Enagás insiste en esa ruina que supone transportar hidrógeno verde, que aún no es rentable... y tardará muchos años en serlo. Puede que la producción de hidrógeno verde resulte competitiva en unos años (y sobre todo si se hace al lado de donde se produce), pero el transporte de hidrógeno verde tardará más, mucho más, en alcanzar el umbral de rentabilidad. El modelo de Arturo Gonzalo, CEO de Enagás, es suicida: fía el futuro de la compañía al presente, con un resultado de explotación en caída libre. Sobre todo, cuando sus buenas amigas, Teresa Ribera y Sara Aagesen, le mantienen congelada la tarifa de transporte de gas... que es la clave de la compañía ahora mismo. 

Todo ello en un contexto público en el que la vicepresidenta tercera del Gobierno, la de la cosa energética, Sara Aagesen, envía una carta a la Comisión Europea, una soflama verde que será archivada con gran entusiasmo en Bruselas pero que, miren por dónde, es filtrada al diario El País, en concreto a uno de los periodistas de cámara del Gobierno. Ya saben: que continúe el proceso de descarbonización. Una carta propia de un activista para convertir al Gobierno Sánchez en el baluarte verde contra el trumpismo.

La vicepresidenta tercera del Gobierno, Sara Aagesen, envía una carta a la Comisión Europea, una soflama verde que será archivada con gran entusiasmo en Bruselas pero que, miren por dónde, es filtrada al diario El País

En este caldo de cultivo es en el que Arturo Gonzalo realiza su apuesta suicida por el transporte de hidrógeno verde, un modelo cuyo seguro fracaso, salvo que se salve con cargo a subvenciones públicas, será imposible de esconder dentro de cinco años.  

En cualquier caso, se trata de la gran apuesta de la compañía que dirige y a la que fía casi todo, como se ha podido ver este martes en la presentación de sus resultados de 2024 y de la actualización estratégica 2025-2030, frente al plan presentado en julio de 2022. Ahora prevé unas inversiones de 4.35 millones de euros para dicho periodo, de los que 3.125 millones se destinarán a infraestructuras de hidrógeno verde (el hidroducto H2Med y la Red Troncal Española del Hidrógeno, entre otros),... y poniendo el menor dinero posible al entrar en juego subvenciones públicas y fondos europeos, por supuesto, como se ha visto en los ya reconocidos como Proyectos de Interés Común (PCI) y se reflejará también en los que lo serán en un futuro.

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Gonzalo está convencido de que “el despliegue del hidrógeno no va a restar importancia al gas natural, que va a seguir existiendo”. De hecho, “con las renovables, la desconexión nuclear y la demanda de los centros de datos” considera que van a ser más importantes los ciclos y que habrá picos de demanda un 22% superiores. Con las citadas inversiones, la base de activos regulados ascenderá a 5.000 millones de euros y por primera vez la base de activos regulados de hidrógeno superará a la base de activos regulados de gas en 2023, según el CEO de Enagás, que considera el hidrógeno verde “un proyecto de país”. “No cabe duda de que la apuesta por el hidrógeno es más firme que nunca”, ha subrayado. “Estamos haciendo lo que tenemos que hacer, no estamos hablando de una fantasía, sino de una parte en la que Europa basa el objetivo de alcanzar su autonomía energética. Lo que es una una burbuja no es el hidrógeno verde, sino un cierto clima de opinión que se está intentando generar alrededor de la importancia del hidrógeno verde para Europa”, así como “la gran oportunidad de España en el siglo XXI”, en su opinión. 

El CEO de Enagás también ha presumido de verde al afirmar que la meta de ser cero emisiones netas en 2050 “es irrenunciable” y más después de que en 2024 “hemos superado el 1,5 ºC sobre el que alertaba el Acuerdo de París”. Y como buen discípulo de Teresa Ribera (aunque ahora esta se encuentre en la Comisión Europea) y de su sucesora, Sara Aagesen, a pesar de la advertencia de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Gonzalo ha defendido el cierre nuclear (los de los cuatro primeros reactores -los dos de Almaraz, Ascó I y Cofrentes- se incluyen en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima -PNIEC- hasta 2030) porque cree que el parque de ciclos combinados de gas ¡que sí emiten CO2! es “adecuado para atender las necesidades de España”. “Está en el PNIEC la luz necesaria para hacer frente a 2.500 megavatios de centros de datos, 12 gigavatios de electrolizadores de hidrógeno verde y el cierre de las primeras nucleares”, ha referido. Sin embargo, son cada vez más las voces que están advirtiendo sobre apagones, encarecimiento de la luz y aumento de las emisiones si se cierran las nucleares. Además, Gonzalo ha presumido sobre la infraestructura gasista y el hecho de que sea “robusta se traduce en protección ante la volatilidad de precios y ante la competitividad”, como se ha podido ver desde el 24 de febrero de 2024, cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania y estalló una guerra que aún hoy continúa. 

Vayamos a los resultados. La compañía transportista de gas y operadora del sistema gasista español ha cerrado el ejercicio 2024 con unas pérdidas netas de 299,3 millones de euros, frente al beneficio de 342,5 millones obtenido en 2023, principalmente, por dos impactos extraordinarios:

  • Las minusvalías por la venta de Tallgrass Energy: la desinversión en la participación del 30,2% en esta empresa estadounidense generó una minusvalía contable de 363,7 millones.
  • Laudo arbitral relacionado con el Gasoducto Sur Peruano (GSP): un fallo arbitral desfavorable resultó en un impacto negativo de 245,7 millones.

Excluyendo estos elementos no recurrentes, el beneficio después de impuestos recurrente ha sido de 310,1 millones, lo que representa un incremento del 3,2% respecto al año anterior y supera el objetivo anual previsto por Enagás, que se situaba entre 270 y 280 millones. Algo que ha sido destacado por Gonzalo, en rueda de prensa, pues cree que dicha magnitud financiera ofrece una “visión más ajustada a la realidad”.

Tras publicar resultados, la cotización ha registrado una caída del 3,19%, hasta 11,85 euros por acción en las primeras horas de la sesión, aunque después se ha moderado al 1,63%, a dos horas del cierre de sesión la caída era del 1,14%, a 12,10 euros, y al final, ha cerrado la jornada en el parqué con un descenso del 0,74%, a 12,15 euros, frente a un Ibex en verde (+0,98%). Este descenso refleja la reacción del mercado ante las pérdidas reportadas, a pesar de las perspectivas y el plan de inversiones anunciados. Y no hay que olvidar que acumula una depreciación del 16% en el último año y del 53% en los últimos cinco, mientras Gonzalo está a punto de cumplir su tercer aniversario como CEO (nombramiento que se dio el 21 de febrero de 2022, tres días antes de que se produjera la invasión rusa de Ucrania y empezara una guerra que aún continúa). Eso sí, Gonzalo espera que en el mercado “se aprecie el resultado recurrente”.

Los ingresos totales han alcanzado los  913,2 millones, un 0,7% menos que los del año anterior (919,6 millones), debido a la aplicación del marco regulatorio en España, que redujo en 44,4 millones los ingresos regulados. Este impacto se compensó parcialmente con mayores ingresos en otras líneas de negocio. El CEO ha subrayado que el marco retributivo actual mengua los ingresos regulados en cerca de 50 millones al año y que este año “tomará forma el marco para el nuevo periodo regulatorio del sistema gasista y del hidrógeno renovable”, pero a pesar de menores ingresos regulados, ha destacado que la compañía “creará un nuevo proyecto de crecimiento alrededor de la transición energética y el hidrógeno verde”.

El CEO de Enagás subraya que el marco retributivo actual mengua los ingresos regulados en cerca de 50 millones al año y que este año “tomará forma el marco para el nuevo periodo regulatorio del sistema gasista y del hidrógeno renovable”

El resultado bruto de explotación (ebitda) se ha situado en 760,7 millones, un 2,5% inferior. Sin embargo, superó el objetivo que se había fijado la compañía y que era de entre 730 y 740 millones. En términos ajustados, sin la desconsolidación de Tallgrass y Soto de la Marina, el ebitda habría aumentado en 4,9 millones respecto al de 2023, lo que refleja que la actividad recurrente sigue estable.

Uno de los aspectos más destacados del ejercicio ha sido la reducción de la deuda neta, que ha pasado de 3.347 millones en 2023 a 2.404 millones al cierre de 2024, lo que supone una disminución del 28,2%. Eso sí, dicha reducción se debe a los fondos obtenidos por la venta de Tallgrass Energy, por 1.100 millones de dólares, que permitieron amortizar anticipadamente 700 millones de dólares de deuda bancaria y repagar parcialmente un bono de 600 millones de euros que vencía en febrero de 2025. El perfil de la deuda también ha mejorado. Más del 80% de la deuda bruta de Enagás está a tipo fijo, con una vida media de 4,8 años y un coste financiero del 2,6%, lo que proporciona cierta estabilidad en un entorno de tipos de interés elevados. Además, las agencias de calificación crediticia Fitch y S&P han mejorado el rating de BBB a BBB+ con perspectiva estable.

Gonzalo ha defendido el cierre nuclear (los de los cuatro primeros reactores se incluyen en el PNIEC hasta 2030 porque cree que el parque de ciclos combinados de gas ¡que sí emiten CO2! es “adecuado para atender las necesidades de España”

La demanda total de gas natural en España cayó un 4,2% en 2024, situándose en 311,7 teravatios-hora (TWh), debido a una reducción del 21,9% en la demanda de gas para generación eléctrica, por el crecimiento de las energías renovables, especialmente de la hidráulica y la solar. Por el contrario, el consumo industrial creció un 4,2%, alcanzando los 176,8 TWh, impulsado por sectores como la cogeneración, el refino y la construcción.

El resultado de las sociedades participadas de Enagás fue de 185,8 millones, un 6,8% inferior al de 2023, debido a la venta de Tallgrass Energy. Sin este impacto, la aportación de las participadas habría crecido en 10,8 millones, gracias a la mejora del gasoducto TAP (Trans Adriatic Pipeline), tras la adquisición de un 4% adicional en julio de 2023.

Considera que los posibles aranceles que imponga Donald Trump “no representan un riesgo para España al tener el suministro más diversificado de Europa”

La compañía mantiene su política de dividendos y ha confirmado un pago de 1 euro por acción en 2025, garantizando una rentabilidad atractiva para sus accionistas. Además, ha lanzado un nuevo plan de retribución flexible para sus empleados y con el anterior más de la mitad de la plantilla se convirtieron en accionistas. Como conclusión a las cifras, el ejercicio 2024 ha sido un año de ajustes contables importantes para Enagás, con impactos extraordinarios que han llevado a un resultado neto negativo. Para Gonzalo ha sido “un año de inflexión, con un importante saneamiento contable que refuerza la capacidad de aportar una nueva etapa de inversión y crecimiento”.

De cara a este año, la compañía prevé un beneficio después de impuestos de 265 millones y un ebitda de 670 millones, así como mantener estable la deuda en torno a los 2.400 millones. Y el CEO ha señalado que los posibles aranceles que imponga Donald Trump “no representan un riesgo para España al tener el suministro más diversificado de Europa”. De hecho, en 2024, tuvo 22 suministradores, destacando Argelia como el primero, aunque en lo va de año ha sido superado por poco por EEUU, y en tercera posición figura Rusia (en gas natural licuado no ha tenido sanciones y no se espera que las pongan). Esta diversificación es clave para garantizar la seguridad de suministro, uno de los pilares de la actualización estratégica junto al plan de eficiencia y la apuesta por el hidrógeno verde y otras moléculas relacionadas con la transición energética. De hecho, ha creado la filial Scale Green Energy para desarollar otras infraestructuras y servicios para la descarbonización en ámbitos como el CO2, bunkering (suministro de combustible a buques) de GNL y BioGNL, hidrógeno renovable para la movilidad y amoniaco verde.