Decíamos que la eólica marina es un mal negocio, pues ahora mismo no es rentable dado que sus costes se han disparado (por el precio de las materias primas, los problemas en las cadenas de suministro y el aumento del precio del dinero debido a las continuas subidas de los tipos de interés, principalmente) y requiere de inversiones aún más elevadas de las previstas. Es peor de lo esperado por Ignacio S. Galán, lo que le ha llevado a pisar un poco el freno en su apuesta, sobre todo, en EEUU, y también a dar entrada a socios... en plena construcción de los proyectos, cuando antes solía vender participaciones cuando estos estaban ya listos para poder pedir mayor precio, porque ya saben que saca tajada de las renovables como “producto financiero” cuando hace una década las criticaba.

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Iberdrola vende el 49% del proyecto East Anglia Three a Masdar (la rama de energía verde de Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi) por unos 2.000 millones de euros, según avanza Cinco Días. Este proyecto de eólica marina tendrá una capacidad de 1.400 megavatios (MW), suficiente para abastecer a 1,3 millones de hogares; estará operativo previsiblemente en 2026 y está ubicado en el Mar del Norte, en aguas de Reino Unido. Además, no olviden que forma parte de un macrocomplejo denominado East Anglia Hub, junto al proyecto East Anglia One North y East Anglia Two, que suma un total de 3.000 MW e implicará una inversión total de unos 7.700 millones.

Ahora en East Anglia Three consigue lo que perseguía desde hace más de un año: buscar un socio, que le ayude a afrontar las elevadas inversiones, y al mismo tiempo podrá reducir deuda (la cual cerró al alza en el primer semestre, situándose en 45.290 millones). Se trata de la misma estrategia que la eléctrica ha seguido en otros parques eólicos marinos: vendió el 40% de East Anglia One North a una sociedad especializada en infraestructura verde denominada GIG que es propiedad del fondo de inversión australiano Macquarie por 1.756 millones en agosto de 2019, entró en operación un año más tarde; y también vendió el 49% del alemán Wikinger al fondo suizo Energy Infraestructure Partners (EIP) por 700 millones en septiembre de 2022, activo que había entrado en operación en 2018.

Por cierto, Masdar no es ningún desconocido para Iberdrola, pues desde finales del pasado julio, se convirtió en su socio en el parque eólico marino alemán Baltic Eagle, que está en proceso de construcción, tendrá una capacidad de 476 MW y se prevé que entre en operación a finales de 2024. Masdar adquirió el 49% de este activo que en total vale 1.600 millones, lo que supone un precio de 786 millones. 

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Paralelamente, la compañía que dirige Galán ha anunciado que construirá tres nuevos parques eólicos en Alemania con una capacidad de hasta 200 MW al adjudicarse emplazamientos en el último concurso de Forst-Baden Wüttermerg. No sería de extrañar que también vende algunas participaciones de dichos activos, como también ha hecho este especulador verde con el 49% de una cartera de renovables en España (la cual suma 1.265 MW) y negocia haceer lo mismo con otra más pequeña (300 MW) en Portugal. 

Y en el entretanto, no hay que olvidar tras la ‘huida’ de Mexico vendida como un acuerdo para descarbonizar, el país que preside Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha tenido que emitir deuda para pagar a Iberdrola. En concreto, a través de la gestora Mexican Infraestructure Partners (MIP) ha lanzado en la Bolsa de México una emisión de 2.420 millones de dólares para completar la aportación del Fondo Nacional de Infraestructuras, como ha informado El Economista.