Catherine MacGregor es CEO de Engie desde el 1 de enero de 2021, cuando sustituyó a Isabelle Kocher: en 2021 dio la vuelta a los resultados y en 2022 afrontó varios impactos en las cuentas, pero ha empezado bastante bien 2023
Parece que Engie ha sacado tajada del alza de los precios energéticos en 2021. Y es que ha vuelto a beneficios, ganando 3.667 millones de euros, frente a las pérdidas de 1.536 millones del año anterior. Además, ha elevado sus ingresos un 30,6%.
La compañía energética francesa que tiene como presidente no ejecutivo a Jean-Pierre Clamadieu y como CEO a Catherine MacGregor (quien sustituyó a Isabelle Kocher) ha mejorado también su resultado bruto de explotación (Ebitda) un 18,6%, a 10.563 millones. Respecto a los ingresos, que han ascendido en total a 57.866 millones (+30,6%), destacan los que aglutinan los servicios a empresas con 20.183 millones (+73%) y la división de comercialización eléctrica, con 13.237 millones (+22,7%). A estos, les siguen el área de soluciones de energía (9.940 millones, un 12,4% más), el negocio de redes eléctricas (6.700 millones, un 0,3% menos), el área de generación térmica -incluye cogeneración, gas natural y nuclear- (4.089 millones, un 24,6% más) y la división de renovables -eólica, solar, biogás, biomasa, hidráulica y termosolar- (3.661 millones).
Entre los ingresos, que han ascendido en total a 57.866 millones (+30,6%), destacan los que aglutinan los servicios a empresas con 20.183 millones (+73%) y la división de comercialización eléctrica, con 13.237 millones (+22,7%)
A pesar de que Engie ha afrontado mayores costes y de que ha aumentado su deuda financiera neta, pasando de 22.500 a 25.300 millones, propondrá a la junta de accionistas (entre los que el principal es el Gobierno francés, con un 23,6%) repartir un dividendo de 0,85 euros por acción. En concreto, las compras de materia prima y derivados operativos le han supuesto un coste de 38.861 millones (+38,4%), mientras los gastos de personal han ascendido a 7.692 millones (+2,5%) y el impacto de la depreciación y amortización de activos fue de 7.692 millones.
La energética francesa tiene su origen en la primera mitad del siglo XIX y en su historia más reciente, destaca el acuerdo de fusión entre Gaz de France y Suez en 2007, dando lugar a GDF Suez, un nombre que cambiaría en 2015 pasado a ser sólo Engie, dos años después de finalizar el acuerdo de accionistas con Suez Environnement. A esto se suma que el año pasado ha vendido su 29,9% de Suez a Veolia.
MacGregor ha señalado que “con nuestro plan estratégico para 2023 que se presentó el año pasado, nos enfocamos en sentando las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo. A lo largo del último año hemos puesto en marcha nuestra estrategia e impulsó un enfoque implacable en la ejecución, lo que nos permitió cumplir con los compromisos en una energía sin precedentes medio ambiente y lograr un sólido desempeño financiero en 2021”. Conviene recordar que ha continuado con la revisión estratégica, que ha incluido salir más de 25 países y dar un segundo paso en renovables en España con la compra de Eolia junto a Crédit Agricole. Y es que su gran objetivo es lograr cero emisiones de carbono en 2045.