Al final, se confirma lo temido. Es definitivo que el Gobierno Sánchez hará permanente el impuestazo a las energéticas, algo que ya dijimos que quería hacer... Todo sea para contentar a Sumar, aunque para ello tenga que asestar un nuevo golpe al sector y sin tener en cuenta los recursos interpuestos por las empresas ante la Audiencia Nacional y que en Italia, el Tribunal Constitucional ha tumbado una figura impositiva similar.

Buena prueba de que dicho impuesto, que nació como algo extraordinario y temporal, se convertirá en permanente ha quedado claro al computarse en el techo de gasto que ha aprobado el Consejo de Ministros de este martes de 16 y que se enviará a Bruselas próximamente. Ya saben que una vez que obtenga el visto bueno de la Comisión Europea, dicho techo de gasto es el instrumento clave para empezar a trabajar en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025.

Marisu Montero, feliz de engordar las arcas públicas y aún más ante el elevado gasto público que el Gobierno pretende. Por ahora, parece que han quedado en un segundo plano el tema de los incentivos a la inversión (o sea, desgravaciones fiscales) 

Y claro, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús (Marisu) Montero, feliz de engordar las arcas públicas y aún más ante el elevado gasto público que el Gobierno pretende. Por ahora, parece que han quedado en un segundo plano el tema de los incentivos a la inversión (o sea, desgravaciones fiscales) que barajaban incluir en los Presupuestos de 2024 y con los que suavizó las críticas de las energéticas, pero como al final estos Presupuestos no salieron adelante al no tener el apoyo de los socios independentistas catalanes, y se prorrogaron los de 2023, los incentivos se quedaron en el cajón... y parece que allí siguen.

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Recuerden que el pasado diciembre, la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera (entonces sin visos de aspirar a comisaria europea como ahora) se avenía a reducir dicho impuestazo, mientras Bruselas proponía suprimirlo... porque ya no había beneficios extraordinarios. En el entretanto, el presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio S. Galán, confiaba en el PNV... y a este le gustaba que el Gobierno le ofreciera que el impuestazo lo gestionara País Vasco y Navarra. Sin embargo, este año (en concreto, a primeros de abril), semanas antes de que se confirmaba que era la cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas, Ribera reconoció que el Gobierno trabajaba en la fórmula para hacer permanente el impuesto a energéticas y bancos. Ahora ha quedado claro que no mentía al respecto.

El impuestazo se aprobó, en un principio, con carácter extraordinario y temporal, para gravar el 1,2% de los ingresos de las energéticas que facturaran más de 1.000 millones de euros anuales (algo que permitió que Enagás se librara). Se aprobó que se abonara en 2023 y 2024, gravando los resultados de 2022 y 2023. El año pasado, las energéticas Endesa (algo más de 200 millones), Iberdrola (otros 200 millones), Naturgy (cerca de 150 millones), Repsol (casi 450 millones) y Cepsa (323 millones) entregaron más de 1.323 millones a las arcas públicas que controla Marisu Montero. Para este año, la cifra prevista a pagar en el impuestazo será de unos 1.000 millones, aunque ya se ha visto que también ha tenido impacto en los resultados del primer trimestre de Repsol y Endesa, y algo menos que en otros periodos en los de Cepsa. Asimismo, cabe recordar que hace casi tres meses, cuando se presentaron los resultados anuales de Repsol, su CEO, Josu Jon Imaz, rebajó el tono de amenaza sobre las inversiones en España, pero volvió a dejar claro que no le gustaba el impuestazo y preguntó si es social aplicarlo a quien invierte y produce en España y no al de fuera.