La caradura inmensa, el rostro pétreo, inabarcable, casi infinito, de Emilio Saracho puede comprobarse en la entrevista que el día de autos le hizo el último responsable de prensa del Popular, Antonio San José (VER DOCUMENTO ADJUNTO). Un periodista veterano que entrevistó a su propio presidente, que miente como un poseso y él lo sabe, y que al final, exhausto por el esfuerzo termina con una expresión que no me resisto a reproducir: "Madre mía de mi alma". Antonio siempre ha sido un genio. 

Eso sí, les hizo perder 1.300 millones de euros los accionistas del Popu pero felicitó a la plantilla a la que presagió un futuro enorme en el Santander... tal y como ha podido verse

Emilio Saracho fue el presidente-liquidador del Banco Popular. Llegó al edificio Beatriz sin otro objetivo que vender el Popular al Santander al menor precio posible. Al final, Ana Botín le apartó del proceso: ¿por qué iba a comprarlo barato si se lo iban a regalar? No sólo eso, el Santander iba a hacer con el Popular el mayor negocio de su vida. Aquí están las cuentas.

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Han pasado siete años y el honorable juez José Luis Calama le ha exonerado de toda culpa, así que Saracho se ha venido arriba.   

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Ahora, insisto, una vez liberado por el juez Calama para regocijo de todos los accionistas del Popu, que fueron los que perdieron su dinero, Saracho sostiene, con un par, que la acción valía cero, cuando los peritos del Banco de España dictaminaron que el banco valía 11.000 millones de euros, mientras en bolsa registraba una capitalización de 11.300 millones de euros.

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Saracho, como asegurara el penúltimo portavoz del Popular, Carlos Balado, se encargó, de la mano de El Confidencial, de echar tierra sobre el prestigio del banco que presidía.

Pero a pesar de la presunta situación agónica del Popu, eso no fue óbice para que Saracho cobrara 4,5 millones de euros, por cuatro meses de trabajo y... ¡en un banco presuntamente quebrado! 

Despedida de Antonio San José: "Pues muchas gracias y mucha suerte... Madre mía de mi alma"

En definitiva, la caída del Popu no fue quiebra fue sabotaje, insturmentando a través de la Unión Europea y, naturalmente, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) bendijo la operación de la Junta Única de Resolución (JUR), o sea, de sus queridos colegas.

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¿Quién perdió? Los accionsitas, que se dejaron, de la noche a la mañana, 1.300 millones de euros, pero eso no quita que Saracho, con otro par, les felicite por su coraje,... como felicita en la misma entrevista a la plantilla, a la que presagió un futuro enorme en el Santander... que se ha cumplido tal y como ha podido verse. El error de Rodrigo Echenique, aquel a quien el director del Banco de Depósitos, Miguel Ángel Prieto, dejó plantado, fue despedir a los ténicos de la red del Popular que en materia de banca doméstica, era mucho mejor que la del Santander.

Ahora que Saracho se crece es el momento de recordar, ota vez, que el Santander no salvó al Popular; fue al revés. Y la última excusa de Ana Botín, en la última Junta de accionistas del Santander, de la pasada semana, fue que el propio Consejo del Popu decidió que el banco era inviable.

En efecto, gracias a la presión de su presidente Saracho y de Uría y Menéndez, el bufete del Santander, que engañaron a los consejeros por tres vías:

1.En primer lugar, les dijeron que a ellos no les pasaría nada (hoy hay siete vocales imputados) y que el propio presidente, allí presente, un tal Saracho, estaba a la cabeza del pelotón y nada temía. 

2.En segundo lugar, que Europa no iba a liquidar el banco. En efecto, no lo liquidó, se lo regaló al Santander por un euro en cuestión de un mes. 

3.En tercer lugar, que el banco tenía que declararse inviable, que no ejecutable, porque no disponía de liquidez. Muy cierto, tanto es así que el Banco de España, que estaba dispuesto a otorgarle toda la liquidez del mundo, porque era un banco solvente y viable, seguía esperando que Emilio Saracho le diera la contrapartida en activos habitual en este tipo de operaciones... y que Saracho jamás otorgó. 

Este engaño de Uría y Menéndez, el bufete no propiedad del Santander pero casi y la entidad donde se formó y ascendió un tal Emilio Saracho, es el que ahora (marzo de 2024, siete años y medio después), utiliza Ana Botín para decir que el propio Consejo del Popular decidió autoliquidarse y que Europa se vio obligado a regalárselo al Santander. 

Insisto: El Santander no salvó al Popular; fue al revés. Y la última excusa de Ana Botín fue clara: es que el propio Consejo del Popu decidió que el banco era inviable. En efecto, gracias a la presión de sus presidente Saracho y de Uría y Menéndez, el bufete del Santander, que engañaron a los consejeros

Saracho campeón, aunque el juez te haya indultado, ¿no sería más prudente, y sobre todo más elegante, que te estuvieras calladito?