Duro Felguera se lleva una alegría bursátil este Miércoles Santo, pues su cotización se dispara más de un 11%, tras haber resultado de forma “definitiva y amistosa” el conflicto que mantenía en Argelia con la energética Sonelgaz. De hecho, ha cedido el proyecto de Djelfa (una central térmica de ciclo combinado) a un consorcio de empresas liderado por China Power Engineering & Consulting Group International Engineering.

La ingeniería asturiana ha suscrito un memorando de entendimiento con Sonelgaz, que había llegado a pedirle un arbitraje de 413 millones de euros. De esta forma, se resuelven de forma de forma “definitiva y amistosa” todas las controversias y litigios que existían entre ambas compañías. Eso sí, dicho memorando incluye la cesión de la central de Djelfa.

A pesar de la alegría en el parqué este Miércoles Santo, no hay que olvidar que la cotización de Duro Felguera acumula una depreciación del 47,6% en el último año y del 29% en los últimos seis meses. Es cierto que desde el pasado 1 de enero, le va algo mejor en bolsa (+10,56%), pero aún tiene que avanzar mucho para recuperar el terreno perdido.

Y por cierto, la resolución del problema con Sonelgaz en Argelia es algo positivo, pero no saca a la ingeniería asturiana, ahora controlada por mexicanos y portugueses en un 54,7%, de la crisis en la que está inmersa. De hecho, ha revelado mayores pérdidas en 2024 y un muy pequeño alza de ingresos. Además, está en preconcurso de acreedores y tiene hasta el 11 de junio para negociar con los bancos al no haber logrado, por ahora, un acuerdo con la SEPI para capitalizar deuda. Además, no olviden que la ingeniería es una muestra más del desastre de las ayudas públicas del Sanchismo a través del fondo para empresas estratégicas de la SEPI (nutrido, eso sí, con fondos europeos): se le otorgó un rescate de 120 millones en forma de préstamos ordinarios y participativos que debe devolver… y con pago de intereses incluido. Y el Principado de Asturias, que preside el socialista Adrián Barbón, le dio otros 6 millones.