General Motors está dirigido desde enero de 2014 por Mary Barra y en 2022 tuvo que afrontar mayores costes, que ahora intenta reducir con 5.000 salidas voluntarias. Además, apuesta fuerte por los vehículos eléctricos
General Motors ha recibido aplauso bursátil (+8%), tras unos buenos resultados de 2022. Y es que ha elevado ingresos (+23,4%) al subir precios y vendiendo menos coches (-5,6%), lograr un beneficio de explotación u operativo -ebit- ajustado récord y mantener el beneficio neto bastante estable (-0,8%), pero ojo, avisa de que este bajará la velocidad tanto en ganancia neta como en beneficio operativo.
El fabricante automovilístico estadounidense, con sede en Detroit (Michigan) ha tenido un beneficio neto de unos 9.123 millones de euros en 2022, lo que supone sólo un 0,8% menos que el año anterior... Y eso que ha afrontado mayores costes y varios impactos extraordinarios (por ejemplo, la salida de Rusia, con un cargo de 603,4 millones; o la recompra de concesionarios de su marca Buick, por 469 millones), al tiempo que ha seguido lidiando con la escasez de chips y los problemas en la cadena de suministro, como otras compañías de su sector. Probablemente, estas sean las razones de que haya perdido la medalla de oro en ganancias, frente a Tesla, que piso el acelerador y duplicó su beneficio, llegando a 11.516 millones.
Claro que eso no le ha impedido obtener un ebit ajustado récord de 13.316,8 millones, a pesar del descenso en el margen operativo del 11,3% al 9,2%, lo que refleja un acierto en la gestión que lidera la CEO, Mary Barra. Por cierto, esta última ha presumido en la carta remitida a los accionistas no sólo del récord en ebit, sino también de que “nuestros empleados elegibles por hora en EE.UU. obtuvieron un récord de participación en las ganancias por un total de 500 millones de dólares (unos 459 millones de euros), lo que eleva el total de tres años a 1.200 millones de dólares (1.100 millones de euros). Su arduo trabajo nos ayudó a brindar una calidad inicial líder en la industria y satisfacer la fuerte demanda de los clientes”.
General Motors ha elevado sus ingresos un 23,4%, a 143.945,5 millones de euros en 2022, gracias a la subida de precios, pues ha vendido menos coches: 5,939 millones de unidades, un 5,6% menos que en 2021. Eso sí, ha recibido una alegría con las ventas en EEUU, donde ha recuperado el trono que le arrebató Toyota el año anterior, aunque el grupo automovilístico japonés sigue reinando a nivel mundial. Además, ha obtenido un mayor flujo de caja operativo y de flujo de caja libre automovilístico.
Prevé obtener un beneficio neto de entre 7.990 millones y 9.276 millones en 2023, en línea con el de 2022, aunque podría ser menor porque la subida de los tipos de interés perjudicará la venta de coches a plazo. Y ojo, el pronóstico de ebit ajustado sí supone un descenso notable: estará entre 9.643 millones y 11.480 millones
De cara a este año, Barra ha referido que la previsión es obtener un beneficio neto de entre 7.990 millones y 9.276 millones, es decir, bastante en línea con el del último año, aunque quizá podría ser menor porque la subida de los tipos de interés en EEUU perjudicará la venta de coches a plazo y el deterioro económico generará menor demanda. Pero ojo, el pronóstico es que el ebit ajustado no presente nuevo récord, sino que descienda a un rango de entre 9.643 millones y 11.480 millones.
“2023 también será un año decisivo para la plataforma Ultium”, ha referido Barra a los accionistas. “Al aprovechar las celdas de batería fabricadas en EE UU por nuestra empresa conjunta Ultium Cells y la escalabilidad y flexibilidad de la plataforma Ultium, estamos acelerando la producción de Cadillac Lyriq, GMC Hummer EV (vehículo eléctrico) y BrightDrop Zevo 600, y lanzaremos vehículos emocionantes como el Chevrolet Silverado EV, Blazer EV y Equinox EV. Esto nos mantiene en camino de producir 400.000 EV (es decir, vehículos eléctricos) en América del Norte desde 2022 hasta la primera mitad del próximo año”. Y pese al aplauso bursátil, que en parte no sólo se debe a buenos resultados anuales, sino también a haber superado las expectativas de ganancias e ingresos en el cuarto trimestre, elevando su revalorización desde el 1 de enero al 16%, en el último año acumula una depreciación en bolsa del 27%. Y no olviden que este grupo automovilístico también ha apostado por el lenguaje inclusivo y un poco idiota: optó por la palabra chair para la figura de la presidencia y que en España no produce ningún coche desde que vendió Opel al antiguo grupo francés PSA (hoy Stellantis, tras su fusión con Fiat Chrysler Automobiles) en el verano de 2017, ni tampoco los vende en el mercado europeo (sólo ha realizado importaciones muy limitadas de modelos de Cadillac y del Chevrolet Corvette). Eso sí, esto último cambiará porque General Motors volverá al mercado europeo ofertando sólo coches eléctricos de las marcas Cadillac, Chevrolet y Hummer.