El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer los datos definitivos sobre el Índice de Precios de Consumo (IPC) del mes de julio, que confirman los adelantados por este mismo organismo.

Así, el IPC en tasa anual se quedó en el 2,3% (frente al 1,9% de junio). En tasa mensual, aumentó un 0,2% en julio en relación al mes anterior.

En lo que respecta a la inflación subyacente (la inflación que no tiene en cuenta los productos energéticos ni los alimentos frescos), el INE ha confirmado que en julio alcanzó el 6,2% (frente al 5,9% de junio). Lo cual es una barbaridad de dato. 

Porque para el cálculo de la inflación subyacente se prescinde dentro del IPC de los componentes más volátiles -cuyos precios sufren grandes fluctuaciones debido a conflictos internacionales, malas cosechas, etc.- entre los que se encuentra el índice energético (gasolina, gas, electricidad) y el índice de alimentos no elaborados (frutas, verduras, etc.). Además, este tipo de inflación permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales. Así que un 6,2% en la inflación subyacente sigue siendo una tasa muy alta y no habla muy bien de la política económica del Gobierno de Pedro Sánchez y Nadia Calviño.

Y no digamos nada de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que según el INE han crecido un 10,8% en julio (frente a la subida del 10,3% de junio).

Este viernes, El Mundo recordaba que, en España, los alimentos y bebidas no alcohólicas acumulan una subida del 29,5% en los últimos tres años, desde junio de 2019, según los últimos datos del INE actualizados a cierre de junio. 

Es más: desde que Pedro Sánchez llegó al poder -junio de 2018- los precios han subido un 15%. Y el precio de los alimentos se ha disparado más de un 40% entre junio de 2018 y abril de 2023, recordó El Debate recientemente.  

Así las cosas, y solo atendiendo a estos datos, cabe concluir que la política económica del Gobierno de Pedro Sánchez y Nadia Calviño ha sido un auténtico desastre…