Vamos a numerito por día. El del lunes 1 de julio tuvo por protagonista a la reina de los 'protas' hispánicos, a doña Yolanda Díaz, líder, más o menos, de Sumar y, en sus ratos libres, vicepresidenta del Gobierno de España.

Lo que tiene que decir la CEOE -y el PP, y Vox- es que la reducción de jornada a 37,5 horas semanales es una barbaridad, otra más, de Yoli-Fashion

Fue el día en que Yolanda Díaz, una vez más con medias verdades, como esa de que el Partido Popular estaba de acuerdo con ella en su reducción de jornada, se rasgaba las vestiduras, con gran estilo, ante la actitud saboteadora de la patronal CEOE, de don Antonio Garamendi.

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Recuerden que, recientemente, Yoli nos comunicó que abandonaba la tarea del partido para dedicarse por entero al Gobierno, provocando así el terror telúrico ante las ocho palabras más temibles del lenguaje, las que relatara al añorado Ronald Reagan y que son éstas: "Soy del Gobierno y he venido para ayudar".

El gran problema de la economía española es la productividad y la gran mentira es que con 37,5 horas de trabajo a la semana se produzca más que con 40 horas

Total, que el Gobierno, en otro avance progresista - es decir, avance en círculo- pretende instaurar por decreto las jornada laboral de 37,5 horas de trabajo por semana, en lugar de las 40 horas actuales que, por cierto, en el sector público, el de Yoli, no se cumplen.

Y como la patronal CEOE se niega a firmar tamaña barbaridad, Yoli les ha llamado facciosos, paralelos a Vox y al insulto une la amenaza, secundada de inmediato por los dos matones favoritos de Yoli-Fashion: Pepe Álvarez y Unai Sordo.

Verán, lo cierto es que la medida resulta un tanto inoportuna, porque España tiene que trabajar más, producir más y competir mejor. Ese es el principal problema de la economía española y si reducimos la productividad empeoraremos nuestra competitividad.

Se trata de crear empleo, no de repartir el trabajo sin reducir los costes. Y si el trabajador no rinde durante 40 horas, no se trata de reducir las horas de trabajo sino de aumentar el rendimiento

Dicho de otra forma: don Pedro Sánchez ha fomentado un país de camareros y de ayudantes del hogar, carente de empleo industrial, que es el empleo mejor pagado. El gran problema de la economía española es ese: su flojísima competitividad. En este tramo, reducir la jornada laboral resulta un pelín suicida.

Lo que tiene que decir la CEOE -y el PP, y Vox- es que la reducción de jornada a 37,5 horas semanales es una barbaridad, otra más, de Yolandísima. Y no quedarse en la actitud presuntamente moderada y realmente idiota, de que nosotros sí que hemos presentado propuestas en la negociación laboral.

En culquier caso, el gran problema de la economía española es la productividad y la gran mentira es que con 37,5 horas de trabajo a la semana se produzca más que con 40 horas. Y todo lo que nace de una mentira suele acabar en frustración.

Discutir sobre jornada laboral mientras estamos a la cabeza del paro de toda la UE y de toda la OCDE recuerda aquello de que si las mujeres no trabajaran todos los hombres tendrían trabajo

De lo que se trata es de crear empleo, no de repartir el trabajo sin reducir los costes. Y oiga, si el trabajador no rinde durante 40 horas, no se trata de reducir las horas de trabajo sino de aumentar el rendimiento.

Por cierto, la necedad crece, porque discutir sobre jornada laboral mientras estamos a la cabeza del paro de toda la UE y de toda la OCDE recuerda aquello de que si las mujeres no trabajaran todos los hombres tendrían trabajo. Una verdad incontestable que ha dado lugar a muchos chistes en el pasado más o menos reciente.