Endesa ha detectado 71.000 casos de fraude eléctrico en 2024, lo que supone un 33% más que el año anterior, y ojo, porque casi un tercio (casi el 30%) corresponde a plantaciones de marihuana. Un problema serio que no sólo afecta al suministro eléctrico, sino que también conlleva importantes riesgos para la seguridad y la salud de las personas, y una millonaria cantidad de dinero, como ya refirió la energética española que está controlada en un 70% por la italiana Enel.
Estos 71.000 casos de fraude eléctrico detectados por la la filial de distribución de Endesa (e-distribución) representan, nada más y nada menos, que una media de ocho casos a la hora o casi 200 casos al día. Plantaciones de marihuana y grandes consumidores, desde industrias a negocios, concentran la mayor parte de la energía defraudada en un contexto de creciente profesionalización del fraude. En 2024, la energía recuperada en dichos fraudes ha superado los 867 millones de kilovatios-hora (kWh), siendo un 31% mayor a la de 2023 y equivale al consumo de cerca de 250.000 hogares.
Sólo en 2024, se desmantelaron una media de 43 plantaciones enganchadas a la red cada semana

En los últimos cinco años, se han detectado más de 300.000 fraudes que han permitido recuperar la energía equivalente al consumo anual de 1 millón de hogares. Las plantaciones de marihuana concentran casi el 30% de la energía defraudada y sólo en 2024, se desmantelaron una media de 43 plantaciones enganchadas a la red cada semana en operativos en los que los trabajadores de la compañía van encapuchados y acompañados de las fuerzas de seguridad. Hace casi un año, en rueda de prensa con motivo de los resultados económicos de 2023, José Bogas, CEO de Endesa, se refirió concretamente a que el tema de los apagones en Andalucía “no es un problema de red”, sino debido a los cultivos de droga: “Subimos la potencia, aumentan las plantaciones y vuelven a saltar los fusibles”. Por ello, consideró que debe haber mano dura al respecto: “La solución tiene que venir por el Código Penal”, como ha pasado en Alemania, Italia, Francia... mientras que “en España ha habido un efecto llamada de bandas organizadas”.
Al mismo tiempo, cabe destacar que las plantaciones de marihuana se localizan en edificios, naves, viviendas individuales o pisos, conocidas como plantaciones indoor y controladas en su mayor parte por organizaciones criminales, suponen un grave riesgo para su entorno. La manipulación de las instalaciones eléctricas implica importantes riesgos para la salud de la persona que la hace y de las que le rodean, pues pueden derivar en incendios (de hecho, la sobrecarga generada por la manipulación de instalaciones provocó 24 incendios en la infraestructura de la red de distribución) y electrocuciones que pueden provocar daños muy graves e incluso la muerte.
Se han dado casos de edificios de viviendas que consumían como un hospital... y cada plantación indoor de marihuana demanda un volumen de electricidad que equivale al consumo de unas 80 viviendas de unos 100 metros cuadrados
En zonas con muchas plantaciones, la demanda de electricidad se ha disparado a niveles industriales, y se han dado casos de edificios de viviendas que consumían como un hospital, cuya sobrecarga ha hecho saltar las protecciones de la red provocando cortes de suministro a todos los vecinos. Cada plantación indoor de marihuana demanda un volumen de electricidad que equivale al consumo de unas 80 viviendas de unos 100 metros cuadrados. A pesar de las intervenciones policiales, las conexiones ilegales vuelven a realizarse en cuestión de horas o días y la existencia de un marco penal más laxo en España que en otros país no contribuye a frenar la proliferación de enganches ilegales. Endesa ha recordado que en Francia, Alemania o Italia se diferencia entre casos graves y leves, y el fraude eléctrico conlleva incluso penas de cárcel, mientras que, en nuestro país, el robo de energía conlleva pena de multa y no prevé agravantes ni computa para la reincidencia.