Ignacio S. Galán y sus dos balas: Mario Ruiz-Tagle y Javier Arriola
Ignacio S. Galán ha lanzado este miércoles dos buenas balas, en pleno enfrentamiento con el Gobierno -la ruptura es total y Moncloa quiere liquidarle-, y tras conocerse que la Audiencia Nacional procesa a una filial de Iberdrola por encarecimiento artificial de la luz en 2013. La primera bala es que reforzará Latibex, el mercado internacional de valores hispanoamericanos que opera Bolsas y Mercados Españoles (BME) -propiedad de SIX Group-, donde empezara a cotizar Neonergia el 7 de junio; y la segunda es que el director de la región norte de Iberdrola, Javier Arriola, también ha pedido un “marco regulatorio y político estable”.
Vayamos por partes. El presidente y CEO de Iberdrola quiere ser liquidado por Moncloa, pero resiste y tiene el respaldo de consejeros y accionistas (entre ellos, el fondo soberano de Catar), así como sus éxitos de gestión. Asimismo, la eléctrica lidera en capitalización en el Ibex, tras haber dado el ‘sorpasso’ a Inditex cuando esta última vivió el cambio en su cúpula, aunque es cierto que la distancia se ha ido recortando en las últimas semanas y ya sólo es de unos cientos de millones en lugar de miles de millones.
La presencia de Neoenergia en Latibex es positiva para “facilitar el acceso de los inversores europeos a Neoenergia de forma sencilla de cara a elevar su visibilidad fuera de Brasil y elevar su capacidad de financiación para seguir creciendo”, según los analistas del Banco Sabadell
Ahora Iberdrola ha anunciado que su filial brasileña, Neoenergia, empezará a cotizar en Latibex y se convertirá en su décimo novena integrante y la duodécima que llega de Brasil. Un paso con el que “refuerza el papel de Latibex como puente de unión entre empresas e inversores de ambos lados del Atlántico y representa el creciente interés” de las compañías hispanoamericanas “por los mercados financieros europeos”, según ha señalado BME. Por su parte, los analistas del Banco Sabadell lo ven como una noticia positiva para “facilitar el acceso de los inversores europeos a Neoenergia de forma sencilla de cara a elevar su visibilidad fuera de Brasil y elevar su capacidad de financiación para seguir creciendo”, y más teniendo en cuenta que ese es uno de los países clave de Iberdrola (aportó el 14% del Ebitda en 2021 y acaparará el 21% de las inversiones del Plan Estratégico 2020-2025).
Neonergia es líder en las redes brasileñas con casi 700.000 kilómetros de líneas eléctricas, controla cinco distribuidoras en 18 estados, es un gigante de las renovables con 5.200 megavatios (MW) instalados, tiene 16 millones de clientes y una cuota de mercado del 18%. Su plantilla supera las 15.000 personas y genera más de 28.000 empleos indirectos. También tiene buenos resultados: facturación de 8.100 millones de euros (+32%), resultado bruto de explotación (Ebitda) de 1.944 millones (+52%) y beneficio neto de 744 millones (+40%) en 2021; a los que hay que añadir unos 237 millones ganados en el primer trimestre de este año y un Ebitda de 473 millones. Neoenergia comenzó a operar en 1997 y dio un gran salto en 2017, al fusionarse con Elektro (otra participada de Iberdrola en Brasil), y después debutó en el parqué en julio de 2019 a través de una oferta pública de venta (opv). Actualmente, Iberdrola es su primer accionista, con un 53,5%; y le sigue la aseguradora Previ, con un 30,3%; y el free float representa el 16,2% restante.
Neoenergia “ha contribuido a que Iberdrola se haya convertido en la empresa más valiosa de la Bolsa española y la primera energética en Europa” en capitalización, superando a la italiana Enel. Y quizá esto haya contribuido para que emerja la figura de Mario Ruiz-Tagle en España: dejará de ser CEO de Neoenergia y será nombrado CEO de Iberdrola España
La filial brasileña de Iberdrola es actualmente una de las grandes energéticas brasileñas, con una capitalización de unos 4.300 millones, y se ha revalorizado en bolsa un 15% en lo que va de año con dividendos, según la matriz. Asimismo, “ha contribuido a que Iberdrola se haya convertido en la empresa más valiosa de la Bolsa española y la primera energética en Europa” en capitalización, superando a la italiana Enel. Y quizá esto haya contribuido para que emerja la figura de Mario Ruiz-Tagle en España: dejará de ser CEO de Neoenergia el próximo 15 de julio, donde le relevará Eduardo Capelastegui, y todo apunta a que será nombrado CEO de Iberdrola España, por tanto sustituirá a Ángeles Santamaría, quien ocupa dicho cargo desde febrero de 2018. Ya saben que Galán sigue mareando a los fondos que le exigen dejar de ser presidente y CEO y nombrar un primer ejecutivo, sobre todo, BlackRock.
Paralelamente, el director de la región norte de Iberdrola, Javier Arriola, ha dado muestras de que tiene bien aprendida la lección que da Galán, en una entrevista en Cinco Días con motivo de un evento sobre transición energética en Bilbao. Ha insistido en lo que más les preocupa a la hora de esta transformación “es que se necesita un marco regulatorio y político estable que permita tomar decisiones con tranquilidad, porque las inversiones son a largo plazo”, en la misma línea que el discurso de Galán en el Foro de Davos que no gustó nada al Gobierno donde pedía “claridad, estado de derecho y una regulación atractiva”. Claro que no es la primera vez que Arriola habla de marco estable, pues, por ejemplo, ya lo hizo hace cuatro años, cuando afirmó “tener un marco estable y con una tasa de retribución razonable es absolutamente clave para atraer las inversiones”, en una jornada sobre política industrial en el País Vasco.
Arriola cree que en eólica flotante “habrá que esperar a 2040 para que sea competitiva”. Por tanto, paciencia, pero quizá haya que esperar menos con el hidrógeno verde, donde Iberdrola ya ha anunciado inversiones de 3.000 millones. “Lo importante ahora es que nos vayamos posicionando como región y como país”, añade
Ahora Arriola también ha referido que “se habla de que el coste de la transición energética es de 285 trillones de dólares”, una muestra de que todo lo verde es caro, pero considera que “el problema no es lo que cueste sino que el retorno sea positivo, y creo que eso irá pasando”. O sea, que hará falta paciencia, porque mientras la eólica terrestre y la fotovoltaica ya son competitivas, aunque requieren altos volúmenes de inversión, la eólica marina y la flotante “aún no son competitivas”. De hecho, cree que la eólica flotante “es una tecnología con recorrido y habrá que esperar a 2040 para que sea competitiva”. Por tanto, habrá que tener paciencia, aunque quizá algo menos con el hidrógeno verde, donde Iberdrola ya ha anunciado inversiones de 3.000 millones en los próximos años: “Hoy pensamos que el 80% del consumo se va a poder electrificar directamente y el resto indirectamente a través del hidrógeno verde”. Arriola ha subrayado que “lo importante ahora es que nos vayamos posicionando como región y como país”.