Ignacio S. Galán no logra despejar dudas... por la elevada deuda de Iberdrola, pese a que prefiere presumir de inversiones récord y más dividendo a cuenta. Lógico. La eléctrica ha cerrado los nueve primeros meses con una deuda neta ajustada de 46.697 millones de euros, frente a la de 47.832 millones que tenía a cierre de 2023, pero es ligeramente superior a la del primer semestre de este año (45.153 millones). Y en todo caso, la cifra sigue siendo elevadísima... y eso siempre constituye un peligro.

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Al presidente ejecutivo de Iberdrola le gusta hacer brindis al sol, sobre todo, con las cifras de millonarias inversiones. Eso sí, crece a costa de incrementar deuda... y también de dinero público. Ya saben que Iberdrola sigue teniendo como punto fuerte la hidroeléctrica, el mayor chollo energético en España y que no precisa apenas de inversiones. Asimismo, el ingeniero industrial salmantino se caracteriza por llegar antes que otros a las novedades subvencionadas, y después suele ponerlas en venta, como se ha podido ver con la eólica y la solar, pese a que tanto criticaba a esta última hace años calificándola de “producto financiero”, algo en lo que también él mismo está contribuyendo. En eólica marina, no se libró de la crisis de hace un año que tanto afectó a Orsted; y en hidrógeno verde, mejor que venda pronto, porque aún no es rentable y su transporte es una ruina, pero parece que, por ahora, va más por producirlo... y de hecho, recientemente, Galán ha referido que “la transición” climática no sólo es “energía verde”, sino también industrializar. Eso sí, debe tener en cuenta que en industria no vale lo de crear y vender, sino que hay permanecer.

Galán considera que en Europa “se puede ampliar la vida de las centrales nucleares”, pero se necesita “un análisis económico” y “una política energética que permita llevar esto a cabo”. En España, por ahora, no hay cambios en la política energética que lidera la talibana verde y antinuclear ‘doña contradicciones’ Teresa Ribera

Entre las últimas novedades subvencionadas que han despertado el interés de Galán están los centros de datos, aunque en este caso no llega el primero y está empezando a haber demasiada competencia: Microsoft, Google, Amazon, Merlin Properties, ACS, Endesa,... En la conferencia con analistas, Galán ha referido que está en conversaciones “muy avanzadas” para encontrar un socio con el que crear una sociedad conjunta para impulsarlos en España y otras geografías, dada la “creciente demanda” y el “consumo enorme” de energía que tienen. Y ojo, ha subrayado que la eléctrica “está perfectamente posicionada” para el negocio de centros de datos por sus instalaciones de bombeo, hidroeléctricas, solares y eólicas, aunque también abogó por la nuclear como solución para surtirlos de energía, aunque es algo que debe “definir la política energética” de cada país. Vaya, para una vez que podía apoyar el mantenimiento de las nucleares españolas... Un tema en el que ha sido algo contradictorio, al considerar que en Europa “se puede ampliar la vida de las centrales” y no hay ninguna razón para no hacerlo e imitar a EEUU, pero se necesita “un análisis económico” y “una política energética que permita llevar esto a cabo”. Es más, ha añadido que “en el caso de Iberdrola tenemos la alternativa si la política nos permite ampliar estos ciclos. Estaremos dispuestos a hacerlo siempre y cuando la parte económica sea atractiva”. Como saben, por ahora, en España, la política energética está liderada por la talibana verde y antinuclear ‘doña contradicciones’ Teresa Ribera, así que no hay cambios respecto al cierre progresivo de los reactores previsto para el periodo 2027-2035. 

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Ante los analistas, Galán no se ha mojado demasiado sobre el impuestazo energético (y la intención del Gobierno de convertirlo en permanente, algo para lo que ya no cuenta con el apoyo de Junts y PNV), o al menos, lo ha hecho menos que Repsol (que no ha dudado en trasladar inversiones... y por eso Sumar quiere que Moncloa compre un paquete de acciones, es decir, que repita la vergonzosa ‘operación Telefónica’). El presidente ejecutivo de Iberdrola ha señalado que la reforma de dicho gravamen no deja de ser “ruido” y “rumores”, por ahora, pero eso sí, ha hablado de que “hay mucho apetito inversor en otros países como EEUU y Reino Unido, donde hay seguridad y predictibilidad en la regulación”. Es más, la eléctrica ha incrementado sus inversiones principalmente en estos dos países al cerrar la compra del 88% de la distribuidora británica ENW  por unos 5.000 millones, incluyendo deuda) y al lograr la aprobación de los accionistas de Avangrid para su fusión. ¿Se puede considerar un aviso? Es difícil responder, y más porque últimamente las relaciones entre el ingeniero salmantino y el Ejecutivo Sánchez estaban bastante mejor que hace años, cuando no dejaba de aludir a la falta de seguridad jurídica en España.

Los ingresos siguen en descenso, pasando de 37.193 millones a 33.116,8 millones, en gran parte por los menores precios mayoristas, así como por los menores contratos de luz (-3%) y de gas (-3,1%), y las bajadas tanto en producción de electricidad (-19,6%) como en capacidad instalada (-9,3%)

Todo esto el mismo día que se publicaban los resultados de Iberdrola durante los nueve primeros meses, que en las primeras horas de la sesión han sido bastante aplaudidos por los inversores (+2%), pero a medida que ha avanzado la jornada, el entusiasmo se ha ido relajando (+1,26%). Los ingresos de la eléctrica han seguido en descenso, pasando de 37.193 millones a 33.116,8 millones, en gran parte por los menores precios mayoristas, así como por los menores contratos de luz (-3%) y de gas (-3,1%), y las bajadas tanto en producción de electricidad (-19,6%) como en capacidad instalada (-9,3%). En estos dos últimos indicadores, cabe destacar algunas diferencias entre mercados: en España, generación y capacidad han crecido un 2,8% y un 4,5%, respectivamente; en Reino Unido (+3,2% y +0,2%) y EEUU (+5,5% y 8,5%) también; frente a los fuertes desplomes registrados en México (-62% y -76,8%) -en gran parte por la venta de activos- y en Brasil (-21,7% y -1,6%)

Por su parte, el margen bruto ha ascendido ligeramente, de 17.199,7 millones a 18.045,3 millones. El beneficio bruto de explotación (ebitda) ha crecido un 23%, a 13,268,5 millones, principalmente, por las mayores inversiones orgánicas de redes, los récords en producción renovable y la rotación de activos. En términos recurrentes, el incremento del ebitda ha sido del 11%, hasta 11.551 millones, gracias a EEUU y Reino Unido. Y el beneficio neto de explotación (ebit) ha aumentado hasta los 9.071,3 millones.

Las inversiones (a costa de más y más deuda) alcanzan el récord de 12.300 millones, siendo un 13% superiores a las de hace un año, y sobre todo se han destinado a redes y renovables en EEUU y Reino Unido

Un capítulo especial merece el beneficio neto, que la eléctrica presume de haber disparado un 50,4%, a 5.470,7 millones, frente a los 3.637 millones de hace un año, por las plusvalías millonarias (1.165,2 millones) registradas con la venta de activos en México, una ‘huida’ que se vendió como un acuerdo para descarbonizar, al tiempo que se necesitaba dinero para otras inversiones en otras latitudes. Eso sí, sin dicho efecto extraordinario, el beneficio neto se ha incrementado un 18,4%, a 4.305,5 millones; y en términos recurrentes (sin la recuperación del déficit de tarifa de Reino Unido y la provisión por impuestos en México en 2023), el crecimiento ha sido de un 22%.

Las inversiones (a costa de más y más deuda) han alcanzado el récord de 12.300 millones, siendo un 13% superiores a las de hace un año, y sobre todo se han destinado a redes y renovables en EEUU y Reino Unido. Por su parte, el flujo de caja se ha disparado un 69%, incluyendo la caja generada con la venta de activos, hasta 13.821 millones; y la liquidez ha ascendido a 22.100 millones, lo que cubre 20 meses de necesidades de financiación. 

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A la vista de estos resultados y del récord en capitalización bursátil (cercana a los 90.000 millones, sólo por detrás de Inditex en la bolsa española), Iberdrola ha decidido elevar sus previsiones anuales (ahora espera que el beneficio neta crezca un 14%) y ha anunciado un aumento del dividendo a cuenta del 14%, a 0,23 euros brutos por acción con cargo a los resultados de 2024... y al que se sumará el complementario que apruebe la próxima Junta de Accionistas. Eso sí, entre los accionistas de la eléctrica no olviden que el primero es el fondo soberano catarí QIA (dueño del 8,69%)... que quiere mandar más. 

Por cierto, en la primera conferencia con analistas tras unos resultados de la eléctrica ya con 74 años a las espaldas, Galán no ha hablado de que quiere que su hijo Ignacio, actual director de Compras y Servicios Globales de la compañía, sea consejero... ¿y sucesor?, por supuesto. Sin embargo, sigue siendo lo que quiere. Y por cierto, Galán también es accionista de la eléctrica, pues cuenta con más de 15 millones de acciones, cuyo valor asciende a unos 210 millones de euros.