Este martes, en Madrid, Fatih Birol ha vuelto a decirle al Gobierno lo que debe hacer: “Yo me replantearía cerrar la puerta a las actuales centrales nucleares”. No es la primera vez que advierte sobre este tema, pero ahora está de plena actualidad... y cada vez hay más avisos sobre las negativas consecuencias (apagones, encarecimiento de la luz, pérdida de miles de empleos y más emisiones de CO2), aunque, por ahora, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, insista en el cierre; PP y PSOE se mueven en direcciones muy distintas; y ya haya rumores sobre una posible prórroga de unos años (por ejemplo, para Almaraz). 

El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) no quiere que España cometa el mismo error que Alemania, que “era el país de la lógica pero en su política energética ha competido tres errores históricos”, ha referido en el evento ‘Energy Prospectives’, organizado por la Fundación Naturgy, en el IESE. En su opinión, el primero ha sido “confiar excesivamente en un solo país en un producto tan estratégico como el gas”, criticando su dependencia en exceso de Rusia; el segundo, ha sido cerrar “unas plantas nucleares que funcionaban como un reloj suizo”; y el tercero, ha sido que, junto a España e Italia, empezaron a fabricar paneles solares, pero lo han dejado y ahora China se encarga del 80% de dicha producción.

Birol destaca que “cada país decide, pero hay cada vez más intereses globales en esta energía y muchos países no se pasan a la nuclear por reducir emisiones sino por la cuestión de la seguridad energética”. Un tema que ve como uno de los desafíos actuales del sector energético y considera que “estamos entrando en aguas movedizas y un contexto geopolítico para asegurar el suministro energético”

Francisco Reynés durante su intervención en el 18 Energy Prospective

 

Birol ha referido que la energía nuclear “está teniendo un resurgir fuerte en todo el mundo” y prevé que “llegue a un nivel récord en 2025” en el porcentaje que supone dentro de la generación eléctrica para satisfacer el aumento de las necesidades eléctricas. Asimismo, ha citado que hay 70 gigavatios (GW) nucleares en construcción, “la cifra más alta de la década”, y 40 países con planes de expansión y otros muchos optando por prolongar la vida útil de sus centrales. “Cada país decide, pero hay cada vez más intereses globales en esta energía y muchos países no se pasan a la nuclear por reducir emisiones sino por la cuestión de la seguridad energética”, ha subrayado. Un tema que ve como uno de los desafíos actuales del sector energético y considera que “estamos entrando en aguas movedizas y un contexto geopolítico para asegurar el suministro energético”, pues esto ya no solo pasa por las por las fuentes energéticas tradicionales (petróleo, gas...), sino también por las nuevas energías que dependen de minerales críticos (litio, níquel, etc.). Además, la garantía de suministro es uno de los tres elementos del famoso trilema energético, junto a un precio asequible y la descarbonización, como ha destacado Francisco Reynés (en la imagen de la derecha), presidente ejecutivo de Naturgy

Los otros dos desafíos, según Birol, son el cambio climático y la pobreza energética de los países en vías de desarrollo. El primer aspecto “es una prioridad, pero está bajando de orden en la lista de importancia”, como ha podido comprobar en sus reuniones con varios presidentes. Y respecto, al segundo, Birol ha señalado que en África, el 80% de la población usa leña y excrementos para cocinar... y en su mayoría lo hacen las mujeres, por lo que son las más expuestas a los gases y es una de las dos causas de muerte prematura más frecuente en el África subsahariana, a pesar de que se podría resolver con unos 4.000 millones de dólares al año y la instalación de una terminal de gas natural licuado (GNL). Y para resolver dichos desafíos, se necesita “cooperación internacional”.

Considera que “la era de la electricidad se está acercando” y “en los próximos diez años, su demanda se multiplicará seis veces por encima de la demanda energética total”, debido a: los coches eléctricos, los aires acondicionados y la Inteligencia Artificial por el gran consumo de los centros de datos que necesita

El director ejecutivo de la AIE ha afirmado que en 2024, la demanda global de energía ha crecido un 2%, mucho más de lo que lo venía haciendo en la media histórica (+1%), sobre todo, por los países emergentes, y por primera vez desde 2017, también por el alza en las economías desarrolladas. Dentro de esta, la demanda de electricidad es elevada y aún lo va a ser más, pues “la era de la electricidad se está acercando” y “en los próximos diez años, su demanda se multiplicará seis veces por encima de la demanda energética total”, debido a: los coches eléctricos (hace cinco años suponía un 5% del parque mundial y este año se acercarán casi al 25%), los aires acondicionados (están en el 90% de los hogares de EEUU y Japón, en el 19% en Indonesia, en el 20% en India y en el 5% en Nigeria) y la Inteligencia Artificial (IA) por el gran consumo de los centros de datos (uno de tamaño medio consume la luz equivalente a 100.000 hogares) que necesita, pues “sin centros de datos no hay energía para la IA”. Y para responder al incremento de la demanda eléctrica, estarán las renovables (“la reina es la solar”), el gas natural y la nuclear, según Birol.

Dr. Fatih Birol durante el coloquio posterior a su intervención

 

En su intervención y posterior coloquio, el director ejecutivo de la AIE también ha remarcado el tema de “las redes, el talón de Aquiles de la era de la electricidad”, pues el año pasado había 700 GW nuevos de renovables, pero 2,7 se acabaron pero no se pudieron conectar y hacer llegar a los consumidores porque no había. “Debería haber una urgencia por la construcción de redes, simplificando los procedimientos, permisos, reglamentos y normativas”, ha apuntado, en línea con lo que piden desde el sector. Al hilo de esto, cabe recordar que es una asignatura pendiente en la que también debe trabajar Redeia, la compañía transportista de luz y operadora del sistema eléctrico español. Además, recientemente, Naturgy ha anunciado que invertirá 1.300 millones de euros hasta 2028, a través de su distribuidora eléctrica (UFD), para reforzar y digitalizar su red eléctrica en España.

El director ejecutivo de la AIE remarca el tema de “las redes, el talón de Aquiles de la era de la electricidad” y cree que “debería haber una urgencia por la construcción de redes, simplificando los procedimientos, permisos, reglamentos y normativas”

Birol no se ha olvidado del petróleo, pues China supone más del 60% de su demanda mundial, pero su economía se está ralentizando y está el auge de los coches eléctricos. Por ello, aunque el petróleo representa algo menos del 30% de la demanda total de energía, sigue siendo “importante y estratégico” y su demanda mundial seguirá subiendo, pero lo hará en menor medida. El gas también continuará al alza, en especial, por el GNL, “con mercados de vendedores que serán mercados de compradores y habrá una ventana de oportunidades en tres-cuatro años para Europa”. No hay que olvidar el carbón, pues China representa más del 55% de su uso mundial. En energías renovables falta almacenamiento, que hoy sigue siendo caro, pero si se abarata y se desarrolla mucho más, “podremos resolver la intermitencia”. Pero el director ejecutivo de la AIE confía mucho menos en el hidrógeno que Arturo Gonzalo, CEO de Enagás, por su alto coste y porque “aún no hay demanda y no creo que en cuatro-cinco años desempeñe un papel en el mix energético”. Eso sí, es muy optimista sobre los coches eléctricos y cree que es el futuro para los fabricantes automovilísticos en Europa, pero deben tener tiempo para ajustarse, así como apoyo de gobiernos y trabajar de forma coordinada con una estrategia clara. 

Respecto a los aranceles impuestos por EEUU a muchos países, Birol ha afirmado que “los acuerdos comerciales en base a la Organización Mundial del Comercio (OMC) han acabado” y que “la incertidumbre a va a reinar a partir de ahora”. Por ello, considera clave que haya una “excelente armonización entre las políticas energéticas, las industriales y las comerciales”. Además, cree que “las políticas comerciales de Europa tenían que ser más fuertes, no tiene que ser ni ingenua ni pilla, porque es un mercado único, el mayor exportador, cuenta con mucha industria y sigue siendo fuente de inspiración por sus valores sociales y democráticos”.