Si a Coca-Cola -la de Atlanta- le va bien, a la embotelladora, la de Sol Daurella, también. El riesgo es dejar de ser el proveedor principal de la multinacional norteamericana cosa que no parece que vaya a suceder en el corto o medio plazo.

De momento, la catalana Daurella sigue engordando su fortuna y ampliando su imperio. La empresa que preside, Coca-Cola Europacific Partners (CCEP), ganó 854 millones de euros hasta junio, un 14% más que el año anterior, en términos comparables, tras aumentar los ingresos un 8,5%, hasta los 8.977 millones.

Reino Unido e Iberia (España, Portugal y Andorra), fueron por este orden, los mercados que más ingresos aportaron durante la primera mitad del año: 1.570 millones y 1.541, respectivamente, aunque el español creció más (12,5%) que el británico (7,5%).

El consejero delegado, Damian Gammell se mostró muy satisfecho por los resultados. “Tras esta positiva primera mitad del año, hemos mejorado nuestras previsiones de ingresos, beneficio operativo y cash flow para 2023”, afirmó en el comunicado.

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Además de los resultados, CCEP anunció este miércoles a la CNMV la compra de Beverages Philippines, la embotelladora de Filipinas, por 1.640 millones de euros. En esta nueva aventura le acompaña la firma Aboitiz Equity Ventures, que se quedará con el 40% de la compañía.

A pesar de todo -resultados positivos, mejora de las previsiones y expansión internacional- los inversores no parecen entusiasmados con la compañía que apenas sube un 0,8% en bolsa, eso sí, frente a un Ibex que baja algo más de un 1%. En lo que va de año, las acciones de CCEP se han revalorizado un 11,6% y la compañía vale 28.900 millones de euros en bolsa.