Lo que molesta de Pedro Sánchez y de Yolanda Díaz, los dos ejes del Gobierno actual, no es que sean desastrosos, es que son mentirosos. Se empeñan en vendernos como éxitos fulgurantes sus más grandiosas meteduras de pata, por lo general producto de su sectarismo: el que no piense como yo es un ultra.

Ejemplo: la política de vivienda.

La ley de vivienda de PSOE y Sumar se ha mostrado como un desastre y en este caso el Sanchismo y el Sumarismo siempre actúan de la misma forma: ¿no quieres caldo? Pues toma dos tazas. El culpable no es el gobierno, son los fondos buitre, la especulación inmobiliaria y "los ricos".

Por cierto, la especulación financiera existe, la especulación inmobiliaria no, porque el mercado inmobiliario es mucho más lento que el financiero. No se puede comprar a las dos para vender a las dos y media.

Nuestra generación aspiraba a un piso en propiedad y en muchas ocasiones lo consiguió. A nuestros hijos, por contra, les resulta casi imposible acceder a la propiedad y se conforman con el alquiler... y aún así no pueden. Y ahora viene otra generación que gracias a la política económica de la subvención, que no de la producción, que imperan en España, donde, especialmente con el Sanchismo, la gente ya no vive sino que sobrevive, no les llega ni para el alquiler.

Por vez primera vez en un siglo, la generación joven es más pobre que sus padres, pero eso no significa que deban renunciar a tener un piso en propiedad, es decir, a convertirse en clase media

Pues es igual, cuando no sepas que hacer, diálogo, mucho diálogo. No solucionas nada pero salvas tu próxima comparecencia ante las cámaras. Además, la ley de Vivienda es un éxito y, si no lo es, se debe a que no hemos sido lo suficientemente animales en nuestra animalada: vamos a controlar, aún más, los precios. Como es sabido, esta es la medida más eficaz para eliminar cualquier tendencia al emprendimiento y a la creatividad.

El problema de la vivienda tiene dos orígenes: construimos pocas casas, también de protección oficial, porque el suelo es carísimo y no urbanizamos con la suficiente velocidad. La población ha aumentado por la vía de migración que no por la de la natalidad, pero, aunque no hubiese aumentado, que tampoco ha aumentado tanto, lo cierto es que se ha abandonado la construcción de viviendas protegidas a precios asequibles, mientras la vivienda privada se hizo pensando en la aspiración tradicional del español a la vivienda en propiedad... y se abandonó ante una generación que, por vez primera vez en un siglo, es más pobre que sus padres. Aunque la economía va de cine, aseguran don Pedro Sánchez y doña María Jesús Montero.

Las soluciones al problema de la vivienda son dos: construir muchas más casas de precio tasado y pensando en la propiedad, no en el alquiler... y deja de perseguir a los propietarios.

Cuando ese espejo de demagogos que es don Íñigo Errejón aúlla contra "los millonarios" cunde la alarma social de la sensatez

Y dejemos al demagogo de guardia, mister Errejón, que siga bramando contra los millonarios y los especuladores. Total, ¿qué daño hace?

Recuerden que, por vez primera en un siglo, la generación joven que busca vivienda es más pobre que sus padres, pero eso no significa que deban renunciar a tener un piso en propiedad, es decir, a convertirse en clase media. La clase media es la que posee algo en propiedad, por eso es más libre.

En pocas horas, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, comparecerá en el Parlamento. ¿Qué se apuestan a que repite el mismo esquema de actuación que nos ha llevado al desastre? Pero eso si, no sé si saben, la culpa es de la derecha, los neoliberales y los especuladores varios.

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