E. On y RWE se mueven a la baja... por los menores precios de la luz y del gas
E.On y RWE se han movido a la baja, como se refleja en sus resultados del primer semestre, debido al abaratamiento de la electricidad y del gas natural. Así, han tenido menos ingresos y beneficios, pero ojo, porque han aumentado su deuda.
Las dos grandes eléctricas de Alemania han notado los menores precios de la energía entre enero y junio, como también se vio en sus respectivos resultados de 2023, a pesar de haber incrementado su producción de energía. Los inversores han castigado los menores resultados, pese a la confirmación de las previsiones anuales: la cotización de RWE baja un 1,39% y la de E.On lo hace un 0,93%.
RWE, el mayor productor de electricidad de Alemania, ha visto caer sus ingresos un 24,3% en el primer semestre, a 11.319 millones de euros, incluyendo los impuestos de gas y luz; al descontar dichos tributos, la cifra ha mostrado una caída del 24,6%, a 11.212 millones, de los que la mayoría (9.764 millones, un 25,8% menos) han correspondido al negocio de electricidad. De hecho, el negocio de suministro y comercialización ha facturado 8.569 millones (-29,8%); el negocio de viento y fotovoltaica en tierra, 1.196 millones (-29,9%); y el negocio de generación flexible, 561 millones (-7,7%). Menos ingresos por los menores precios, pese a la mayor producción: 58.864 gigavatios hora (Gwh), un 13% más que hace un año, y de los que 26.217 GWh (+19,1%) han sido renovables.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado de RWE ha caído un 30%, a 2.899 millones; y el resultado neto de explotación (ebit) ha pasado de 3.189 millones a 1.928 millones. El resultado neto ajustado también ha bajado notablemente, de 2.378 millones a 1.362 millones, por la bajada de los márgenes en sus centrales eléctricas de gas y por los menores beneficios de la división comercial, aunque sin ajustes se anotó un impacto extraordinario de la valoración de derivados. Ojo, porque la deuda neta sí ha crecido bastante, pasando de 6.587 millones al cierre de 2023 a 11.419 millones.
Malos resultados de RWE, aunque se han confirmado las previsiones anuales (recuerden que espera un 2024 peor que el año anterior) y ha continuado realizando inversiones (4.500 millones en el primer semestre, en nuevas plantas), además, ha decidido construir 2,9 gigavatios (GW) en proyectos eólicos, de baterías y solares. Al mismo tiempo, apuesta por EEUU y no espera que el resultado de las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre afecte a su expansión: “Independientemente del resultado, estoy convencido de que la expansión de las energías renovables en ese país continuará a un ritmo rápido”, ha destacado el consejero delegado de RWE, Markus Krebber. Eso sí, no ha querido hacer comentarios sobre un reciente informe que afirmaba que RWE estaba interesada en comprar una participación minoritaria en la eléctrica estadounidense Calpine. Además, ha firmado acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (los famosos PPAs) con Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) para generar electricidad limpia a partir de dos parques solares con una capacidad combinada de 374 MW.
Vayamos a los resultados semestrales de E.On, que tampoco han sido buenos. Sus ingresos han caído un 25%, a 39.525 millones, por los menores precios de luz y gas. Por tanto, a pesar de elevar la producción de energía, la ha vendido a precios más baratos que hace un año… y eso ha repercutido en su facturación.
Por su parte, el ebitda ajustado ha descendido un 14%, a 4.868 millones; y el ebit ajustado ha bajado un 22%, a 3.351 millones. El resultado neto ajustado ha caído un 24%, pasando de 2.307 millones a 1.754 millones. Y ojo, porque la deuda financiera neta se ha incrementado en un 8% desde el cierre de 2023, de 37.691 millones a 40.829 millones, algo en lo que ha contribuido el aumento de las inversiones en un 21%, hasta 2.858 millones.
