La noticia de este miércoles es la designación de Ángela de Miguel como candidata oficial de la CEOE para presidir Cepyme. De Miguel, abogada con más de 25 años de experiencia es, actualmente, presidenta de la patronal en Valladolid y vicepresidenta y portavoz de CEOE Castilla y León.

“Doy este paso al frente, con mucha ilusión, por sentido de la responsabilidad y compromiso personal con las pymes españolas”, afirmó la candidata este miércoles.

La batalla en el seno de la CEOE viene de años atrás, concretamente, de las anteriores elecciones que finalmente ganó Antonio Garamendi. Como recordarán, algunos acusaban al presidente de la CEOE -optaba a un segundo mandato- de ser flojo frente a Moncloa o, mejor, de hacer seguidismo, por ejemplo, firmando la reforma del mercado laboral presentada por Yolanda Díaz.

Entre los descontentos con Garamendi estaba un tal Gerardo Cuerva y el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, que finalmente no presentó su candidatura. Fue entonces cuando Cuerva llegó a un acuerdo con el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, para presentar una alternativa a Garamendi. Esa candidata, que surgió deprisa y corriendo, fue Virginia Guinda.

El problema surgió cuando Cuerva, sin previo aviso, decidió apoyar a Garamendi, dejando sin ninguna posibilidad a Guinda -si es que alguna vez la tuvo- y, lo más importante, traicionando a Sánchez Llibre.

Conviene recordar esto para entender lo que está sucediendo. El actual mandato de Cuerva en Cepyme finaliza el próximo 16 de marzo y todavía no hay fecha para elegir al próximo presidente. Lo más probable es que la Junta Directiva anuncie la convocatoria el próximo 11 de marzo, con lo que las elecciones podrían celebrarse a principios de mayo. Luego está el lío de la eliminación del voto delegado, que pretende Cuerva, y que tendrá que someterse a votación en la próxima Asamblea General que se convoque el mismo día 11.

Lo que está en el horizonte, sin embargo, no es la Presidencia de Cepyme, sino la de CEOE, que se votará en 2026 y a la que se podrá presentar Garamendi después de modificar los estatutos para eliminar el límite de dos mandatos. El objetivo de Cuerva, tras el fracasado intento de 2022, es disputarle a Garamendi la Presidencia a la CEOE, pero para eso debe revalidar primero la jefatura en Cepyme.

Y después de contar todo esto, surge la pregunta: ¿No sería mejor dinamitar la patronal y volver a crear una realmente independiente del Gobierno, es decir, sin subvenciones públicas y financiada únicamente por los socios? Lo mismo debería suceder con los sindicatos. El diálogo entre los llamados agentes sociales y el Gobierno sería radicalmente distinto. Y mucho más útil.