El escudo antiopas, en pausa, tras la caída del ‘decreto ómnibus’… y el responsable es el ¡intervencionista Gobierno Sánchez! / Foto: Pablo Moreno
Hace unos días, PP, Vox y Junts no se plegaron al chantaje del Gobierno y tumbaron el Real Decreto-ley denominado ómnibus,… y las consecuencias son múltiples. Por ahora, no subirán las pensiones ni habrá ayudas para los afectados de la DANA ni se mantendrán las ayudas al transporte ni las del Plan Moves, entre otras cosas, pero hay otro efecto importante: el escudo antiopas ha quedado en pausa… y justo cuando polacos e indios quieren entrar en Talgo.
Por tanto, en materia ferroviaria en nuestro país ya no sólo hay ‘desastre Puente’ sino un auténtico ‘desastre Gobierno Sánchez’, y al mismo tiempo, demasiado gusto del Sanchismo por el intervencionismo. La penúltima muestra de esto se vio hace una semana, con el cese de José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica, y la imposición para sustituirle de Marc Murtra, que hasta entonces estaba al frente de Indra. Un movimiento que casi todo el mundo ve como intervencionista, salvo, naturalmente, Moncloa, y sorprendentemente, la CEO de Bankinter, Gloria Ortiz. Y para cubrir la vacante de Murtra en Indra, el elegido ha sido Ángel Escribano. Por cierto, tanto en Telefónica como en Indra las aguas andan revueltas: en la primera, el BBVA amenaza con irse... y Peter Löscher también; y en la segunda, se asiste a cómo la exministra socialista y presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, intenta colocar Hispasat al nuevo presidente... por la prensa.
Por cierto, cabe subrayar que tanto el PP como Junts tienen razón en criticar que el Gobierno meta tantas medidas dentro de un decreto ómnibus, algo que tampoco gusta a los tribunales. Claro que al Gobierno le gusta mucho echar la culpa a otros: ahora, lo hace con la no subida de las pensiones… algo que no es baladí y menos al saberse que prepara elecciones anticipadas; pero también con las ayudas para los afectados de la DANA (las cuales siguen sin llegar en condiciones, sino en un nivel ínfimo, mientras Sánchez se blindó en su reciente visita a Valencia capital). Y no olviden que al Gobierno le gusta mucho el paripé, como también se ha visto con el tema del impuestazo energético por parte de María Jesús (Marisu) Montero. Junts, PNV, PP y Vox tumbaron dicho gravamen, pero la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda (para contentar a Sumar y a Podemos) llevó al Consejo de Ministros un decreto con su prórroga que se aprobó, pero que no ha salido adelante en su convalidación en el Congreso… Así Marisu siempre podrá decir ante las formaciones rosa y morada que hizo todo lo posible, pero las derechas (incluidos los nacionalistas catalanes y los vascos) y los ‘ultras’ se lo han impendido. ¡Qué cara más dura!
Ahora vayamos a Talgo, una empresa donde el PNV (que sí votó a favor del famoso decreto ómnibus) quiere influir... y mucho, después de que ya lo hace en Iberdrola, Telefónica, Repsol, Indra, Sapa, ITP Aero... El escudo antiopas ha quedado en pausa justo cuando polacos e indios están interesados en entrar en el fabricante ferroviario que hoy tiene sede en Madrid. De hecho, el viernes 17 se conoció que el fabricante ferroviario Pesa -controlado por el Estado polaco a través del fondo público estatal Polish Development Fund (PDF)- ha fichado al banco galo Société Générale... con la vista puesta en lanzar una OPA sobre el 100% de Talgo. Esto hizo que su cotización se disparara más de un 6%. En paralelo, no hay que olvidar el interés del fabricante ferroviario indio Jupiter Wagons (que tiene entre sus accionistas al eslovaco Tatravagonka, con un 19,24% de su capital). Y Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, ha abierto la puerta a que ambos tomar participaciones minoritarias en Talgo, pero aún no se sabe si estos se conformarán… o querrán más. Por ahora, sólo se ve que Polonia pisa fuerte porque PDF le ha transmitido al jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Manuel de la Rocha, su interés amistoso por ser accionista de referencia de Talgo.
Eso sí, no hay que olvidar que a Puente el tema de Talgo se le ha ido de las manos por puro sectarismo ideológico (por eso se vetó la OPA de los ‘ultras’ húngaros de Ganz-Mavag, aunque de cara a la galería se dijo que era por un tema de seguridad nacional) y al mismo tiempo se insiste en la intervención que tanto gusta al Sanchismo bajo la excusa de que su tecnología de cambio de ancho de vía la convierte en una empresa estratégica. También se buscó al fabricante ferroviario checo Skoda pese a estar en pérdidas (y a su matriz, PPF Group) con la idea de forzar a Criteria Caixa a entrar en Talgo, pero no hubo suerte. Desde entonces, Moncloa ha seguido buscando socios... y así han salido los nombres de Pesa y Jupiter Wagons, aunque la mejor posicionada es la siderúrgica vasca Sidenor, a la que acompañarían tanto el Gobierno central como el vasco (a través de la SEPI y de Finkatuz), y el PNV también podría contribuir en el esfuerzo financiero a través de las fundaciones bancarias BBK, Kutxa y Vital (las dueñas de Kutxabank). No olviden que el propio lehendakari, Imanol Pradales, quiere que la sede de Talgo esté “en Euskadi”.
Al hilo del escudo antiopas, que se puso en marcha en marzo de 2020 ante la crisis del Covid y se ha ido prorrogando en varias ocasiones, cabe referir que deja en manos de Moncloa la autorización (o el rechazo) de las inversiones extranjeras en empresas estratégicas cotizadas que sean superiores al 10% del capital, así como en aquellas no cotizadas donde la inversión supere los 500 millones de euros. Claro que desde el Ejecutivo se manda un mensaje de ‘tranquilidad’ al referir que las compañías estratégicas no se verán desprotegidas... porque espera aprobar una ley semejante muy pronto.