Desde hace años se han destinado milmillonarias inversiones para ser cada día más digitales (y la última apuesta en este contexto es la famosa Inteligencia Artificial), algo que ha traído ventajas y avances, por supuesto, pero también algunos inconvenientes: cada día somos más frágiles, menos libres y estamos más controlados. En definitiva, ha aumentado la fragilidad de la sociedad digital… algo que sólo se comprueba fuertemente cuando ocurre un fallo informático, como por ejemplo el que ha sufrido Microsoft en todo el mundo este viernes y que ha afectado a: aeropuertos (incluyendo a aerolíneas y al gestor aeroportuario español AENA), empresas públicas y privadas, bancos, sistemas de pago digitales (Bizum, Waylet…), hospitales, Bolsas (la de Londres no ha podido operar), el teléfono 061 en Cataluña, medios de comunicación (el canal Sky News suspendió sus emisiones, incidencias en diario The Telegraph), supermercados (por los pagos con tarjeta en Aldi, Morrison’s, Waitrose…), etc.

Todo el caos se ha debido a un fallo informático en dispositivos Windows (el sistema operativo de Microsoft) por una actualización de una plataforma de software de terceros (concretamente, de ciberseguridad y que se llama Crowdstrike). El CEO de Crowdstrike, George Kurtz, ha señalado que la plataforma está “trabajando activamente” con los clientes afectados por un error registrado en una actualización y ha confirmado que no se trata de “un incidente de seguridad ni un ciberataque”. A pesar de que los fallos se empezaron en la noche del 18 de julio, no se pudieron solucionar y se extendieron a nivel mundial; en España comenzaron a notarse bastante sobre las ocho de la mañana y Microsoft apuntaba a que lo solucionaría en unos 45 minutos, pero ya van más de siete horas… y no lo ha conseguido. Y ojo, porque al parecer los problemas (los cuales incluyen fallos en las operaciones de administración de servicios y en la conectividad o disponibilidad de las herramientas que ofrecen las empresas clientes de Crowdstrike y/o de Microsoft) los tienen que solucionar usuario a usuario… y estamos hablando de cientos de millones de usuarios.

El fallo informático mundial ha tenido poca repercusión en la Bolsa española, pues el Ibex sólo desciende un 0,37% a dos horas y media del cierre de sesión. De hecho, AENA sólo baja un 0,58%... e IAG, un 1,45%

Eso sí, el fallo informático mundial ha tenido poca repercusión en la Bolsa española, pues el Ibex sólo desciende un 0,37% a dos horas y media del cierre de sesión. Entre los componentes del selectivo español con mayores caídas no se encuentra el gestor aeroportuario AENA (-0,58%), pero sí los siguientes: Fluidra (-2,6%), Sacyr (-1,74%), el holding aéreo IAG (-1,45%), Enagás (-1,3%), Banco Santander (-1,2%), Grifols (-1,17%) y Endesa (-1,11%).

Cabe referir que AENA y las aerolíneas sufren algunos retrasos de vuelos, aunque no han llegado al extremo de suspender algunos, como sí ha pasado en EEUU y Alemania, entre otros países. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha presumido de que el fallo mundial “afortunadamente” no ha afectado “de manera significativa” a los transportes de España, aunque ha generado “algunos retrasos” en los aeropuertos, mientras que se ha vivido una “crisis muy fuerte en Australia o Estados Unidos”. En nuestro país hay incidencias en el tráfico aéreo, pero “no se están produciendo, al menos hasta el momento, grandes problemas en la operativa de los aeropuertos”, pero la situación es “menor que en otros lugares” y no hay afectación “ninguna” en el tráfico ferroviario. Además, AENA ha respondido a la altura, “en algunos casos, haciendo la facturación y el embarque de manera manual para evitar que en periodo vacacional los usuarios se vean afectados”. Eso sí, los viajeros no deben esperar indemnizaciones por los retrasos de los vuelos: las plataformas de reclamación Reclamador.es y Airhelp han coincidido en que los retrasos de los vuelos producidos por la caída de Microsoft son considerados de fuerza mayor, por lo que no se podrán solicitar reembolsos, mientras desde Facua han indicado que los afectados tienen derecho a comida y alojamiento en hotel. Reclamador.es ha recordado que las incidencias que no son reclamables son aquellas en las que los retrasos o cancelaciones de los vuelos se producen como consecuencia de un motivo que es ajeno a la propia aerolínea, los llamados casos de fuerza mayor, como ha sido el provocado por el fallo mundial de Microsoft. Por su parte, la OCU ha señalado que, tanto si se trata de una cancelación como un retraso, las compañías aéreas deben asistir a los pasajeros, ofreciéndoles alojamiento y manutención; así como garantizar su traslado al destino lo antes posible; aunque refiere que el pasajero también podría optar por el reembolso del billete... a AENA y a la aerolínea, que deberá acreditar que se trata de una circunstancia extraordinaria que le exime de pagar dicha indemnización.

También han tenido problemas muchas aerolíneas (Delta Airlines, United Airlines, American Airlines, Frontier, Sun Country Airlines,  Quantas, Ryanair, Iberia, Vueling, Lufthansa, Air France-KLM, Wizz Air...), empresas públicas (EMT, AENA...) y privadas (Repsol, Osakidetza...), bancos (Kutxabank, Abanca,...), sistemas de pago digitales (Bizum, Waylet, entre ellos), hospitales (algunos han tenido que suspender ciertas cirugias), bolsas (la de Londres no ha podido operar), el teléfono 061 en Cataluña, medios de comunicación (el canal Sky News suspendió sus emisiones, hubo incidencias en el diario The Telegraph), supermercados (por los pagos con tarjeta en Aldi, Morrison’s, Waitrose…), etc.