las empresas energéticas van a tener un margen inferior, pero no serán las gaseras las más perjudicadas. La energía hidráulica, la nuclear, la solar y la eólica, que entran antes que el gas en el pool y se estaban pagando al precio de este, ya no podrán cobrar ese extra. Por tanto, la medida fastidiará principalmente a las compañías que son fuertes en dichas energías: en hidráulica, Iberdrola, sobre todo; en nuclear, Iberdrola y Endesa; y en solar y eólica (las cuales gustan mucho a Ribera), las compañías de renovables. ¡Ole!
Las empresas energéticas van a tener un margen inferior, pero no serán las gaseras las más perjudicadas, sino la energía hidráulica, la nuclear, la solar y la eólica,... que hasta ahora se estaban pagando al precio del gas en el 'pool'
La vicepresidenta ecológica ha prometido luz más barata, hoy sí: el tope ibérico para el gas que entra en el pool se fija en 40 euros/MWh durante seis meses y después subirá a un promedio de 48 euros/MWh, concretamente “en 5 euros/MWh al mes a partir de entonces, terminando en 70 €/MWh para que haya una convergencia a la normalidad”, como se recoge en la referencia, y en total estará topado durante un año. Así, Ribera presume de que el precio medio del pool pasará de los actuales 210 euros/MWh a unos 130 euros/MWh, por lo que la factura se abaratará entre un 20 y un 30%, según algunos expertos. “Un paraguas para proteger de la volatilidad a consumidores domésticos, autónomos, empresas y grandes industrias”, ha presumido Ribera, que supondrá “una mejora inmediata para el 37% de los consumidores domésticos y el 70% de los industriales”, y empezará siéndolo para los de la tarifa regulada, pero se podrían sumar también los clientes del mercado libre... cuando renueven sus contratos (ahora tendrán que pagar más en la factura). Sin embargo, lo de inmediata tiene matices: la medida entrará en vigor un día después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), prevista para el sábado 14, pero aún quedaría pendiente que la Comisión Europea mande su ‘ok’ definitivo (algo que, según Ribera, podría tardar una semana o dos, diez días...), pues hasta ahora sólo ha dado una preautorización. Además, ha añadido que también “servirá para la contención del IPC”, es decir, el impuesto de los pobres, que continúa desatado: en el 8,3% en abril, según los últimos datos.
Ribera presume del tope ibérico como 'éxito político': supondrá “una mejora inmediata para el 37% de los consumidores domésticos y el 70% de los industriales”... y también “servirá para la contención del IPC”
Claro que Ribera calla que la factura de la luz no será más barata mañana, sino más cara… porque habrá que ir pagando el nuevo déficit de tarifa que crea para compensar a los productores de ese gas que ahora tiene topado su precio. Es decir, Ribera reduce la tarifa hoy, a costa de subirla los próximos años. Recuerden que esto se les da muy bien a los socialistas, pues aún seguimos pagando el elevado déficit de tarifa que generó José Luis Rodríguez Zapatero con sus generosas primas (subvenciones) a las renovables, que llegó a casi 30.000 millones de euros y que había bajado a 12.182 millones en 2021, por lo que aún tardaremos años en liquidar dicha deuda (y encima es también una deuda financiera, porque se abonan los intereses).
El Gobierno Sánchez podría haber optado por reducir la factura eléctrica bajando aún más sus impuestos (a costa de recaudar menos, claro está), pero no, ha elegido hacerlo vía ‘subvención’ y por tanto, creando un nuevo déficit de tarifa. Y ojo, Ribera no se ha mojado en las cifras del coste de dicho tope ibérico al gas, que el CEO de Endesa, José Bogas, ha cifrado en más de 6.000 millones anuales. Además, una medida mucho más justa que el tope ibérico al gas sería que cada energía se cobre en el pool según su coste real, como propuso Naturgy con el apoyo de Endesa hace casi dos meses, cabreando a Ignacio S. Galán, presidente y CEO de Iberdrola, que ya se se prepara para otra difícil Junta de Accionistas.