Ignacio S. Galán fue el gran triunfador en la COP28 celebrada en Dubái, superando al sultán Al Jaber y a Teresa Ribera, pero no siempre el ingeniero salmantino es tan verde como quiere parecer. Y es que a veces las turbinas eólicas necesitan de ¡motores diésel!

Así lo admitió la filial escocesa de Iberdrola, Scottish Power, después de que hace meses lo revelara un trabajador al diario Daily Record: en concreto, admitía que 71 de sus 1.183 aerogeneradores terrestres habían estado funcionando con motores diésel unas seis horas al día durante un corto periodo del pasado diciembre. Hace poco más de una semana la noticia volvió a aparecer y a generar numerosos clics, por ejemplo, se hizo eco La Gaceta de la Iberosfera. Eso sí, recibió respuesta del ingeniero del sector renovable y especialista en eólica Sergio Fernández Munguía en la newsletter que dedica a dicha energía (Windletter). En concreto, aludió a que las turbinas eólicas pueden necesitar de motores diésel en caso de fallo en la red, para poder alimentar los sistemas auxiliares (que se autoalimentan con la generación eólica cuando hay viento o de la red cuando este no sopla). Dichos sistemas abastecen varios subsistemas que mantienen el aerogenerador listo para volver a ponerse en marcha: resistencias de caldeo, comunicaciones, sistemas de lubricación automática de rodamientos y el sistema de orientación, por ejemplo).

En esta ocasión, Fernández Munguía habla de un caso puntual de uso de motores diésel en aerogeneradores por un problema en la red eléctrica. Sin embargo, no deja de ser una muestra de la hipocresía verde imperante, y más tras la COP28 en la que se logró pactar el inicio de la salida de los combustibles fósiles, no su fin, pues van a seguir siendo necesarios durante muchas décadas. Y es que no se puede perder de vista la intermitencia que tienen las renovables, lo que provoca que se necesiten energías de respaldo: nuclear, gas, petróleo e incluso carbón en algunos países.

Galán ha convertido las renovables en un “producto financiero” del que sacar tajada, y ahora con la elevada deuda de la eléctrica, está llegando a alianzas, vendiendo participaciones minoritarias en proyectos para seguir financiando su crecimiento verde

La cosa no acaba ahí en el tema de las energías renovables en Escocia y la apuesta de Iberdrola en dicho negocio en aquellas tierras. Y es que el pasado verano, el partido nacionalista escocés (SNP) admitió haber talado casi 16 millones de árboles en tierras de propiedad pública para desarrollar parques eólicos desde el año 2000, como informó The Telegraph. Así lo estimó Mairi Gougeon, secretaria de Asuntos Rurales, quien esperaba que los promotores de dichos parques realizaran plantaciones compensatorias en otros lugares. Por su parte, el diputado conservador escocés Liam Kerr señaló que la cifra asombraría al público y que las comunidades de todo el país habían expresado su preocupación por los proyectos. Tampoco hay que olvidar los problemas que ahora hay en eólica marina... ni que la contestación a proyectos renovables también se ha empezado a ver en otros países, por ejemplo en España, en regiones como Galicia y Aragón, e incluso ha llegado al cine con las películas As bestas y Alcarrás

Paralelamente, no hay que perder de vista el contexto más reciente de Iberdrola. Galán ha convertido las renovables en un “producto financiero” del que sacar tajada, y ahora con la elevada deuda de la eléctrica, está llegando a alianzas vendiendo participaciones minoritarias en proyectos para seguir financiando su crecimiento verde. Además, ha logrado una línea de crédito de 5.300 millones de euros con 33 bancos... y ha obtenido un fallo favorable en un litigio en EEUU que le podría haber supuesto una sanción de unos 338 millones. Eso sí, en el tema laboral, los sindicatos han empezado a revolverse y se concentraron ante la sede de Madrid para reclamar una subida salarial “justa para su personal”. CCOO refirió el “escuálido” crecimiento salarial del 0,7% y recordó que en 2022 el IPC fue del 5,7% y un año antes, del 6,5%, por lo que si se confirman las previsiones de este año, “la capacidad de compra de la plantilla de la eléctrica caerá más de un 15% en tres años”. Y en UGT avisan que seguirán la campaña hasta que los trabajadores recuperen su poder adquisitivo.  

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Y en tema político, recuerden que Galán no quiere saber nada de Pedro Sánchez: le ha dejado esa tarea al PNV. Mientras, para su sucesión cobra cada día más relevancia su segundo hijo y jefe de Compras Globales, Ignacio Sánchez-Galán y García-Tabernero,... y eso que su yerno, David Mesonero, formó parte de la numerosa delegación que acudió a la COP28.