Ignacio Sánchez Galán está tranquilo, pues, además de tener todo el apoyo del Consejo, no está obligado a dimitir tras su imputación y la afronta “trabajando, trabajando y trabajando”
Ya ha acabado una semana que se puede calificar como horribilis para Iberdrola en bolsa, tras la imputación de su presidente y CEO, Ignacio Sánchez Galán, entre otros. Y es que su cotización ya ha perdido un 13% en lo que va de año, situándose en 10,355 euros, volviendo a los niveles mínimos (10,01 euros) registrados en marzo.
Este viernes ha llegado a caer un 2,39%, aunque al final ha cerrado la sesión con un descenso del 1,10%, frente a un Ibex en positivo (+0,23%). Así ha culminado su semana horribilis, a excepción del lunes, cuando la cotización subió un 1,072%, muy por encima del selectivo español (+0,23%). Las malas noticias empezaron el martes, cuando se conoció que la Fiscalía pedía imputar a Galán: la acción bajó un 0,323%, frente a un Ibex ligeramente positivo (+0,02%).
Tras las imputaciones de Sánchez Galán y Martínez Córcoles, la reacción en bolsa fue, lógicamente, mala: la cotización se desplomó un 3,56%, más del triple que el Ibex (-1,10%)
Un día después, llegaron las imputaciones: el juez Manuel García-Castellón imputó a Galán, al director general de negocios, Francisco Martínez Córcoles, y otros dos extrabajadores de la eléctrica (Fernando Becker y Rafael Orbegozo). La reacción en bolsa fue, lógicamente, mala: la cotización se desplomó un 3,56%, más del triple que el Ibex (-1,10%). Y el jueves, cuando se conoció el comunicado de Iberdrola tras el auto judicial, quedando claro el apoyo de todo el Consejo a la dirección de la compañía, la cotización tuvo un pequeño respiro: subió un 0,43%, aunque muy por debajo del selectivo español, que presentó un alza del 1,34%. Eso sí, sigue siendo la segunda por capitalización con un valor de 66.460 millones de euros, tras Inditex (95.962 millones) y por delante del Banco Santander (58.186 millones).
Galán está tranquilo, pues, además de tener todo el apoyo del Consejo, no está obligado a dimitir tras su imputación. Recuerden que en la Junta de Accionistas de 2020 se blindó ante el supuesto de ser imputado, con un sutilísimo sistema que fue aprobado por mayoría búlgara (99,9%): se modificó el artículo 8 de los Estatutos Sociales para “dar cumplimiento estatutario al Sistema de Cumplimiento y a la Unidad de Cumplimiento”, añadiendo los puntos 8 y 9, por los que la medición e instrumentación del Código Ético y del Sistema de gobierno corporativo será tarea de la Unidad de Cumplimiento.
Y hay que tener en cuenta el Reglamento del Consejo de Administración de Iberdrola, en cuyo artículo 21.3 cita los casos en que los consejeros deberán poner su cargo a disposición del Consejo. Entre ellos, el apartado b señala: “Cuando por hechos o conductas imputables al consejero se hubiere ocasionado un daño grave al patrimonio social o a la reputación de la Sociedad o surgiera riesgo de responsabilidad penal para la Sociedad o alguna de las sociedades del Grupo”. Y el apartado c dice: “Cuando se den situaciones que les afecten, relacionadas o no con su actuación en la propia Sociedad, que puedan perjudicar al crédito y reputación de esta”.
Galán afirmó que afronta la imputación “trabajando, trabajando y trabajando” y que está “encantado de poder ir a contar lo que no nos han dejado contar hasta ahora”
En el Foro Tendencias de El País, Galán afirmó que afronta la imputación “trabajando, trabajando y trabajando” y que está “encantado de poder ir a contar lo que no nos han dejado contar hasta ahora”, tras tres años enterándose del caso por los medios de comunicación. Y por supuesto, recordó que hace casi un mes, se adelantó a la Justicia, poniendo a todos los administradores y empleados (incluido él mismo) a disposición de García-Castellón. “Investigue lo que quiera pero déjeme que, por lo menos, le cuente mi versión”, añadió el presidente y CEO de Iberdrola.
Desde Moncloa, se ha hablado poco del tema estrella empresarial de la semana (y mucho de los indultos, el gran tema político). En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario del jueves, Teresa Ribera y María Jesús Montero se negaron a opinar. Eso sí, sorprendió que la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico no respondiera y le pasara la patata caliente a la ministra portavoz… ¿estará enfadada por las palabras de Galán en la última Junta de Accionistas de Iberdrola contra el anteproyecto de retribución del CO2 y sus alusiones a que los impuestos suponen cerca del 60% de la factura de la luz?
Un día después, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, advirtió del “desgaste reputacional” la imputación de Galán no sólo en Iberdrola sino en el resto del Ibex, sobre todo si persiste en el tiempo. Y es que el viernes, no sólo Iberdrola tuvo descensos de cotización, también otras compañías del sector energético (Red Eléctrica, Acciona, Repsol, Naturgy) y del turístico (Amadeus e IAG). Claro que el Ibex logró cerrar la sesión en positivo, con un alza del 0,23%.