Esta Semana Santa, la energíanuclear se apaga en España por una ‘tormenta perfecta’ que no es buena para nadie. La baja demanda (en gran parte, por los días festivos,... y que evita apagones generalizados) y la mayor generación renovable han tumbado el precio de la luz... por lo que muchos reactores han parado o han reducido su carga para producir menos electricidad en estas condiciones tan negativas para su viabilidad económica.

Las dos unidades de Almaraz han parado de forma programada este Miércoles Santo al no ser “casadas en el mercado eléctrico”, según ha informado la sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT). En dicho pool, el precio medio se sitúa en 12,14 euros por megavatio-hora (MWh) y eso no ha podido ser afrontado por la central extremeña, que está en “perfectas condiciones técnicas y de seguridad” y la citada operación de parada entra “dentro de la normalidad de la planta”. Eso sí, se ha aprovechado para recordar que sus costes operativos son “muy competitivos”, pero su “viabilidad económica está seriamente comprometida por la inasumible carga impositiva”, la cual representa más del 75% de sus costes variables.

CNAT también ha referido que “la actual situación de mercado genera una ineficiencia en el sistema eléctrico, fruto de la cual y debido a su alta fiscalidad en ocasiones como la presente (de elevada generación renovable originada por la sucesión de borrascas) las nucleares quedan fuera del mercado eléctrico”.

Por su parte, Foro Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española y preside Ignacio Araluce) ha explicado que “los reactores extremeños han parado porque su oferta no ha resultado casada en el mercado mayorista debido al escenario de precios bajos sostenidos como consecuencia del descenso de la demanda, la alta penetración renovable de los próximos días y la desproporcionada carga tributaria que lastra sus costes”. Asimismo, ha subrayado que “la energía nuclear sigue siendo imprescindible para la firmeza y estabilidad del sistema, a pesar de estos escenarios de mercado puntuales. Las condiciones externas hacen que la generación con energía renovable sea muy variable, de ahí que para mantener de manera continua el correcto funcionamiento del sistema sea necesario contar con una potencia constante. Hay que recordar que en 2024 prácticamente el 20% de la generación eléctrica fue de origen nuclear”.

Claro que también ha parado el reactor Ascó I y el de Cofrentes ha bajado de potencia, y el de Trillo tiene detenida su producción desde el pasado 24 de marzo, cuando comenzó su trigésimo séptima recarga de combustible. Por tanto, sólo están funcionando a pleno rendimiento los reactores de Ascó II y Vandellós II, y también Cofrentes, aunque con menor aportación de la habitual, como reflejan los datos de Redeia a las tres horas de la tarde: la nuclear producía 2.768 megavatios -MW- (8,89% del total), por detrás de la solarfotovoltaica (14.565 MW, un 46,75% del total), la eólica (8.658 MW, un 27,79% del total) y los consumos de bombeo (2.958 MW).

Sin embargo, este escenario de ‘apagón nuclear’ “ni es una buena noticia para las nucleares, ni para los productores renovables, ni para el sistema eléctrico, ni para el bolsillo de los ciudadanos”, ha advertido Alfredo García -más conocido como Operador Nuclear en la red social X-. Este ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó -que también tiene licencia de operador de reactor y supervisor, es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual, divulgador científico y escritor- ha señalado que “los precios bajos tampoco benefician a los productores renovables, que ven reducidos sus ingresos justo cuando más están generando. Aunque pueda parecer positivo que baje la luz, este desequilibrio amenaza la viabilidad de tecnologías esenciales, como las renovables y nuclear”. Además, ha subrayado que “n un sistema eléctrico equilibrado, con una fiscalidad justa, con todas las tecnologías limpias sumando para garantizar precios justos para los consumidores y productores, seguridad de suministro, sostenibilidad medioambiental y bajas emisiones de dióxido de carbono”.

En paralelo, cabe referir que la Cámara de Comercio de Valencia ha pedido la prórroga de la central de Cofrentes (propiedad al 100% de Iberdrola) para que tenga una vida útil de 60 u 80 años, o al menos, funcione hasta 2040. Asimismo, ha presentado un informe coordinado por Amadeo Aznar, que junto al presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, ha advertido de las consecuencias negativas del cierre de dicha central previsto para noviembre de 2030: afectará a más de 12.000 empresas industriales, lo que supone 184.000 empleos directos y 235.000 indirectos. Por ello, han pedido mantener abierta la central valenciana, así como revisar su fiscalidad para equipararla a las de otros países europeos, y simplificar los trámites burocráticos relacionados con el Pacto Verde Europeo.