Si en octubre dijimos que Barclays no remontaba, este miércoles hemos constatado, con los resultados en la mano, que no lo ha hecho en el conjunto del año 2022, y eso que los ingresos aumentaron un 14% y alcanzaron los 24.956 millones de libras esterlinas (unos 28.275 millones de euros).

Las provisiones para cubrir futuros impagos alcanzaron los 1.220 millones de libras (unos 1.380 millones de euros) frente a la liberación de 653 millones de libras en 2021. Y no solo eso, el banco se anotó un impacto negativo de 1.597 millones de libras (en euros, unos 1.800 millones) por litigios -unos 1.000 millones fueron por el error administrativo en la sobreventa de valores en EEUU- frente a los 397 millones de libras de 2021.

En definitiva, casi 2.000 millones por litigios en dos años, lo que sin duda es un duro golpe a la reputación de la entidad.

Al margen de esto, el negocio creció en todas las áreas: en banca corporativa y de inversión lo hizo un 8%, en tarjetas, pagos y consumo, un 35% y en Barclays UK los ingresos aumentaron un 11%. Unos crecimientos, no obstante, que no han convencido a los inversores: la cotización del Barclays cae más de un 9% durante la mañana de este miércoles 15 de febrero y está poniendo en peligro las ganancias acumuladas desde enero, que ya solo son del 3,5%. Ni siquiera el anuncio de la recompra de acciones por 500 millones han animado la cotización.