
El Banco Industrial y Comercial de China, en inglés, Industrial and Commercial Bank of China (en chino no me atrevo), es la entidad más grande de China y una de las más grandes del mundo, como se pueden imaginar. Tiene más de 16.000 sucursales de las que más de 400 se reparten en más de 40 países del planeta. La entidad que dirige Kun Wang es propiedad del Ministerio de Finanzas chino y del gestor del fondo soberano de China, Central Huijin Investment. Cada uno de ellos controla el 35% del capital. El banco cotiza en la bolsa de Hong Kong.
ICBC no está precisamente en su mejor momento. El beneficio neto en 2024 fue de 365.863 millones de yuanes (unos 46.740 millones de euros), sólo un 0,5% superior al de 2023. Son cifras que se nos escapan al entendimiento, pero lo cierto es que el ICBC lleva tres años seguidos ingresando menos. En 2024 la caída fue del 2,7%, hasta los 637.405 millones de yuanes (en euros, unos 81.435 millones), entre otras razones por la caída del margen de intereses y por la crisis inmobiliaria que vive actualmente China, que ha impactado negativamente en el negocio hipotecario.
ICBC tiene una oficina en Madrid, en el céntrico Paseo de Recoletos, que inauguró en enero de 2011. Pues bien, sólo cinco años después, las fuerzas de seguridad españolas detuvieron a cinco directivos del banco, acusados de blanqueo de capitales y organización criminal. El gobierno chino, a través de su embajador en Madrid, amenazó al gobierno español y aseguró que los directivos eran inocentes, cosa que fue desmentida por los propios directivos, que en 2020 admitieron su culpabilidad y pagaron una multa de 22,7 millones de euros para evitar entrar en prisión.
La historia merece varias reflexiones. Para empezar, la facilidad con la que un banco chino se instala en España, a la vista de todos, y lo complicado, por no decir imposible, que le resulta a cualquier entidad española abrir una sucursal en China.
Pero es que, además de abrir en España y ser condenado por delitos muy graves, cinco años después el ICBC actúa con una opacidad todavía mayor. Los resultados anuales del Grupo, publicados el viernes, nada dicen de su actividad en España. Lamentable. Habría que exigirle un mínimo de transparencia.