EDR Renovables (EDPR) ha mantenido el beneficio y ha aumentado los ingresos y el resultado bruto de explotación (ebitda) en el primer trimestre, pero menos que hace un año. ¿El motivo? Los mayores costes que ha tenido que afrontar.

La filial verde y ‘joya de la corona’ de EDP -la energética portuguesa que controlan los chinos de CTG, dueños del 20,86% del capital- ha presentado un beneficio neto de 65 millones de euros entre enero y marzo, muy similar al de 66 millones que obtuvo hace un año y que fue un 75% superior al del primer trimestre de 2021. El ebitda ha crecido un 14%, a 448 millones, frente al alza del 46% de hace un año, y ha sido gracias a las fuertes aportaciones de las cuatro regiones en las que opera: Sudamérica (+63%), Asia-Pacífico (+63%), Europa (+21%) y Norteamérica (+14%). Por su parte, los ingresos han subido un 24%, a 706 millones, por la mayor generación de electricidad y la mejora del precio medio de venta.

Los menores incrementos al compararlos con los de hace un año se deben a los mayores costes: por ejemplo, los operativos han crecido un 19% por los clawbacks (impuestos de recuperación) en Rumanía y Polonia y el aumento de plantilla (+10%). Asimismo, la deuda ha aumentado en 600 millones frente a la del primer trimestre de 2022 por las mayores inversiones (la inversión bruta ascendió a 1.000 millones) para acelerar la transición energética, que le han permitido sumar 1,7 gigavatios (GW) de capacidad y 5 GW de capacidad renovable en construcción. Unas inversiones que GIC ayudará a financiar, tras la actualización del Plan Estratégico 2023-2026 y la ampliación de capital de 1.000 millones realizada. Recuerden que con esta última operación, el fondo soberano de Singapur se ha convertido en dueño del 4,30% de EDPR, pasando a ser su segundo accionista después de EDP (dueña del 71,20%)

Paralelamente, hay que referir que su matriz (EDP), junto a Iberdrola, dio un varapalo al Gobierno por el concepto maldito de la seguridad jurídica extraviada y también pidió menos burocracia y que se agilice la obtención de permisos para conseguir los objetivos de la transición energética. Ambas energéticas, así como Endesa y Naturgy, están presentes en el accionariado de uno de los siete reactores nucleares españoles (en concreto, en el de Trillo, que será el último en cerrar y que ya ha pedido que se renueve su licencia de operación, al menos, 10 años más). Además, EDPR acaba de firmar un contrato de compraventa de energía a largo plazo (también conocido como PPA) con Inditex, energía que suministrará de una cartera eólica de alrededor de 55 megavatios (MW) que está desarrollando en el norte del país y entrará en funcionamiento en 2025 y 2026.