Alberto De Paoli y Francesco Starace, director financiero y CEO de Enel, respectivamente, han visto cómo el beneficio neto se sigue reduciendo, al tiempo que la deuda sigue creciendo
A Enel le pasan factura las medidas de los gobiernos de Italia, España y Rumanía en sus resultados, en concreto le suponen un impacto de 8.000 millones de euros en los nueve primeros meses del año. En concreto, 5.700 millones corresponden a las medidas italianas, 1.700 millones a las españolas y 600 millones a las rumanas. Y esto no es baladí, teniendo en cuenta que Enel es propiedad en un 30% del Estado italiano, que es dueña del 70% de Endesa y las quejas de Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, por el menor beneficio en nuestro país debido a las medidas del Gobierno Sánchez.
Eso sí, para conocer las cifras de Endesa en los nueve primeros meses habrá que esperar hasta el próximo 8 de noviembre. Por ahora, sólo se conocen las de su matriz, Enel, que no han sido buenas: agrandando el tropiezo que ya mostraba en el primer semestre: ha aumentado su deuda financiera neta un 34,2%, a 69.736 millones, por mayor gasto de capital y efectos adversos del tipo de cambio. Asimismo, ha reducido un 29,8% su beneficio neto, a 1.759 millones, a pesar de haber disparado los ingresos un 84%, a 108.177 millones, por los mayores precios de la energía, principalmente, y de haber logrado mantener el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ordinario, que ha sido de 12..671 millones (-0,8%). Eso sí, el resultado neto de explotación (Ebit) ha bajado un 13,6%, a 5.521 millones por depreciaciones y amortizaciones, así como por los ajustes de valor de las empresas en Brasil y Rusia.
Enel mantiene bastante estable el Ebitda ordinario (-0,8%) gracias a que las caídas en los márgenes de la división de mercados finales y en los de Enel Green Power se han compensando con los mayores márgenes de la generación térmica y la venta de Ufinet
Enel quiere ser muy renovable, pero lo cierto es que aún le queda bastante para lograrlo: el negocio de generación térmica y comercialización es el que más ingresos le aporta (57.809 millones, un 143% más), seguido del de usuarios finales (50.787 millones, un 115% más), y a gran distancia del de redes (15.936 millones, un 5,8% más), mientras que su área de renovables (Enel Green Power) sólo contribuye con 6.900 millones (+8,7%), y Enel X, 1.618 millones (+6,7%). “Vamos a seguir con nuestras inversiones en renovables y redes para acelerar la transición hacia unas fuentes de energía cada vez más renovables y para fomentar la independencia energética en los países en los que operamos”, ha señalado el CEO de Enel y vicepresidente de Endesa, Francesco Starace.
Enel ha logrado mantener bastante estable el Ebitda ordinario (-0,8%) gracias a que las caídas en los márgenes de la división de mercados finales por los mayores costes de suministros y en los de Enel Green Power por la menor generación hidroeléctrica se han compensando con los mayores márgenes de la generación térmica y la venta de Ufinet. Del Ebitda, 4.616 millones han sido generados en Italia, 3.744 millones en Hispanoamérica (joya de la corona que quitó a Endesa) y 3.417 millones en Iberia -España y Portugal-). Además, entre los ingresos de 108.177 millones obtenidos entre enero y septiembre, destaca que los ha duplicado en Italia e Iberia, llegando a 64.844 millones y 24.566 millones, respectivamente. Y en estas cifras de Ebitda e ingresos, ha influido mucho la composición de su capacidad instalada (87.896 megavatios -MW-), que tiene sus mayores cifras en Italia (26.194 MW), Hispanoamérica (24.023 MW) e Iberia (21.296 MW), y le han permitido generar una producción eléctrica de 174.256 gigavatios hora (GWh). Además, tiene 2.469 MW en proyectos renovables en ejecución.