Sánchez Llibre (Foment del Treball) pide extender la vida útil de las nucleares catalanas de Ascó y Vandellós
Ante la llegada de Sara Aagesen a la Vicepresidencia tercera y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, relevando a Teresa Ribera, quien ya se ha convertido en vicepresidenta europea, el debate sobre el calendario de cierre nuclear ha vuelto a tomar protagonismo. Ahora Foment del Treball ha pedido extender la vida útil de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós, que generan el 59% de la electricidad de Cataluña, para evitar que se produzca una falta de suministro eléctrico y un apagón industrial en dicha región.
La patronal catalana que preside Josep Sánchez Llibre ha mostrado su preocupación ante varios miembros de la Comisión Europea por las dos centrales nucleares citadas, incluidas en el calendario de cierres que impulsó Ribera. La de Ascó cuenta con dos reactores (el I, cuyo adiós está previsto para octubre de 2030; y el II, cuyo cierre se estableció para septiembre de 2032) y en la de Vandellós ya sólo hay operativo el reactor Vandellós II, cuyo adiós se fijó para febrero de 2035. Además, el cierre del reactor Ascó I es uno de los cuatro incluidos (junto a los dos de Almaraz y el de Cofrentes -que hace casi un mes fue clave para evitar un gran apagón ante la trágica DANA de Valencia-) en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030, cuyos objetivos en renovables, hidrógeno verde, almacenamiento, coches eléctricos, etc. son imposibles de cumplir.
Foment ha referido que la energía nuclear puede seguir suministrando a la industria, mientras se desarrolla la implantación de las renovables, y además ayuda a reducir emisiones. En 2023, la nuclear aportó más de la mitad de la energía de Cataluña (59% del total), mientras que las renovables sólo generaron el 16% del total y apenas representaron un 7% dentro del mix energético catalán, lejísimos de la media española del 50,3%. Al hilo de esto, Foment ha criticado que la apuesta energética del anterior Govern de la Generalitat (el liderado por Pere Aragonés) “no ha funcionado”, pues “no hay parques fotovoltaicos ni eólicos suficientes”, y ha reclamado “una transición energética acompasada para alcanzar la descarbonización”.
En Cataluña, la nuclear aporta el 59% de la electricidad... las renovables sólo el 16%. Además, en 2023 las nucleares catalanas “generaron 7,4 gigavatios-hora (GWh) de media por cada megavatio instalado, un rendimiento seis veces superior al de las plantas fotovoltaicas
La patronal catalana ha subrayado que “la energía nuclear es la principal fuente de energía en Cataluña y por tanto, esencial para su independencia energética”. Asimismo, ha destacado que en 2023 las nucleares catalanas “generaron 7,4 gigavatios-hora (GWh) de media por cada megavatio instalado, un rendimiento seis veces superior al de las plantas fotovoltaicas”.
Por si lo anterior no bastara para argumentar la petición de extender su vida útil diez años más, por ahora, Foment ha referido que “la voluntad de electrificación no es operativa para toda la industria”. De hecho, la industria necesita energía competitiva y estabilidad de precios. Por ello, se debe tener en cuenta el famoso trilema energético (garantía y seguridad de suministro, asequibilidad y sostenibilidad) y favorecer la competitividad de la industria con reformas que afecten al mercado de energía porque si no solo se conseguirá deslocalizar industria. Es más, actualmente, a la industria española le cuesta un 158% más la electricidad y un 345% más el gas natural que a la industria estadounidense.
Foment subraya que a la industria española le cuesta un 158% más la electricidad y un 345% más el gas natural que a la industria estadounidense
Foment del Treball propone que la energía nuclear sea parte de la solución intermedia para la industria mientras no se alcanzan los objetivos de descarbonización. Por cierto, los tres reactores catalanes generan el 8,8% de la demanda de energía eléctrica de toda España... y lo hacen con más de 30 millones de euros de inversiones al año por planta, que se destinan a la mejora y modernización de instalaciones y sistemas, así como a la renovación de sus principales componentes, como señala la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV) -una agrupación de interés económico que opera dichos reactores y está participada por Endesa e Iberdrola-.
Claro que la patronal catalana no ha sido la única que ha pedido recientemente una extensión de la vida útil de las centrales nucleares españolas, pues también lo han hecho la Junta de Extremadura, la Comunidad de Madrid, la consultora PwC, Foro Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española), el exministro socialista Jordi Sevilla desde LLYC, Fedea, el PP...