Feijóo quiere que los españoles renueven sus coches... aunque contaminen poco más lo mismo que el DS 9
Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a proponer el plan renove con incentivos para rejuvenecer para rejuvenecer el parque automovilístico, pero muchos españoles no pueden comprar un coche nuevo en estos momentos. A la incertidumbre ante qué tipo elegir, se suman los precios -y más en este contexto de elevada inflación-, y las restricciones a la circulación que impondrán en muchas ciudades o que la UE quiere que se dejen de vender coches nuevos diésel y gasolina a partir de 2035.
Hace unos días, el líder del PP ha abogado por “retirar de las carreteras los vehículos de más de 10, 12, 13, 14, 15 años” y no lo ha hecho en un marco cualquiera, sino en el Congreso anual de la Asociación de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Al envejecimiento del parque automovilístico (el 44% tiene más de 15 años y dos de cada tres ya cuentan con más de diez, según un estudio de la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza), se suma la crisis que atraviesa el sector desde hace bastante tiempo: hasta octubre se han vendido 666.247 coches, un 37% menos que antes del Covid,… y no se prevé mejora hasta 2023, según los últimos datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Hasta octubre, coches electrificados (eléctricos e híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-) suponen el 9,13% del mercado total, mientras que híbridos convencionales o no enchufables -tienen una pequeña batería que se recarga a través del motor de combustión- representan el 24,84%
Eso sí, al menos, Feijóo no renuncia al motor de combustión. “Nos parece un error estar impulsando exclusivamente el vehículo eléctrico, porque la mayoría de los ciudadanos no puede comprarlo, y además no tenemos implantadas electrolineras desplegadas”, ha señalado, apostando por cambiar los coches viejos de motor de combustión por otros nuevos, para más adelante dar el paso hacia la electrificación total. Conviene tener en cuenta que hasta octubre, los coches electrificados (eléctricos e híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-) suponen el 9,13% del mercado total, 9,13%, según los últimos datos correspondientes a octubre publicados por Anfac), mientras que híbridos convencionales o no enchufables -tienen una pequeña batería que se recarga a través del motor de combustión-representan el 24,84%.
Claro que no todos los españoles pueden permitirse un coche como el último oficial (un DS 9) que tuvo cuando aún presidía la Xunta de Galicia. Se trata de un coche híbrido de una marca de alta gama del grupo Stellantis que cuesta 70.000 euros y emite 127 gramos de CO2 por kilómetro, cinco menos que, por ejemplo, un Seat Córdoba de motor diésel de 20 años de antigüedad, según algunos expertos del sector. ¿Y entonces para que renovar el coche antiguo? Claramente para pasar por caja y pagar el impuesto de matriculación, que subió a principios de este año, aunque Feijóo quiere “rebajar la fiscalidad asociada al incremento del impuesto de matriculación”. Y un punto positivo es que el líder del PP se abra a “valorar rebajar el impuesto de hidrocarburos, con una moratoria de aplicación mientras mantengamos esta profunda crisis energética”, que el Gobierno Sánchez no ha querido tocar ni reducir un ápice y que junto al IVA representa casi la mitad del coste de la gasolina y del diésel.