La energía eólica marina, un fracaso que puede salir muy caro a Orsted e Iberdrola, entre otras compañías
El fracaso de la eólica marina hunde a Orsted y lastra a Iberdrola, y ambas pisan el freno en su desarrollo. Se trata de una energía que tiene dos grandes problemas, principalmente: requiere de una fuerte inversión inicial y no se tiene claro lo que va a producir.
En el aspecto de la fuerte inversión inicial, la eólica marina coincide con la nuclear. Claro que mientras esta última está viviendo un renacimiento en muchos países (no en España, por ahora, tristemente) e incluso se está impulsando el desarrollo de reactores modulares pequeños -los denominados SMR-, la primera está viviendo un frenazo por culpa del aumento de los costes y de los retrasos de los proveedores.
La compañía de renovables danesa acumula una depreciación bursátil de casi el 60% en lo que va de año. Y ojo, sólo en un día (en concreto, el pasado 1 de noviembre) se desplomó un 25%, tras anotarse un deterioro de unos 3.810 millones de euros en el tercer trimestre por su cartera de eólica marina en EEUU. Además, allí ha frenado el desarrollo de dos parques eólicos marinos, aunque al mismo tiempo ha tomado la decisión de invertir en otro donde sólo posee el 50% (el otro 50% es de la energética estadounidense Eversource), así que el riesgo y la inversión se dividen a partes iguales.
El citado deterioro supera al previsto que anunció el pasado agosto (2.180 millones) por los problemas en la cadena de suministro, la subida de los tipos de interés, la falta de nuevos créditos fiscales y los retrasos, ha explicado el CEO de Orsted, Mads Nipper. Así, ha acumulado unas pérdidas netas de 2.666 millones en los nueve primeros meses, pese a que el resultado bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 2.063 millones.
Iberdrola continúa dando entrada a socios... en el desarrollo: ha confirmado el cierre de la alianza con Masdar en parque eólico marino Baltic Eagle, tras obtener las aprobaciones regulatorias necesarias
Orsted no es la única compañía que ha frenado en eólica marina, también lo ha hecho Iberdrola, aunque consideraba que era su nuevo producto estrella. Todo ello en un contexto que no es el más adecuado, porque la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán tiene un problema serio con la elevada deuda, que se ha disparado en 4.100 millones desde enero y ha alcanzado los 47.900 millones al cierre de septiembre.
Este es el principal motivo de que Galán haya decidido dar entrada a socios... en plena construcción de los proyectos o incluso sin haber empezado la misma, cuando antes solía vender participaciones cuando estos estaban ya listos para poder pedir mayor precio, porque ya saben que saca tajada de las renovables como “producto financiero” cuando hace una década las criticaba. El último paso en este sentido llegó hace poco más de una semana, cuando se conoció que Iberdrola vende el 49% del proyecto East Anglia Three a Masdar -la rama de energía verde de Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi- por 2.000 millones: tendrá una capacidad de 1.400 megavatios (MW) y estará operativo en 2026. Masdar no es un socio desconocido para la eléctrica, pues el pasado julio salieron a la luz negociaciones para coinvertir en el parque eólico marino Baltic Eagle ostentando un 49%... y este jueves Iberdrola ha confirmado que se ha cerrado dicha alianza en eólica marina en el mar Báltico, tras las aprobaciones regulatorias necesarias: supondrá una inversión de 1.600 millones y tendrá una capacidad de 476 MW. Y la mejor prueba ha sido la foto entre el sultán Al Jaber, ministro de Industria y Tecnología Avanzada de Emiratos Árabes Unidos, presidente de Masdar y presidente designado de la COP28; y el presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán.