El próximo 11 de junio finaliza el mandato de Pablo Hernández de Cos al frente del Banco de España, un cargo que, ni corto ni perezoso, se ha pedido para sí mismo Fernando Restoy. Al actual presidente del Instituto de Estabilidad Financiera, órgano clave en el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), le supo a poco su periodo de subgobernador, entre 2012 y 2016, con Luis María Linde como gobernador.

Restoy es el más sanchista, y el más sectario, de los funcionarios que ha tenido el banco central, y eso juega, sin duda, a su favor. Su mayor impedimento, sin embargo, es que no es mujer, aunque visto lo visto con los amigos que va colocando el feminista Sánchez en las empresas, tal vez no sea tanta desventaja.

Además de su sectarismo radical, de Restoy conocemos su obsesión por las fusiones, que llegó al colmo con su idea de fusionar todas las cooperativas de crédito en una única entidad. Aquello no salió adelante del todo, pero desde el IEF que preside su discurso sigue siendo el mismo: las entidades deben aumentar los recursos propios y para hacerlo se deben fusionar. ¿El resultante es mejor banco? No necesariamente, pero eso a Restoy no le importa demasiado.

Lo que marcó su etapa como subgobernador fue su empeño, atención, para que el Popular de Ángel Ron se fusionara con el Santander de Ana Botín, como adelantó Hispanidad. Oiga, y sin ningún argumento de peso, a lo que Ron se negó, lógicamente: el Santander era mucho más grande y, sobre todo, menos rentable que el Popular. Restoy abandonó la reunión visiblemente cabreado, y fue entonces cuando Luis María Linde, presente en la cita, le dio la razón a Ron.

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Dicho esto, la división clásica de funciones del Banco de España requería que el gobernador se dedicara a la política monetaria, mientras el subgobernador sacaba el látigo para poner en vereda a los banqueros. El Servicio de Estudios, por su parte, era el encargado de decirle al Gobierno de turno que se estaba equivocando con tal y cual medida económica.

Restoy no es experto en las dos primeras. Bueno, tal vez un poco en la segunda, pero ahora es el BCE el que saca el látigo y dicta la política monetaria. ¿Cuál le queda? La del Servicio de Estudios. Sin comentarios. En cualquier caso, ¿por qué Hernández de Cos ha triunfado? Por sus informes económicos y su manera de exponerlos, mientras el sanchismo colonizaba el resto de instituciones.

A todo esto, en Ferraz y en Moncloa insisten en que el PP nombrará al subgobernador si acepta renovar el CGPJ. Nunca se vendió tan caro el puesto de número dos del BdE.