España realiza un esfuerzo fiscal un 52,8% por encima del promedio de la Unión Europea
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) dio a conocer en enero de este año el informe «Competitividad Fiscal 2022. España sigue perdiendo competitividad en el ámbito fiscal», que aportaba datos sobre el esfuerzo fiscal de los españoles, recogió Hispanidad.
El esfuerzo fiscal mide la relación entre la presión fiscal y la renta per cápita de un país. El IEE lo describe como la presión fiscal normalizada en función de la renta
Según esos datos del IEE, España realiza un esfuerzo fiscal un 52,8% por encima del promedio de la Unión Europea. Entre las grandes economías avanzadas, ninguna presenta un esfuerzo fiscal superior al de nuestro país, algo que afecta especialmente a las empresas.
En cuanto a la presión fiscal, desde el IEE advirtieron que, según sus estimaciones, la presión fiscal española ya ha superado el 42% del PIB para 2022, y, por lo tanto, se ha situado por encima del 41,7% de presión fiscal media de la UE para el 2021, recogió Hispanidad.
Desde el IEE denuncian que, según datos de Eurostat, la proporción de recaudación que en España procede de las empresas es considerablemente superior a la media europea ya que los ingresos públicos que aportan las empresas respecto al total es en España del 32,5%, mientras que la media de la Eurozona es del 23,9%.
Y en relación al PIB, la presión fiscal empresarial en España es del 10,8% del PIB frente al 10,2% del promedio de la UE.
El IEE también ha anunciado el desarrollo de un indicador denominado ‘Indicador de presión fiscal normativa’, entendida esta como la carga de gravamen que el diseño del sistema fiscal introduce en las economías, al margen de la recaudación que obtenga. El resultado arrojado es que en 2022 el indicador se sitúa en 116,4 puntos, un 16,4% más elevada que la media de la UE y un 16,8% peor a la del promedio de los países de la OCDE, que tiene 99,6 puntos. Y aseguran que las dos figuras tributarias en las que España tiene una mayor presión fiscal normativa son "la imposición empresarial y la imposición patrimonial".
"Respecto al Impuesto sobre Sociedades, España presenta una presión fiscal normativa un 23,7% más elevada que la media de la Unión Europea, y un 22,1% superior al del promedio de la OCDE". "Por su parte, en la tributación sobre el patrimonio la situación de España es aún peor, en este caso, la posición de España es un 40,8% peor que la de la UE, y un 38% menos competitiva que el promedio de la OCDE. De hecho, nuestro país presenta la imposición patrimonial más gravosa de la OCDE sólo por detrás de Italia".
En cuanto al IRPF, señalan que se sitúa un 8,8% por encima de la media de la UE y un 7,6% por encima de la media de la OCDE, además, "el efecto conjunto con las cotizaciones a la Seguridad Social que son particularmente altas en España eleva la cuña fiscal hasta el 40% en 2021, lo cual significa que el salario neto que finalmente recibe el empleado constituye el 60% del coste laboral".