Mucho se ha especulado acerca del misterioso dueño de Digi, Zoltán Teszári, incluso que está financiado por Rusia. Lo cierto es que la relación de Digi con los reguladores es como las fincas de Extremadura: manifiestamente mejorable
Digi continúa exprimiendo su modelo de negocio, basado en tarifas ultra-low cost a cambio de servicios básicos de telefonía e internet. Y no le va nada mal, salvo por el hecho de que cada vez obtiene menos margen que, eso sí, compensa con mayor base de clientes.
Así, según las cuentas publicadas este jueves, en los nueve primeros meses del año aumentó la facturación un 23%, hasta los 571,9 millones de euros y disparó el resultado de explotación (Ebitda) un 44%, hasta los 133 millones de euros. La parte negativa fue (otra vez) el ARPU (ingreso medio por usuario), que volvió a reducirse hasta los 8,7 euros, frente a los 9,3 euros de septiembre de 2023.
Tranquilos: si nos fijamos en Rumanía, su mercado de origen, el ARPU se mantuvo estable, pero es que sólo es de 4,5 euros. Si el modelo es Rumanía, la teleco todavía tiene margen para seguir exprimiendo el mercado español.
Todo esto se sustenta sobre unos resultados comerciales muy positivos para la compañía, que sumó 989.400 nuevos clientes en los nueve primeros meses del año, de los que 424.000 fueron en el tercer trimestre. Digi tiene, en total, 7.941.000 clientes en España, un 30% más que hace un año. De ellos, más de 5,5 millones son de móvil, más de 1,8 millones, de fibra y más de 582.000 son de fijo, según la compañía.