EasyJet levanta el vuelo en bolsa, donde su cotización sube más de un 3% este martes. Todo ello al conocerse que ha disparado ingresos (+42%) y ha vuelto a beneficio en su último año fiscal (octubre 2022 a septiembre 2023)... y que premiará a sus accionistas con la recuperación del dividendo.

La aerolínea de bajo coste británica ha disparado sus ingresos un 42%, a unos 9.418 millones de euros. Esto se debe a la buena evolución de la aerolínea en transporte de pasajeros (82,8 millones, un 19% más), alcanzando una ocupación al 89% en los vuelos, y también a la de la división de touroperador (denominada easyJet holidays). Cifras en las que ha contribuido España, con más de 15,5 millones de pasajeros (+18%) y la operación de 198 rutas (incluidas 13 nuevas).

La compañía low cost ha logrado dejar las pérdidas a un lado, al obtener un beneficio antes de impuestos récord de unos 524 millones de euros, gracias a un verano histórico, en el rango previsto hace unas semanas. Esto supone una mejora de 730 millones frente a los números rojos del anterior ejercicio fiscal. Teniendo en cuenta partidas excepcionales (entre ellas, amortizaciones), el beneficio neto de easyJet se ha situado en unos 305 millones. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (ebitda) también ha dejado el terreno negativo y se ha disparado un 99%, hasta 1.302 millones.

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La aerolínea low cost británica ha cerrado el año fiscal con una posición de caja de 37,4 millones frente a la deuda de 611,84 millones del anterior ejercicio, y con una liquidez de 4.292 millones. Esto le vendrá bien para pagar parte del pedido adicional de 157 aviones Airbus, dentro del plan para renovar y aumentar su flota (porque en el sector aéreo mundial sobra demanda y faltan aviones), así como para la vuelta del pago del dividendo y su aumento (pasará de un pay out del 10% al 20% en el ejercicio 2024).

Su CEO, Johan Lundgren, ha presumido de que los resultados “positivos” reflejan “la estrategia correcta” y de que la demanda “sigue siendo fuerte”. También confía en seguir impulsando su modelo de negocio, aunque los números del invierno del ejercicio 2024 (o sea, su primer trimestre fiscal) “se verán afectados por el conflicto en Oriente Medio” porque los vuelos a Israel, Jordania (ambos temporalmente parados) y Egipto representan el 4% de la capacidad en la programación prevista.