La Alianza por la Competitividad de la Industria Española reclama un marco europeo de ayudas a la inversión para la industria
Decíamos que España no es competitiva, pues hay demasiados impuestos sobre el salario (y de hecho, las cotizaciones sociales suben más que el coste laboral) y esa es la principal razón de que haya tanto paro (nuestro país lo lidera dentro de toda la OCDE, pese a que Yolanda Díaz presuma de empleo) y de que los sueldos no den para vivir. De hecho, por mucho que el Gobierno Sánchez hable de lo bien que va la economía, cada vez son más los que dicen que no es así. Ahora también cabe referir que ni España ni el resto de la Unión Europea son competitivas, y por ello, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha pedido que “se impulsen medidas que potencien su competitividad industrial en el contexto global a través de un Industry Deal”, en palabras de su portavoz, Carlos Reinoso.
La citada Alianza -formada por Anfac (automoción), AOP (refino), Aspapel (papel), Feique (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), Oficemen (cemento), Primigea (materias primas minerales), Sernauto (componentes de automoción) y Unesid (siderurgia)- representa el 60% del PIB español. Su portavoz ha referido que “Europa necesita que, paralelamente a la transición hacia los objetivos innegociables del Green Deal (Pacto Verde), se impulsen medidas que potencien su competitividad industrial en el contexto global a través de un Industry Deal”. Por ello, la Alianza reclama “el diseño de un marco europeo de ayudas a la inversión que evite la distorsión entre Estados miembros, capaz de financiar simultáneamente los costes de capital y operación, dado que un 35% de las tecnologías esenciales para la transición no son todavía económicamente viables ni competitivas”. Asimismo, pide que dicho marco de ayudas sea “suficientemente atractivo y ágil para desincentivar el traslado de operaciones industriales a otras áreas económicas y en el que se consideren alternativas como los contratos por diferencia o los créditos fiscales”.
Reinoso advierte que la ley IRA de Estados Unidos “pondrá en riesgo tanto las futuras inversiones en Europa como la continuidad de las cadenas de suministro, si no se emula la apuesta industrial del otro lado del Atlántico”
Al hilo de la competitividad no hay que olvidar el informe sobre el mercado único coordinado por Enrico Letta y presentado durante el Consejo Europeo el pasado abril, que llama a corregir y potenciar aspectos para que la industria europea pueda competir eficazmente en su transición hacia la neutralidad climática, la economía circular y la digitalización, al mismo tiempo que garantiza su soberanía estratégica y el modelo económico y social europea. Aún no se ha publicado, pero todo apunta a que el informe de Mario Draghi insistirá en el impulso de la competitividad.
La citada Alianza también refiere que se espera que el impacto de la ley IRA estadounidense influya directamente en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales intensivos en capital. Y ojo, esto “pondrá en riesgo tanto las futuras inversiones en Europa como la continuidad de las cadenas de suministro, si no se emula la apuesta industrial del otro lado del Atlántico”, ha advertido Reinoso.
En paralelo, este miércoles, Anfac ha publicado los datos de producción y exportación de coches correspondientes a mayo... y no hay buenas noticias. La producción se ha estancado en el quinto mes (-0,2%), situándose en 240-515 unidades. En lo que respecta al acumulado entre enero y mayo, la cosa va ligeramente mejor: se han fabricado 1.113.246 vehículos, lo que supone sólo un 2,9% más que en el mismo periodo de 2023, pero no hay que olvidar que el nivel aún es un 14,6% inferior al preCovid de 2019.