La Reserva Federal americana, FED, bajó ayer el precio oficial del dinero en Estados Unidos medio punto, hasta situarlo en la horquilla del 4,75-5%, bajo el argumento de que la tasa de paro podría situarse en ese país, a 31 de diciembre, en el 4,4%, en lugar del previsto 4%. 

Además, el pasado 12 de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) que dirige Christine Lagarde también bajó los tipos, en concreto un 0,25%, hasta situar la tasa de depósito -el indicador más relevante a partir de ahora- en el 3,5%. “Esperamos que la inflación vuelva a subir en el último tramo de este año, en parte por el efecto de las caídas previas en los precios de la energía. La inflación debería caer después hacia nuestro objetivo (2%) en la segunda mitad del año que viene”, afirmaba el comunicado del BCE.

Como explicaba Hispanidad, al Gobierno, y en concreto al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que tanto la FED como el BCE bajen el precio del dinero le viene de perlas, porque las subastas de deuda pública salen más baratas, sobre todo a largo plazo.

Y eso exactamente es lo que ha ocurrido hoy jueves en la subasta del Tesoro Público español, que ha colocado 5.562,2 millones de euros en deuda a medio y largo plazo -con una demanda que ha superado ligeramente los 9.700 millones- pero a menores intereses, o sea, más barata. 

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha adjudicado 1.404,128 millones de euros en Obligaciones del Estado con una vida residual de 4 años y un mes con un interés marginal del 2,478% (frente al 3,197% anterior). 

Además, ha subastado 2.384,288 millones en Obligaciones del Estado a 7 años, con una  rentabilidad del 2,701%, inferior al 3,420% de la subasta anterior.

Por último, ha captado 1.773,757 millones de euros en Obligaciones del Estado a 20 años, con un interés marginal del 3,534%, por debajo del 3,652% anterior.

En cualquier caso, subastar deuda a menos precio -que en teoría es una buena noticia para las inmensamente endeudadas arcas del Estado- también tiene sus riesgos: y es que gobiernos irresponsables como el de Pedro Sánchez y Carlos Cuerpo se vean animados a seguir emitiendo deuda…, que terminarán pagando nuestros nietos.