Parece que no sólo la economía de Alemania, considerada como la locomotora europea durante años, se resiente (su PIB cerró 2023 en recesión, al descender un 0,3%, aunque entre enero y marzo, se ha suavizado al -0,2%), pues también hay frenazo en el coche alemán. Así se ha visto en los resultados del primer trimestre de Volkswagen y Mercedes-Benz, que no han sido buenos y han sido castigados en bolsa: han bajado ingresos, ventas y beneficios.

Estos dos fabricantes automovilísticos germanos no han tenido un buen inicio de año, algo que a los inversores no les ha gustado: la cotización del grupo Volkswagen ha bajado un 4,1% y la de Mercedes-Benz lo ha hecho un poco más (-4,7%). No hay que olvidar que ambos tienen presencia industrial en España: el primero tiene fábrica en Pamplona (Navarra) con la marca insignia que le da nombre y en Martorell (Barcelona) con Seat -su filial española formada por esta misma marca y la premium Cupra-; y está levantando, junto a un consorcio de empresas, una gigafábrica de baterías en Sagunto (Valencia) tras recibir ayudas públicas; y el segundo grupo tiene planta en Vitoria (Álava), la cual también ha recibido ayudas públicas. 

Relacionado

Volkswagen ha visto descender sus ingresos un 1% entre enero y marzo, a 75.461 millones de euros. En esto han tenido mucho que ver las menores ventas de vehículos, que han disminuido un 2%, hasta 2,08 millones de unidades.

El grupo con sede en Wolfsburgo (dueño de las marcas Volkswagen, Audi, Skoda, Seat -que incluye la premium Cupra-, Porsche, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Ducati, Volkswagen Vehículos Comerciales, Scania y MAN) ha tenido un beneficio operativo (ebit) ha caído un 20,2%, a 4.588 millones, sin alcanzar la cifra esperada por los analistas, debido a las menores ventas y los mayores costes ligados al lanzamiento de 30 nuevos modelos. Los analistas del Banco Sabadell también han destacado el fuerte retroceso en los márgenes sobre ventas en el segmento Progressive (el de la marca Audi), que repercuten en el recorte de la rentabilidad del grupo, que ha pasado del 7,5% al 6,1%. Por su parte, el beneficio neto ha caído un 21,6%, a 3.710 millones.

“Tal y como esperábamos, nuestros resultados del primer trimestre muestran un arranque lento para el año”, señala el director financiero del grupo Volkswagen, Arno Antlitz

“Tal y como esperábamos, nuestros resultados del primer trimestre muestran un arranque lento para el año”, ha señalado su director financiero, Arno Antlitz. Eso sí, ha subrayado que cuentan “con una orden de pedidos sólida” (entre ellos, el doble de vehículos eléctricos que hace un año) que tendrá “un efecto positivo en el siguiente trimestre”. A pesar del tropiezo inicial, el grupo mantiene sus previsiones anuales de aumentar sus ingresos un 5% y obtener un margen operativo de entre el 7% y el 7,5%.

Por su parte, Mercedes-Benz ha bajado sus ingresos un 4%, a 35.873 millones, por las menores entregas (-8%, a 462.978 unidades, de los cuales 47.521 han sido 100% eléctricos). Por divisiones, la de Mercedes-Benz Cars, su negocio principal, ha aportado 25.713 millones (-7,5%); Mercedes-Benz Vans (la división de vehículos comerciales), 4.893 millones (+6%); y Mercedes-Benz Mobility, 6.855 millones (+3,25%).

Aunque permanecemos vigilantes sobre las perspectivas macroeconómicas y geopolíticas globales, confirmamos nuestros objetivos financieros para el año completo 2024”, apuntado responsable de Finanzas y Control/Movilidad de Mercedes-Benz, Harald Wilhelm

El grupo con sede en Stuttgart ha visto caer su beneficio operativo (ebit) un 30% en el primer trimestre, a 3.863 millones, al igual que su compatriota, por debajo de lo que esperaban los analistas. Una caída que, según los analistas del Banco Sabadell, se ha debido a la menor rentabilidad en la división de Coches por un peor mix en un entorno de lanzamientos de alta gama y un menor dinamismo de eléctricos, a pesar de precios más bajos de materias primas y mayor control de costes en vehículos comerciales. Y el beneficio neto ha caído un 25%, a 3.025 millones, por problemas en la cadena de suministro y cambios de modelos.

Relacionado

Eso sí, al igual que su compatriota Volkswagen, Mercedes-Benz mantiene sus previsiones anuales de ingresos, aunque estima que el ebit y el flujo de caja libre de su negocio industrial estarán ligeramente por debajo de los obtenidos en 2023. “Aunque permanecemos vigilantes sobre las perspectivas macroeconómicas y geopolíticas globales, confirmamos nuestros objetivos financieros para el año completo 2024”, ha apuntado su responsable de Finanzas y Control/Movilidad, Harald Wilhelm.