Antoine de Saint-Affrique ya ha afrontado la decisión más importante desde que desempeña el cargo de CEO, tarea que empezó el 15 de septiembre de 2021: seguir en Rusia
Danone ha recibido el aplauso de la bolsa -y por tanto de los inversores- a su decisión de permanecer en Rusia: su cotización ha subido más de un 7% este miércoles. Dicho país aporta el 6% de sus ventas y donde tiene 8.000 empleados, cuatro veces más que en España, y un total de 12 fábricas.
El grupo francés de alimentación, que es el mayor fabricante de yogures del mundo, ha optado por una postura que no está siendo la habitual entre destacadas corporaciones de su sector. Recientemente, Coca-Cola y PepsiCo han cancelado sus operaciones en Rusia, uniéndose así a Unilever. Por su parte, el mayor grupo alimentario del mundo, el suizo Nestlé, ha suspendido toda inversión de capital en Rusia, pero continuará suministrando productos alimentarios esenciales allí, como informó a Reuters, donde tiene 7.000 empleados y genera algo más del 2% de sus ingresos. Además, Nestlé permanece trabajando también en Ucrania, aunque no sin dificultades, donde cuenta con 5.000 empleados y tres plantas: paró cuando empezó la invasión rusa el 24 de febrero, pero retomó la actividad el pasado 2 de marzo.
Danone anunció que no comprometería nuevas inversiones en Rusia, pero sigue produciendo y vendiendo productos, y también en Ucrania, donde sólo lo puede hacer en una de sus dos fábricas
Volvamos a Danone. El CEO, Antoine de Saint-Affrique, ha afrontado sin duda la decisión más importante desde que llegara al cargo el pasado 15 de septiembre. La permanencia en Rusia responde a que “tenemos una responsabilidad con las personas a las que alimentamos, los agricultores que nos proporcionan leche y las decenas de miles de personas que dependen de nosotros”, ha señalado a Financial Times. Además, ha referido la facilidad de dejarse llevar por el “pensamiento blanco o negro y las posiciones demagógicas”, subrayado que al final la reputación trata del comportamiento.
Eso sí, Danone anunció hace unos días que no comprometería nuevas inversiones en Rusia tras la invasión de Ucrania, según reconoció su secretario general, Laurent Sacchi. Eso sí, el grupo alimentario francés ha cerrado una de sus dos plantas de Ucrania y la otra lo hizo de forma temporal pero ya ha logrado reanudar las operaciones, y la prioridad sigue siendo la seguridad de sus trabajadores “con quienes permanecemos en contacto constante. Seguimos conmovidos por su valentía”.
El grupo alimentario francés confía en aumentar sus ventas comparables entre un 3% y un 5% hasta 2024 y espera que sus ingresos operativos recurrentes crezcan a un ritmo mayor por el nuevo plan estratégico
Al hilo de las cifras de Danone en Rusia y Ucrania, conviene recordar algunas de las de España. Y es que aquí tiene 2.000 empleados y un amplio mapa de instalaciones: cuatro fábricas de la división de Productos lácteos y de Origen Vegetal -Parets del Vallés (Barcelona), Aldaya (Valencia), Tres Cantos (Madrid) y Salas (Asturias)-, tres plantas envasadoras de la división de Aguas -Sant Hilari Sacalm (Gerona), Sigüenza (Guadalajara) y Lanjarón (Granada)-, dos centros de I+D -Madrid y Barcelona-, tres oficinas -Barcelona, Madrid y Tenerife- y tres manantiales -Gerona, Guadalajara y Granada-). Además, trabaja con más de 200 granjas familiares de siete comunidades autónomas, y colabora con la planta de gestión de residuos del proyecto ReNueva junto a otras entidades.
Paralelamente, Danone ha mostrado su confianza en aumentar sus ventas comparables entre un 3% y un 5% hasta 2024, recuerden que el año pasado, ascendieron un 2,8%, a 24.281 millones de euros. Asimismo, espera que sus ingresos operativos recurrentes crezcan a un ritmo mayor por el nuevo plan estratégico: “Se trata de crear las condiciones para un crecimiento sostenible y competitiva, y posteriormente cumplir consistentemente de manera que se cree valor sostenible para todos”, ha afirmado Saint-Affrique. “Primero debemos ganar donde estamos. También tenemos la oportunidad de expandir nuestras marcas en los lugares donde deberían estar”, ha añadido.
Conviene señalar que ahora los fondos están más tranquilos, aunque exigen demasiado: el pay out fue del 64,95% en 2020, frente al 71,16% del año anterior. Recuerden que el fondo británico Bluebell acaparó gran protagonismo hace un año, cuando junto al fondo estadounidense Artisan, logró que Emmanuel Faber dejara de ser CEO de Danone y que trece días después abandonara también la presidencia. Esas fueron las consecuencias de las quejas de estos dos fondos activistas, avivadas por la llegada del Covid-19 y su impacto en la caída de la cotización en 2020 (-30%) y de las ventas (-6,6%).