"Al mercado le gustan las buenas noticias, la visibilidad y la calidad"
Jesús Domínguez, catalán que vive en Madrid desde los siete años, ahora tiene 41, dice de su socio en Valentum, Luis de Blas, que confía en él tanto como en su mujer.
Y esa confianza ha dado sus frutos porque “somos capaces de discutir y criticar nuestras opiniones de forma pasional sin que nadie se enfade o se moleste”, lo que ha supuesto que su fondo más veterano, el Valentum FI, lleve aproximadamente un 165% de rentabilidad desde su creación en marzo de 2014, un 13,5% anualizado.
Al consejero delegado solidario de Valentum Asset Management le gusta enfatizar que Luis y él son los dueños de la gestora, lo que supone “tener el control total de nuestro negocio y… al igual que tienes el control absoluto, tienes también toda la responsabilidad. No tenemos el respaldo de una entidad más grande y dependemos para lo bueno y para lo malo de nosotros mismos”.
Cuenta en esta entrevista además que ambos llevan toda su carrera en bolsa “y de lo que sabemos es de analizar empresas”. De ahí el nombre de sus fondos, Valentum, que, desglosado en dos conceptos, Value y Momentum, deja al descubierto su filosofía de inversión. “Para nosotros invertir en valor es comprar lo que pensamos que vale más del precio al que cotiza. Miramos la generación de flujos de caja de cada compañía. Esa es nuestra métrica referente junto con un balance sólido y un equipo directivo de primera”.
Hace un año largo, en plena pandemia, lanzaron Valentum Magno, centrado en compañías grandes. “Las crisis son también oportunidades y queremos rodar Magno dos o tres años para demostrar que es capaz de generar buenos retornos”.
De momento, y a más corto plazo, lo que ve Jesús Domínguez es mucho empleo y muchas ganas de consumir. En cuanto a los mercados…, “cualquiera que haga predicciones, no sólo no sabe de lo que habla, sino que ni siquiera sabe que no lo sabe”.
-Primero fue Valentum (el fondo) y después Valentum Asset Management (la gestora). ¿Nos cuenta la historia en dos o tres párrafos?
En 2014 comenzamos a gestionar Valentum FI (el fondo) en Gesiuris Asset Management con 2 millones de euros. Los comienzos fueron momentos muy importantes, había que demostrar que sabíamos gestionar, conseguir buenas rentabilidades haciendo las cosas bien y lograr que el fondo fuese creciendo en nivel de activos bajo gestión.
Mientras desayuno, estoy leyendo correos electrónicos, noticias financieras de prensa y de análisis de brokers
Las cosas fueron funcionando y en 2018 el fondo había crecido hasta niveles por encima de 100 millones. En ese momento es cuando nos planteamos la posibilidad de crear una gestora propia. Tuvimos mucha suerte, porque Gesiuris nos reconoció el mérito de lo conseguido en Valentum FI y nos cedió el fondo, que fue traspasado cuando se creó Valentum Asset Management (la gestora) en septiembre de 2018. En ese momento el fondo había crecido hasta los 160 millones.
-Ustedes son los dueños de la gestora ¿cierto?
Sí, los dueños somo Luis de Blas y yo, los gestores del fondo.
-¿Qué ventajas tiene?
La ventaja es realmente una: tenemos el control total de nuestro negocio. Tanto Luis como yo llevamos toda nuestra carrera en bolsa y de lo que sabemos es de analizar empresas. Por eso tiene mucho sentido para nosotros tener una gestora cuyos fondos son únicamente de renta variable. Somos muy de “zapatero a tus zapatos” y siempre hemos rechazado ideas de crecimiento o de uniones en las que se junten más productos con distintos enfoques y más socios. Nuestra visión es hacer muy bien lo que sabemos hacer, no somos un banco o una gran gestora donde puedes encontrar una amplia gama de productos. Pensamos que para el inversor es mejor buscar un especialista independiente en cada tipo de fondo o producto.
-Y en momentos duros, como ha sido el de la crisis sanitaria, esto ¿ayuda?
Al igual que tienes el control absoluto, tienes también toda la responsabilidad. En Valentum trabajamos siete personas y nos sentimos como una familia, todo el mundo lo da todo por la empresa, por el fondo y por los partícipes, y Luis y yo haremos lo que haga falta por todos los integrantes de la empresa. No tenemos el respaldo de una entidad más grande y dependemos para lo bueno y para lo malo de nosotros mismos, pero la gestora está bien capitalizada y preparada para aguantar momentos complicados.
Lo bueno de ser independiente es que, en los momentos complicados, como la pandemia, tus decisiones siempre están enfocadas a lo importante, y no te descentras con conflictos de intereses u opiniones contrapuestas, como puede ocurrir en organizaciones más grandes o que dependan a su vez de otros negocios (como un banco). En esos momentos hay gente que se pone nerviosa y toma malas decisiones. Así que sí, diría que ser independiente es bueno también en momentos duros, lo importante es ir acompañado de un buen equipo de personas.
-¿Cómo es una jornada cualquiera en la vida de Jesús Dominguez en Valentum?
Nos sentamos a los mandos sobre las 8 de la mañana, aunque desde antes, mientras desayuno, estoy leyendo correos electrónicos, noticias financieras de prensa y de análisis de brokers. Las primeras horas suelen ser intensas, especialmente cuando las empresas publican resultados, ya que hay que analizar mucha información en poco tiempo. Normalmente invertimos y nos quedamos en los valores por periodos largos, pero siempre estamos muy atentos a lo que pasa a corto plazo.
Con el “Momentum” buscamos un catalizador que aflore ese valor
Si ocurre algo que cambia la tesis de alguna de nuestras inversiones, tomamos decisiones rápido. En nuestro sector se habla mucho de invertir a largo plazo, pero hay que tener presente que el largo plazo se construye todos los días.
Por eso, todos los días solemos tener reuniones con compañías. A veces compañías que tenemos en cartera, para ir monitorizando cómo va el negocio y otras con compañías que no tenemos. De las que no tenemos en cartera, muchas las conocemos y las vamos monitorizando por si surge la oportunidad y otras las vamos descubriendo. Como dice mi socio Luis, esto es cuestión de ir levantando muchas piedras. Cuantas más levantes, más probabilidad de encontrar algo interesante.
La pandemia y las reuniones por videollamada han aumentado nuestra capacidad de ver empresas, al no tener que viajar tanto, y también hemos evolucionado en el lugar desde el que trabajamos. Yo me suelo repartir entre casa y la oficina, pero somos muy flexibles en ese aspecto. Tenemos un “Teams” abierto durante toda la jornada con el equipo de análisis, de manera que la comunicación es igual que si estuviésemos todos en la oficina.
En cuanto a las operaciones, depende del día. Algunos días no hacemos operaciones y otros sí. No vivimos pegados a las pantallas de cotizaciones, pero vamos vigilándolas por si se presenta la oportunidad de ir haciendo ajustes en la cartera.
-Valentum es la mezcla de dos conceptos ¿no es así?
Sí, Value y Momentum.
Para nosotros invertir en valor es comprar cosas que pensamos valen más del precio al que cotiza en mercado. Miramos la generación de flujos de caja de cada compañía. Esa es nuestra métrica referente junto con un balance sólido y un equipo directivo de primera.
Con el “Momentum” buscamos un catalizador que aflore ese valor. En esto de invertir es tan importante el “qué” como el “cuándo”, aunque hay que decir que lo principal para nosotros es el “qué”. Pero el “cuándo” es muy importante, hay que conseguir revalorizaciones en el tiempo, y cuanta más revalorización en menos tiempo, mejor. Por eso insistimos en que el largo plazo se construye todos los días y no nos va mucho lo de invertir en un negocio que lo está pasando mal y sentarnos a esperar. Preferimos seguirlo desde lejos y entrar cuando tenemos la confirmación de que mejora (esto es importante porque si no mejora, vas a sufrir mucho) o que ya está mejorando. Incluso preferimos sacrificar la primera subida antes de pasarnos mucho tiempo en un valor muerto o que sigue a la baja.
-Algunos ejemplos de lo que es ese ‘momento’ que buscan… en relación a las compañías que eligen para su cartera.
La mayoría de las veces el momento viene por una mejora de resultados de la empresa, y esto puede venir de varias formas: reducción de costes, mejora de ingresos, reestructuración del negocio, cambios de directivos… Lo que más nos gusta es toda aquella mejora que se consigue por acciones o decisiones de los directivos, cosas que estén en su mano.
La otra que nos gusta son las buenas tendencias de un sector. Cuando un sector está en auge, es mucho más fácil para un buen directivo sacarle ese jugo extra al negocio y que esto se refleje en la valoración de la empresa. Al mercado le gustan las buenas noticias, la visibilidad y la calidad. Y en función de estas cosas el mercado cotiza con distintos ratios cada compañía. Pero a veces el mercado se equivoca o no ve rápido que algunas compañías van a mejorar, y esas son las oportunidades que tienes cuando analizas muy de cerca una compañía.
No somos analistas macro ni queremos jugar a eso
No nos gustan mucho las empresas muy cíclicas, con el foco en esperar simplemente la vuelta del ciclo. No somos analistas macro ni queremos jugar a eso. Pensamos que el mercado habla de “value” cuando quiere decir “ciclo”, y para nosotros no es eso. Nos gustan los negocios que son “compounders”, esto es que van reinvirtiendo sus beneficios en el negocio para hacerlo cada vez más grande y ganando más dinero. El efecto bola de nieve que es lo que hace que una empresa vaya valiendo más de forma exponencial en el tiempo a base de demostrar año a año que puede crecer y aguantar en distintos escenarios económicos.
-Pero esto no lo ha hecho solo. ¿Quién es Luis de Blas?
Confío en Luis tanto como en mi mujer.
Luis y yo nos conocimos en 2005 como analistas en Ibersecurities (Banco Sabadell). Después trabajamos juntos otra vez en Banesto y al final en Santander tras la fusión, aunque estuvimos poco tiempo porque fue cuando comenzamos la aventura de Valentum.
Los que nos conocen dicen que somos muy distintos, pero pensamos de forma muy similar a la hora de invertir y tenemos muy claro lo que queremos hacer y cómo lo queremos hacer.
Creo que lo mejor que tenemos es que somos capaces de discutir y criticar nuestras opiniones de forma pasional sin que nadie se enfade o se moleste. De hecho, aunque pensemos similar, siempre intentamos buscar la visión contraria y generar discusión para intentar ver si nos equivocamos en algo cuando analizamos una empresa y a los dos nos gusta. La complacencia no lleva a nada bueno.
Creo que la mejor decisión que hemos tomado (además de crear Valentum) ha sido la forma de tomar decisiones: sólo se toma la decisión cuando ambos estamos de acuerdo. Si tomamos la decisión, el acierto o el error es de ambos. Si no se toma la decisión porque uno no quiere, no hay reproches. Estamos juntos en esto y somos uno. Es la única forma de que esto funcione.
Además, nos apoyamos mucho en nuestra gente. En nuestras decisiones de inversión pesan mucho lo que piensen Jan Roos y Ana Moreno, los analistas de Valentum. Y a nivel de negocio igualmente con Víctor Carmona, Pablo García-Cruz y Denis Gueorguiev, que se encargan de la administración y los partícipes del fondo. Sin ellos no habríamos llegado donde estamos.
-¿Cuál ha sido la rentabilidad de Valentum desde su creación?
Valentum, FI lleva aproximadamente un 165% de rentabilidad desde su creación en marzo de 2014, aproximadamente un 13,5% anualizado.
-Rentabilidad debido fundamentalmente a …
Invertir según nuestros principios y no dejarnos llevar por las miles de propuestas e ideas que pasan por delante nuestro pero que no entran dentro de nuestra forma de invertir o nuestros criterios.
Valentum FI tiene un sesgo hacia pequeñas y medianas empresas.
Eso sí, intentamos aprender y hemos evolucionado. Al principio éramos muy estrictos con las valoraciones a las que invertíamos, pero nos dimos cuenta de que en un mundo inmerso en una revolución tecnológica teníamos que cambiar múltiplos bajos por algo de crecimiento de calidad. Tenemos una cartera diversificada con cosas baratas y cosas que crecen y muchas que están baratas y crecen.
-¿Cuánto dinero gestionan?
Unos 160 millones de euros.
-Hace un año largo que lanzaron Valentum Magno. ¿Qué es lo que le diferencia del fondo original?
Valentum Magno mantiene la misma filosofía de inversión que en Valentum FI pero se centra en compañías grandes. Valentum FI invierte en todos los tamaños de compañías pero tiene un sesgo hacia pequeñas y medianas empresas.
Utilizamos una estrategia muy simple de derivados, vendemos opciones PUT (cuando queremos comprar a precios más bajos) y CALL (cuando queremos vender. No son coberturas y no hay apalancamiento, es una estrategia para conseguir un extra de rentabilidad. En Valentum sólo lo podemos hacer con las grandes, pero en Magno lo podemos hacer sobre todos los valores de la cartera (no hay opciones sobre empresas pequeñas), por lo que esto añade rentabilidad y debería reducir la volatilidad del fondo. Somos muy optimistas con Magno (si no, no lo hubiésemos creado) y debería demostrarse paulatinamente.
-¿Qué tiene una gran empresa que no tiene una empresa pequeña?
Las grandes suelen ser negocios más establecidos y más estables, muchas de ellas son de gran calidad y con barreras de entrada muy potentes. A la hora de invertir, son valores de elevada liquidez, algo que a veces es complicado conseguir en las pequeñas. Por otra parte, todo el mercado las conoce bien y el más complicado encontrarlas a precio de ganga.
-Y… ¿qué tiene una empresa pequeña que no tiene una grande?
Las pequeñas muchas veces son negocios que están en etapa de crecimiento y se convertirán algún día en compañías grandes. Esas tienen potenciales de revalorización muy fuertes. También son estructuras más flexibles y rápidas donde ciertos cambios pueden provocar fuertes cambios de valoración. Además, como no tantos inversores analizan compañías pequeñas, hay más oportunidades que descubrir y más gangas.
En Valentum Magno las mayores posiciones son Google, Facebook y Henry Schein
-¿Por qué Valentum Magno en plena pandemia?
Las crisis son también oportunidades. El planteamiento de Magno nos rondaba desde hacía tiempo. Decidimos ser oportunistas y comenzar en un momento en el que abundaban las gangas en el mercado. Queremos rodar Magno dos o tres años para demostrar que es capaz de generar buenos retornos.
-¿Cuáles son las primeras posiciones de ambas carteras y por qué?
En Valentum las máximas posiciones son Digital Value, Alantra y Anima Holding.
Digital Value es una consultora tecnológica italiana que está beneficiándose del proceso de digitalización que vive el país. Tiene grandes clientes, crece a doble dígito con márgenes elevados y sigue a valoraciones atractivas en comparación con el sector. Alantra (fusión de la antigua Dinamia con N+1) lleva años en nuestra cartera. Es una de las mejores compañías cotizadas en España, en nuestra opinión, y no la cubre ningún analista. Han ejecutado siempre a la perfección y está muy barata. Anima es una gestora de fondos italiana que recibe mandatos de grandes bancos que no tienen gestora. Un negocio recurrente, con buenos track record de sus fondos, mucha generación de caja y, una vez más, cotiza a unos ratios muy apetecibles.
En Magno las mayores posiciones son Google, Facebook y Henry Schein, aunque en Magno los pesos están más equilibrados. Google y Facebook nos parecen unos claros ganadores a largo plazo. Tienen productos que son los mejores en el mundo del marketing y publicidad y que generan unos retornos a los anunciantes muy superiores a los demás. Su mentalidad emprendedora y su capacidad financiera hacen que vayan a ser capaces de seguir creando negocios innovadores de alto crecimiento a futuro, además del crecimiento orgánico de su negocio principal que pensamos seguirá siendo muy fuerte. Henry Schein es un distribuidor de material médico y dental que lleva componiendo a doble dígito durante décadas. La compañía se sigue expandiendo y lanzando iniciativas para facilitar la vida de médicos y pacientes.
-Me ha llamado la atención una frase suya que he leído: “La calma interior y el “no querer forrarte” mejora muchísimo tu rentabilidad”. ¿Esto casa con el mundo en el que vivimos?
Es fundamental y creo que es lo que mejor me ha funcionado en la vida a nivel inversión. Tengo mis ahorros en los fondos de Valentum y no tengo ninguna intención de sacarlo nunca. Tengo muy clara la primera y segunda regla de Warren Buffett: 1) no perder dinero y 2) no olvidar la primera regla.
Suena muy bien pero no es fácil. Hemos ido aprendiendo, en parte, a base de errores. Y sabemos que de todas las inversiones que hacemos algunas saldrán mal, pero la clave está en aplicar mucho el sentido común. Al final, el que va demasiado rápido se acaba chocando, y nosotros sabemos que el viaje es muy largo.
-Espero que no le importe y me responda a estas tres preguntas sobre la actualidad económica de nuestro país. ¿Qué le parecen los Presupuestos?
No me gusta opinar sobre cuestiones políticas concretas y creo que los Presupuestos es un tema político puro y duro. Creo que los políticos en general tienen un conflicto de interés enorme y no toman las mejores decisiones para el país. Les importan demasiado las urnas.
Yo soy liberal, creo que lo mejor que puedes hacer es incentivar, en vez de obligar o prohibir
-¿Y la ley de vivienda?
No lo sé. Muchas normas acaban provocando efectos contrarios al deseado inicialmente. Yo soy liberal, creo que lo mejor que puedes hacer es incentivar, en vez de obligar o prohibir.
-Sí usted estuviera en la Moncloa, ¿qué haría para cortar la escalada del recibo de la luz?
No soy experto en el sector, pero está claro que montar un Real Decreto a lo bruto no es la solución. Hay tecnologías de generación eléctrica muy distintas y contratos con clientes muy distintos. La magia no existe y alguien tiene que asumir el sobrecoste del gas, y algo se puede repartir entre las partes, pero hay que hacerlo de una forma que tenga sentido común, de lo contrario te vas a llevar por delante a quien no debes. Hay que hacer una regulación buena y no ir tapando agujeros con parches por aquí y por allí según convenga.
De todas formas, yo creo que sería bueno que en el Gobierno hubiese alguien que entendiese del tema y que el ministro de Industria o de transición energética, o como lo quieran llamar, fuese alguien que hubiese trabajado en el sector. Eso sería interesante. Y tendría mucho más sentido al movimiento contrario (que es el que suele ocurrir), que los políticos acaben en las eléctricas. Y tampoco estaría mal que las transiciones se pensasen mejor, lo de cerrar la nuclear es algo que no entiendo.
-¿Cómo ve el panorama en general a finales de año?
No lo veo mal. Veo mucho empleo y muchas ganas de consumir. Los problemas son los atascos en las cadenas de suministro y los precios de la energía e inflación. No sabemos cuán transitorios serán pero nos iremos adaptando. En cuanto a mercados, ni idea. Alguno se sorprenderá de que diga eso, pero es así. Los mercados se mueven por cosas que nos sorprenden, especialmente en el corto plazo y cualquiera que haga predicciones, no sólo no sabe de lo que habla, sino que ni siquiera sabe que no sabe (o nos está mintiendo).
-Y… en 2022, ¿qué nos espera?
Si hace dos años me cuentan que en el mundo iba a pasar todo lo que ha pasado, no me lo creería. No me creería ni una de las cosas que han ocurrido, ni mucho menos todas juntas. ¡Y encima con los mercados en máximos históricos!
En 2022 supongo que nos seguiremos preocupando por la inflación y la reacción que tengan los bancos centrales con sus políticas monetarias. Espero que poco a poco se vayan desatascado las cadenas de suministro y vayamos volviendo a lo que conocíamos por normalidad.
Pero lo que está claro es que seguiremos viendo mejoras en muchos aspectos. Estamos en una revolución tecnológica tremenda. Cada vez somos más eficientes, tenemos acceso a más información, comunicación, productos y servicios a una velocidad altísima y a un coste muy bajo, de manera que soy optimista con que esta revolución siga generando valor y riqueza por muchos sitios.
Si hace dos años me cuentan que en el mundo iba a pasar todo lo que ha pasado, no me lo creería y... ¡con los mercados en máximos!
En nuestro sector vemos mucho agorero constantemente, pero la realidad es que el ser humano tiene la costumbre de querer ir a más, mejorar, vivir mejor, vivir más tiempo y evolucionar. Por eso hay que seguir adelante con una sonrisa y estar invertido en esa evolución que son las empresas. Y, si me permite el guiño, en Valentum intentamos seleccionar las mejores.