Ericsson todavía no se ha repuesto del fiasco Vonage
El problema de Ericsson se llama Vonage, empresa norteamericana de comunicaciones basadas en la nube, que compró en 2022 por unos 5.500 millones de euros y en 2023 supuso un cargo por deterioro -cargo contable pero no monetario- de unos 1.000 millones de euros.
Pues bien, los resultados de 2024, publicados este viernes, continúan bajo la sombra de Vonage. Efectivamente, Ericsson fue de menos a más durante 2024, hasta lograr un beneficio de 35 millones de euros frente a las pérdidas de 2.276 millones de 2023. En cualquier caso, Vonage no fue el único problema de la multinacional sueca ya que la facturación cayó un 5% y no superó los 21.620 millones de euros. La mejor noticia fue el aumento del Ebit (resultao neto de explotación), que alcanzó los 375 millones de euros, frente a las pérdidas de 1.770 millones del ejercicio anterior.
Sin embargo, los resultados no fueron todo lo positivos que esperaba el mercado y las acciones de la compañía caen más de un 10% este viernes. Entre los cliente de Ericsson, uno de los grandes proveedores del 5G en España, están Telefónica y Orange.