Energías de Portugal (EDP) ha relucido en el primer trimestre, pues ha vuelto a beneficio neto y ha duplicado el resultado bruto de explotación (ebitda) en gran medida gracias a la mejora en hidroeléctrica. Eso sí, ha visto reducirse sus ingresos.

La energética portuguesa ha logrado un beneficio neto de 306 millones de euros hasta marzo, frente a las pérdidas de 76 millones de hace un año, principalmente por la producción hidroeléctrica en el mercado ibérico (sobre todo, en Portugal), que se disparó un 125%. Por una vez, no todo se debe a su ‘joya de la corona’ y filial verde, EDP Renovables (EDPR). Asimismo, el ebitda de EDP se ha duplicado, pasando de 710 millones a 1.415 millones, gracias a la recuperación en hidroeléctrica, el desempeño de EDPR y las redes de electricidad en Brasil; y el resultado neto de explotación (ebit) se ha triplicado, situándose en 990 millones, frente a los 322 millones de hace un año.

Los principales accionistas de EDP son los chinos de CTG, con el 20,86% del capital, seguidos de varios fondos de inversión: Oppidum Capital -propiedad de la familia Masaveu y Liberbank (actual Unicaja tras su fusión)- y BlackRock, entre ellos, y ambos con unas respectivas participaciones del 6,82%

Los ingresos por venta de energía y servicios y otros de EDP han sido menores, pues han bajado un 19%, a 4.484 millones, a pesar de que la producción de electricidad ha subido un 4% y la de que las renovables aportaron el 88%. También ha afrontado mayores costes operativos (722 millones, frente a los 502 millones de hace un año), aunque los costes derivados de compras de gas y luz en los mercados mayoristas han descendido por el abaratamiento de los precios de la energía. Además, la deuda neta ha descendido un 1% frente a la del cierre de 2022, a 13.107 millones, y el ratio de deuda neta sobre Ebitda ha pasado de 3,4 veces a 2,8 veces,… lo que vendrá muy bien para las elevadas inversiones de 25.000 millones que tiene en marcha con su Plan Estratégico 2023-2026.

EDP ha mejorado frente al primer trimestre del año pasado y sigue creyendo en la energía nuclear en España (es dueña del 15,5% de la central de Trillo). Eso sí, se esfuerza mucho en contentar a sus accionistas -entre los principales están los chinos de CTG, con el 20,86%, y varios fondos (Oppidum Capital -propiedad de la familia Masaveu y Liberbank (actual Unicaja tras su fusión)- y BlackRock, entre ellos, y ambos con unas respectivas participaciones del 6,82%)-: hace dos días ha pagado un dividendo de 0,19 euros por acción correspondiente al ejercicio de 2022, lo que supone un pay-out del 86% de la utilidad neta recurrente. Pero ojo, la bolsa no aplaude: la cotización baja un 2%.