Danone pinchó en España en 2021, pues tuvo un beneficio neto de 17,1 millones de euros, un 80% inferior al del año anterior (91 millones), por los costes de un primer ERE que supuso 153 despidos y el pago de 51,5 millones en indemnizaciones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Pero ojo, porque este año la cosa no pinta mejor: cerró la fábrica de Salas (Asturias), lo que supuso 70 despidos… y los costes de este ERE podrían lastrar también la ganancia.

Es cierto que los ajustes no son exclusivos de la filial española, sino que parten de la matriz. En la primavera de 2021, el grupo francés de productos lácteos, nutrición especializada y agua comenzó los despidos que había anunciado meses antes: 1.850 en oficinas centrales y locales, sin llegar al máximo previsto (2.000, lo que suponía el 2% de su plantilla, que en total ascendía a más de 100.000 personas en 55 países, y que igualaba a la que tenía sólo en nuestro país). Estos despidos forman parte del proyecto de reestructuración ‘Local First’, que busca “ganar agilidad para adaptarse a las tendencias de consumo y responder a las necesidades del mercado”, según Danone.

En la primavera de 2021, comenzaron los despidos en el grupo: se hablaba de 160 despidos en la Península Ibérica, equivalente a la plantilla lusa, pero este año los ajustes ya no se han dado sólo en personal de oficina, sino que se han extendido al tejido industrial, superando esa cifra

Claro que no hay que olvidar que el pistoletazo de salida a los despidos llegó tras meses algo revueltos, cuando los fondos activistas Bluebell y Artisan ganaron el pulso y lograron que Emmanuel Faber dejara de ser CEO y días después abandonara también la presidencia. En aquel momento, Danone empleaba a más de 2.000 personas en España, repartidas entre: cuatro plantas de producción (situadas en Tres Cantos, Salas, Parets del Vallès y Aldaya), tres plantas de envasado (en Lanjarón, Sigüenza y Sant Hilari Sacalm), tres manantiales (en Gerona, Guadalajara y Granada) dos centros de I+D (en Barcelona y Madrid), tres oficinas (en Madrid, Barcelona y Tenerife) y una planta del proyecto Renueva en Barcelona). Además, trabajaba con más de 200 granjas familiares en siete autonomías en nuestro país y en Portugal contaba 160 trabajadores. En aquel momento se hablaba de 160 despidos en la Península Ibérica, equivalente a la plantilla lusa, pero este año los ajustes ya no se han dado sólo en personal de oficina, sino que se han extendido al tejido industrial: se ha cerrado la fábrica de Salas, lo que ha supuesto un ERE para sus 70 empleados. Y se han superado las 160 salidas en España: un primer ERE de 153 y un segundo de 70. 

François Lacombe, nuevo director general de Danone Iberia

 

Ante este escenario, François Lacombe, nuevo director general de Danone Iberia desde hace casi un mes, tiene tarea para dar la vuelta a las cifras. Asimismo, en 2021, las ventas bajaron un 2,6%, a 769 millones, frente a los 789,7 millones que facturó un año antes tras un crecimiento del 3%. Su negocio principal sigue siendo la venta de productos de leche fermentada, sobre todo yogures, aunque continúa perdiendo peso progresivamente: en 2019 suponía el 74% de los ingresos, en 2020 descendió al 73% en 2021 al 72%. Mientras las ventas de yogures y bebidas de origen vegetal de la marca Alpro han pasado de aportar el 15% de las ventas en 2020 al 17% en 2021.

A nivel global, ha ganado 737 millones entre enero y junio, un 31% menos, pese a unas ventas de 13.325 millones (+12,6%). Ahora ha anunciado que se desprenderá de su negocio de productos lácteos y vegetales en Rusia, lo que le podría suponer un impacto negativo de hasta 1.000 millones

Paralelamente, Danone se está volviendo cada día más ‘progre’, porque ha patrocinado por primera vez las fiestas del Orgullo LGTBI en Madrid y Barcelona. La multinacional francesa, cuyos orígenes son españoles y se remontan a 1919, rediseñó sus carteles más icónicos, pero no gustaron a muchos consumidores, que criticaron el movimiento hablando de “ideología para niños metida con cuchara”. Y por cierto, ante la actual crisis económica, ha surgido la picaresca: Danone ha sido denunciada por dar menos cantidad de producto por el mismo precio, junto a otras empresas (Pastas Gallo, Pescanova, ColaCao, Tulipán y Campofrío), una práctica que se conoce como reduflación.

A nivel global, los resultados no andan para tirar cohetes este año en Danone, que en los últimos tiempos ha pasado de empresa familiar a estar controlada por fondos: entre enero y junio ha ganado 737 millones, un 31% menos. Y eso que las ventas han ascendido a 13.325 millones, un 12,6% más, en parte por los mayores precios. Además, hace unos días, ha anunciado que se desprenderá de su negocio de productos lácteos y vegetales en Rusia, lo que le podría suponer un impacto negativo de hasta 1.000 millones. “Esta es la mejor opción para asegurar la continuidad del negocio local a largo plazo”, señaló el grupo que tiene como CEO a Antoine de Saint-Affrique en un comunicado, añadiendo que su negocio ruso representó cerca el 5% de las ventas netas totales en los primeros nueve meses del año, cuyas cifras se conocerán el próximo día 27.