Borja Prado no volverá a Endesa... y podría salir de Mediaset España, aunque aún mantiene el apoyo de Silvio Berlusconi
Se ha celebrado la Junta General de Accionistas de ENEL, matriz de Endesa. Comienza el reinado de Flavio Cattaneo, que sustituye a Francesco Starace como primer ejecutivo y este último se despide con caídas de beneficio e ingresos en la energética italiana. Al final, después de demasiado ruido, ha ganado la lista del Gobierno de Giorgia Meloni con un apoyo del 49,1% y no se puede olvidar que el Estado italiano controla el 23,59% del capital: Cattaneo será CEO; Paolo Scaroni (que no gustaba al fondo soberano noruego Norges Bank), presidente no ejecutivo; y Alessandro Zehenter, Johanna Arbib Perugia, Fiammetta Salmoni y Olga Cuccurullo, consejeros. Se ha impuesto a la lista presentada por Assogestioni, asociación italiana de gestores de activos, que ha logrado un respaldo del 43,5%; y a la presentada por el fondo Covalis Capital (6,9%).
En el entretanto, en España, Borja Prado Eulate, presidente de Mediaset, y antes de Endesa, a la que tanto desea volver, no pasa por su mejor momento. Aspiraba a ser el único bi-presidente del Ibex (de Mediaset España no, pues ya no cotiza en bolsa, tras ser absorbida por Mediaset) y a volver como presidente a Endesa. Ahora corre el riesgo de perder ambas presidencias, sobre todo si la salud de Silvio Berlusconi, su valedor, empeora, y está empeorando. Hablo de Silvio Berlusconi padre, que sí valora a Borja Prado. Quien no lo hace es su hijo, Pier Silvio, que preferiría que abandonara el Grupo.
En resumen, vivimos el declive de Borja Prado: no entrará en Endesa y puede salir de Mediaset.
Mientras, Mediaset España arde. Hasta el momento, 'Borja Mari' (como se le conoce dentro de la casa mediática) no ha hecho otra cosa que hacerles perder a los Berlusconi audiencia y dinero. Todavía mantiene el apoyo del padre, pero no así el de Pier Silvio o el del poderoso Alessandro Salem, el CEO de la compañía.
En Italia le reprochan que busque el apoyo político, aunque tampoco ha tenido mucho éxito: el PP no confía en él y el PSOE desconfía de él. Su idea del reparto de horas entre los dos partidos no gusta ni en Ferraz ni en Génova.
En Endesa no quieren que vuelva bajo ningún concepto. No dejó buen recuerdo y, una vez fuera, Francesco Starace tuvo que advertirle que no volviera a hablar en nombre de la filial de ENEL. Flavio Cattaneo y él se conocen, poco más.